Pasión Y Deseo [02]

03 - Lo que queremos.

Barbra.

Solo escucho el sonido de los utensilios y los empleados hablar mientras hacen sus labores. Todos los días vengo al restaurante, ya que yo misma soy la jefe de cocina y le indico a mi auxiliar que debe hacer y que no. Esta noche me la tomaré libre. Le enseñé a tomar el control de todo, especialmente para cuando salga a atender asuntos por fuera y todo vaya bien en el restaurante mientras mi ausencia no esté presente en el lugar.

Me gusta estar en todo y también verificar que todo se haga bien.

Todas las recetas que hay en el restaurante son de mi autoría. Por supuesto están los platos típicos y los que más se comen en Francia desde hace tiempo. El menú de mi restaurante es muy variado.

Dando zancadas suaves, me voy a la pequeña oficina y al entrar, veo como Rick está en el escritorio con sus ojos puestos dentro del ordenador, mientras sus dedos se mueven sobre el teclado. Pero al verme eleva su mirada y me observa. Cerrando la puerta detrás de mí, me adentro y me acerco hasta el escritorio.

—¿Todo bien? —pregunta Ricardo mirándome—. Ya será la hora del almuerzo, este trabajador tiene hambre —comunica mirándome.

—Sí, todo está bien —tomo asiento sobre la silla libre que está frente al escritorio y luego saco mi teléfono para revisarlo. Justo en ese momento veo entre todos los mensajes uno de Travis, así que no dudo en abrirlo y leerlo.

Buzón Travis.

—Hola, hermosa. Buenos días. ¿Quieres que pase por ti para que almorcemos juntos? Estoy libre a esa hora.

Lentamente, dejo salir una suave sonrisa y decido responder:

—Sí, también estoy libre.

Bloqueo mi teléfono y en ese momento decido prestar atención a lo que dice Ricardo.

—Me gustaría que tú lo eligieras.

Pestañeo mientras lo miro.

—¿Elegir qué? —refiero confundida porque realmente no sé de qué me está hablando.

—El almuerzo. La verdad no sé qué escoger —comenta dudoso.

—Ah…Sí. El almuerzo… Yo hoy no te voy a acompañar —refiero y le dedico una sonrisa.

Ricardo frunce el ceño y parpadea.

—Es la primera vez desde que estamos en París, que me dices que no almorzaremos juntos ¿Conociste a alguien? —inquiere con curiosidad y sus ojos entrecerrados.

—Yo diría: me reencontré con alguien —indico.

—¿Quién? La verdad no conozco a nadie de Boston que venga a París. Scarlett y Naomi, avisarían antes de venir —abre sus ojos mientras me mira—. ¿Son ellas?

—Yo no hablo de ellas. Y, si en efecto ellas avisarían, pero no son ninguna de las dos —curvo mis labios suavemente y lo observo.

—Esa sonrisa… ¿Por qué será que te conozco tanto? —entrecierra sus ojos.

—Sonrió normal. Siempre exagerando —lo observo despreocupada.

Ricardo sonríe y niega lentamente.

—Te ves feliz —asegura—. Por esa razón lo digo.

Bajo la mirada y sonrío con suavidad, para después volver a posar mis ojos sobre él.

—Travis está en Francia —enarco una ceja y libero una media sonrisa.

Ricardo frunce el ceño.

—¿Travis Masson? —acentúa más su ceño fruncido—. ¿Nuestro ex jefe?