07

568 44 4
                                    




- ¿Qué tren es este? ¿No es el equivocado? -Preguntó Gus con miedo-

- Shh, solo tenemos dos minutos para volver a tu tren, vengan por aquí.

Jepperd sacó un par de llaves de su bolsillo y con una de ellas logró abrir el candado que habían puesto en el tren.

- Gus, ¿dónde hueles mis dulces?

- Mmh -Gus empezó a olfatear cada una de las cajas hasta que encontró una que olía como los dulces de Jepperd- En esta.

- Así se hace -Abrió la caja y dentro de ella habían muchas otras cajas-

- ¿Tanto problema para unas simples pastillas?

- No se les escapa nada; Gus, en cuál de estas cajas están mis dulces?

- Todas huelen igual.

- Vamos, haz un esfuerzo.

- Mmm, está, este es el olor.

- ¿Seguro?

- Positivó.

Jepperd tomó rápidamente la caja pero inesperadamente llegó uno de esos hombres armados.

- Oigan, no deberían estar aquí.

- Tranquilos, yo me encargó.

Jepperd fue directo hacia el hombre y comenzó a golpearlo hasta dejarlo inconsciente, Gus estaba sorprendido y veía aquella escena con algo de terror.

- Descuida Gus, el solo esta... durmiendo.

- Solo tomaré mis dulces y nos vamos en seguida al tren, ayúdame Marley.

Entre Marley y Jepperd tomaron los frascos con los dulces de Jepperd y salieron del vagón lo más rápido posible para poder alcanzar el tren.

- ¿Estaremos en problemas?

- Cállate y síguenos.

- Descuida Gus, no dejaremos que nada te pase.

Estaban a punto de salir corriendo hasta que se escucha como alguien recarga su arma y le apunta a Jepperd.

- Lo que hayas tomado, devuélvelo.

Jepperd nuevamente golpeó a uno de esos hombres, accidentalmente una bala se escapó del arma rozando en la pierna de Marley, pero nadie más que Marley lo notó, también lastimaron los oídos de Gus por aquel ruido.

Aquel hombre estaba en el piso y cuando volteó a ver a Gus el estaba moviendo sus orejas y se dio cuenta de que no era un niño normal.

- Un momento, el es un hibrido.

Jepperd le dio un golpe mucho más fuerte en la cabeza que posiblemente había matado al hombre.

- Vámonos, ya ya!

Los tres empezaron a correr y Marley sufría un poco por el dolor de su pierna, pero no pensaba decir nada hasta que llegaran al tren y estén todos a salvo.

- ¡Controla tus malditas orejas!

- Eso intento!

-¡Intenta más! No nos arrestaran por tu culpa y tenemos que subir al tren.

- ¡Ya deja de presionarlo!

Lograron llegar a tiempo al tren y pasaron el boleto sin problema alguna, llegó el momento de su "despedida"

- Muy bien Niño, Colorado te espera, no te distraigas, en cuanto subas al tren tienes que ir al vagón de hasta atrás y no hagas cosas raras de venado.

Niño hibrido  -Sweet tooth-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora