Capitulo VI

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Vuelvo hacia el camarín y decido hacer un cambio, ya que si dicho cliente pago el triple por un solo baile se merece algo un poco mejor que lo usual, por lo que decido retocar mi maquillaje en los ojos con un poco de color esmeralda y también aprovecho de retocar mis labios

Voy hacia mi bolso y saco un conjunto, el cual es en su mayoría color esmeralda aunque tiene algunos detales en plata y negro, por lo mismo el cambio en mi maquillaje. Me cambio de vestuario y aprovecho de poner un poco de maquillaje corporal en mí, seguido de eso miro mi reflejo y la peluca azul no me convence al 100% por lo que decido cambiarla por otra que poseo la cual es la única que no es azul completa, ésta es de un tono platino la cual queda en un degrade con solo las puntas en turquesa, ya que esta peluca casi no la uso me demoro un poco en arreglarla y dejarla perfecta

Todo mi cambio me tomo unos 30 minutos los cuales supongo fueron más que suficientes para que hicieran la transacción por el pago, por lo que completamente distinta vuelvo hacia el salón

- Justo iba a ir a buscarte Urania – dice Rosalie apenas llega junto a mi – El pago fue echo con éxito y ya se te paso a la cuenta, por lo que ahora solo queda deslumbrar

- Pidió algo en especial el cliente? – pregunte

- No, su única solicitud fue tenerte a ti bailando – me respondió ella

- Pues lo tendrá – le dije – Ya está en el salón? – le pregunté

- Si, lo vi subir hace unos 5 minutos, por lo mismo iba a ir por ti al camerino

- Entonces no lo dejemos esperando – dije antes de darme la vuelta y así en caminarme hacia el salón

Camino hacia el pasillo que llega hacia los salones privados y saludo al guardia que custodia, el me saluda de la misma manera y leyendo una planilla que siempre esta con él me avisa que mi cliente es el dos

Con esa información me encamino hacia el pasillo y me paro frente a la puerta, tomo una respiración profunda y cuando ya me siento preparada abro, para así encaminarme hacia adentro

El salón no es muy grande, posee un pole con una tarima, no muy alta, y también unos sillones los cuales por experiencia puedo decir son muy acolchados, en donde me esperaba el mismo hombre que me interceptó después de nuestro número grupal, Matteo

- Por lo visto eres persistente – le dije mientras me encaminaba a la tarima

- Te dije que el dinero no era un problema – dijo él mientras se reacomodada en el sofá

Decidí no contestar con palabras para así no alargar más el baile y me acerque hacia el botón que se encuentra en la pared justo detrás del pole, el cual inicia la música y también hace un pequeño cambio de luces, enfocándolas más en la tarima y el pole que el resto de la habitación

Camino hacia la tarima y con delicadeza acaricio el pole, como si me estuviera familiarizando con él, me empiezo a balancear con calma al ritmo de la música, paso las caricias desde el pole hasta a mi cuerpo y de manera fugar enfoco mi visión directamente en los ojos de Matteo, en donde leo poco a poco sus emociones y sensaciones

Me alejo un poco del pole y me encamino más cerca de él, aunque no lo suficientemente cerca como para que estire el brazo y me toque, tentándolo ligeramente. Los pasos van siendo poco a poco más de baile y con ello dejo caer uno de los tirantes de mi sujetador, después el otro, pero sin dejarlo caer y me devuelvo hacia el pole

Me guio por la música y bailo con el pole, como si fuera mi compañero, hasta que ya estoy mucho más cómoda y metida en el baile que hasta olvido a mi espectador. Subo por el pole y disfruto cada paso

Cuando llego a una altura cómoda aseguro mi peso en mis pernas para si poder mostrar y exhibir de mejor manera mi figura

Vuelvo a deslizarme por hasta quedar a horcajadas en el suelo dándole la espalda a Matteo, vuelvo a acariciar mi cuerpo y cabello aun en mi posición y cuando sé que terminar pronto la canción quito mi sujetador y me deslizo hacia atrás quedando con la espalda arqueada dejando mi pecho expuesto con los mismos cobertores que en mi solo

Escucho aplausos pausados de parte de mi espectador y es lo que necesito para ir saliendo del trance que me produce el baile

- Eres aún más extraordinaria desde cerca Urania – Me dijo Matteo

- Gracias – le conteste con una sonrisa y levante mi espalda para darle la espalda nuevamente y volver aponerme el sujetador, con eso listo me encamine hacia él y me senté a su lado – Que te hizo venir a un club como este? – quise saber, ya que después del baile hay unos minutos libres para que hablemos con los clientes y así se sientas más cómodos con nosotras

- Un amigo me hablo de este templo de musas y quería ver por mis propios ojos las maravillas de las que él me hablo

- Y que veredicto nos das? – pregunte coqueta

- Todos los atributos que me dijeron quedaron cortos – me concedió él a lo que yo respondí con una sonrisa satisfecha – Existe la posibilidad de pasar más tiempo con esta musa azul?

- Hoy no – le conteste aun en tono coqueto – Pero mañana puede que si – le dije yo y con eso se hizo el cambio de luz el cual me da la señal de irme – Fue un gusto Matteo – le dije mientras me levantaba

- Créeme Urania, fue mucho más que un placer para mi – me contesto él – Nos vemos mañana – dijo antes de que yo saliera

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