21 - Un Perfecto Amanecer Parte 2

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Travis.

Con su mirada sobre mí, bebe otro trago de su bebida y luego la deja en el mismo lugar.

—Te quiero hacer una pregunta —comento terminando de mi plato.

Barbra, sosteniendo lo que le queda de la rebanada, traga y me observa.

—¿Qué? —inquiere y sin quitar su mirada café de mi persona, bebe otro sorbo de capuchino.

—Quiero comprar una casa —empiezo a decirle.

Mirándome con atención, deja el trozo de rebanada sobre el plato.

—¿Sí? —parpadea—. ¿Dónde y por qué? —inquiere curiosa—. Ya tienes varias, si no me equivoco.

Afirmo y me reincorporo en la silla, recostando mi espalda del respaldo.

—Ven —doy dos palmadas sobre mi pierna—. Siéntate aquí, cariño —le indico.

Observando entrecierra los ojos, pero obediente se levanta de la silla. Con pasos lentos se acerca y se sienta de lado sobre mis piernas, con toda su atención sobre mí.

—¿Qué quieres decir? —con el brazo rodea mi hombro y me observa.

—Bien, aprovecharé para hablar del asunto —dejo caer mi mano sobre su pierna y la acaricio con delicadeza—. Han pasado muchos años en los que no tenía claro que iba a hacer con mi vida, pero llegaste tú —la miro fijamente—. Entonces ahora que volvimos a darnos una oportunidad, no quiero dañar las cosas contigo. Quiero hacer todo bien y como debe ser. Eres mi mujer y quiero que siga siendo así.

La veo curvar los labios.

—¡Uy! —suelta con voz tierna y me agarra del mentón para dar un beso en mis labios, luego apartarse y sonreír—. Contigo quiero hacer las cosas bien, amor —dice con una dulce sonrisa.

Curvo los labios y esta vez deslizo con delicadeza mi mano por su pierna, sintiendo su suave piel, hasta llegar a su cadera.

—Sé que ya tengo varias casas, pero quiero comprar una casa nueva —ruedo los ojos y una sonrisa escapa de mis labios—. Ya sabes lo que hacen las personas normales. Quiero que tú también opines y los dos la escojamos. Quiero que elijamos nuestro nuevo hogar juntos.

Levanta las cejas y esboza una amplia sonrisa.

—¡¿En serio?! —inquiere con emoción—. ¿Tú quieres que escojamos una casa para vivir los dos?, ¿definitivo? —levanta las cejas, sorprendida.

—Por supuesto, Bri —respondo mirándola—. ¿Cómo te gustaría? ¿Qué te gustaría que tuviera y que no? O… ¿Dónde te gustaría que la compre? Solo debes… —me detengo cuando la veo mirarme con los ojos aguados—. ¿Dije algo malo? —pregunto preocupado y mirándola con atención. Le acomodo el cabello hacia atrás esperando que responda.

Por sus mejillas no tardan en bajar unas cuantas lágrimas y se muerde el labio inferior mientras me mira.

—¿Qué sucede? —pregunto frunciendo el ceño—. ¿Estás bien? —con mi mano derecha la agarro de la mejilla y la miro con inquietud—. ¿Dije algo malo?

Niega y después libera un suave suspiro.

—Sí, sí —responde con una sonrisa en el rostro y con el torso de la mano se limpia las mejillas—. Es que… Esto es nuevo para mí, no me lo esperaba —me agarra la mano apartándola de su mejilla. Después da un tierno beso en ella—. Yo… Jamás pensé que llegaría este momento —expande los labios con nostalgia—. Un hombre jamás me había tomado tan en serio, y sé que suena deprimente, pero sabes a lo que me refiero —se ríe en medio de sus palabras llenas de nostalgia—. Pero ningún hombre me miró de manera tan sería, como para llegar a sentarse conmigo y empezar a planificar una vida juntos. La verdad uno de mis sueños es poder compartir un hogar con la persona que amo y con mis bebés —esnifa y realiza una pausa—. Te amo —sus ojos vuelven a derramar lágrimas y luego besa mi mano—. Por supuesto que me encantaría crear un hogar a tu lado. Podrá haber muchos hombres detrás de mí, pero siempre serás tú, Travis. Siempre te voy a preferir a ti. Definitivamente, vuelvo a comprender que contigo conseguí al hombre con el que quiero vivir para toda la vida —expresa mirándome y volviendo a secar su rostro—. Y no me cansaré de decírtelo y demostrártelo.

Una sonrisa suave sale de mis labios y con delicadeza le limpio las mejillas, luego me acerco a su rostro, mirándola fijamente a sus ojos cafés.

—Contigo quiero todo. Siempre te cuidaré y amaré, Barbra —realizo una pausa y con la yema de mi dedo pulgar—. Tampoco me cansaré de expresarte eso.

Sus labios se vuelven a ampliar mostrando una sonrisa de dientes afuera y sin evitarlo, corto el espacio entre nosotros para besarla. Ella con gusto recibe mis labios y nos envolvemos en un suave y lento beso, hasta que nos alejamos y nos miramos.

—Dime, ¿en dónde prefieres la casa oficial? —curvo los labios y con un gesto delicado le acomodo en cabello hacia atrás.

Barbra esta vez se ríe divertida.

—Francia —responde observándome.

Sonrío.

—Sabía que ibas a escoger Francia —comento—. Ahora, los dos debemos elegir. Ve buscando modelos que te gusten, yo te enviaré los que a mí me agraden, después escogemos.

Asiente rápidamente.

—Sí, me parece perfecto —ladea los labios mientras me mira—. Me gustaría una con muchas áreas verdes y con un pequeño parque —ríe divertida y luego me abraza a los hombros y se acurruca en mi pecho.

Frunzo el ceño.

—¿Pequeño parque?

Sin dejar de abrazarme, levanta el rostro.

—Para nuestros bebés —dice divertida.

Lentamente despliego una sonrisa.

—Por supuesto que sí, amor —con mis brazos rodeo sus caderas—. Todo lo que me pidas lo tendrás —aseguro rodeándola con los brazos.

Levanta el rostro y me observa.

—Gracias —con una sonrisa se inclina y da un corto beso en los labios—. Siempre me tendrás. Lo lograste.

Mirándola simplemente me rio.

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⏰ Última actualización: Oct 03 ⏰

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Pasión Y Deseo [02]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora