Kakashi: ¿Qué tal?
Jiraiya: Asombroso. ¡Qué energía alegre y qué fuego! ¡Es otra... otra! — Le estrecha las manos — Gracias con toda el alma. Nunca podré pagarle lo que está haciendo en esta casa.
Kakashi: Por mi parte, encantado. En el fondo soy un artista, y no hay nada que me entusiasme tanto como vencer una dificultad. Lo único que siento es que a partir de ahora todo va ser demasiado fácil.
Jiraiya: ¿Cree que lo peor lo hemos pasado ya?
Kakashi: Seguro. Lo peligroso era el primer encuentro. Si en aquel abrazo me falla la emoción y la dejo mirar tranquila, estamos perdidos. Por eso la apreté hasta hacerla llorar; unos ojos empañados por lágrimas y veinte años, ayudan mucho.
Jiraiya: De usted no me extraña; tiene la costumbre y la sangre fría del artista. Pero el muchacho, un principiante, se ha portado maravillosamente.
Kakashi: — Sin estar de acuerdo Kakashi responde — No está mal el chico. Pero tiene ciertas cualidades.
Jiraiya: Aquella escena del recuerdo fue impresionante: la catedral pequeña, el rincón de cristales, la rama asomada a la ventana... ¡Si a mí mismo, que le había dibujado los planos, me corrió un escalofrío!
Kakashi: Hasta ahí todo fue bien. Pero después... aquel sollozo cuando se echó en brazos de la abuela...
Jiraiya: ¿Qué tiene que decir de aquel sollozo? ¿No le pareció natural?
Kakashi: Demasiado natural; eso es lo malo. Con las personas nunca se sabe. Les prepara usted la escena mejor calculada, y de pronto, cuando llega el momento, mezclan el corazón con el oficio y lo echan todo a perder. No hay que soltarlo de la mano.
Jiraiya: Comprendo, sí; es tan nuevo, tan espontáneo... Puede traicionarse sin querer.
Kakashi: ¡Y con esa memoria de la abuela! Cuanto menos dejemos a Iruka y la abuela solos mejor.
Jiraiya: ¿Y qué piensa hacer ahora?
Kakashi: Lo natural en estos casos: la velada familiar, los recuerdos íntimos, los viajes...
Jiraiya: —Mirando receloso a la escalera y bajando la voz — ¿No se le habrá olvidado ningún dato?
Kakashi: No se preocupe; donde falle la geografía está la imaginación. Procure usted que la velada no sea muy larga, por si acaso. Y pasada esta primera noche, ya no hay peligro.
Jiraiya: — Siente a alguien llegar — Silencio. — Aparece Tsunade en lo alto de la escalera — ¿Sola?
Tsunade: No le hago ninguna falta; conoce la casa mejor que yo.
Kakashi: ¿Qué tal el pequeño enemigo?
Tsunade: Es una delicia de verdad. Sabes elegir, ¡eh! Dos cosas tiene que me encantan.
Kakashi: ¿Dos nada más? Primera.
Tsunade: La primera esa manera tan natural de hablar el castellano. ¿No era inglesa la familia?
Kakashi: Te lo explicaré; los padres sí eran ingleses; pero el abuelo... un abuelo, era español.
Jiraiya: — Se apresurá a aceptar la justificación — Claro, así se explica: es el idioma de la infancia, el de los cuentos...
Tsunade: Qué infancia ni qué cuentos. Para un hombre enamorado el verdadero idioma es siempre el de su pareja. Eso es lo que a mí me gusta.
Kakashi: Bien dicho. ¿Y la otra cosa?
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Los árboles mueren de pie (Kakairu)
FanficEsta historia no es mía, yo solo deseo hacer una adaptación de esta misma historia, pero con algunos personajes de Naruto, los cuales tampoco son míos, ya que pertenecen a su creador Masashi Kishimoto. El autor original del libro (el cual es una obr...