Capitulo VIII

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El camino hacia la residencia del profesor de las chicas fue más lento de lo que me hubiera gustado, ya que como me paso antes el tráfico estaba entre caótico y muy congestionado, por lo que llego aún más tarde, lo cual me preocupa bastante

Cuando doy la última vuelta llego a un portón grande con una caseta y un guardia, frente a este está el mismo número que esta escrito en el papel, por lo que me acerco con el auto y bajo la ventanilla cuando el guardia se acerca hacia mi

- Buenas noches señorita – me saluda el guardia – En que puedo ayudarla? – pregunto el mismo

- Vengo a la casa del señor Torres – le dije aun

- Deme un momento por favor – dijo y fue por una planilla hacia el interior de la caseta – Me puede decir su nombre por favor – me pidió

- Mirabella Baker – le respondí y le pase mi identificación

- Perfecto señorita Baker, la casa Collins-Torres es la blanca la al final de la calle – Me respondió el y me devolvió mi identificación

- Gracias – le dije y él se devolvió para abrir el portón

Mientras esperaba que ese gran portón de metal se abriera por completo me puse a pensar en que clase de profesor tienen mis niñas, ya que un suelo de profesor no es suficiente para una casa como la de este vecindario, las cuales a mi parecer parecen palacios, quien podría necesitar algo tan grande

Cuando finalmente los portones se abren entro con precaución en el condominio, definitivamente distingo diferencias entre ente vecindario y el nuestro, no solo en las fachadas, sino que también en los autos y en el parque central que hay donde puedo ver algunos niños

Sigo por donde me indico el guardia y llego al final de la calle en donde hay una casa monumental, con varios autos estacionado en el porche y en la vereda, intentando molestar lo menos posible busco un espacio libre en donde no creo que estorbara mi simple auto

Me bajo del auto y me encamino por el camino hasta la puerta de entrada en donde toco una vez el timbre y espero por un par de minutos hasta que me abre una chica que no tendrá más de un par de años que yo

- Hola – dijo ella – Te puedo ayudar en algo? – pregunta ella

- Hola, estoy buscando al señor Torres – le dije y ella me miro confusa

- Pasa, lo iré a llamar – dijo y me abrió más la puerta dejándome el paso – Soy Zoella por cierto – me dijo ella mientras cerraba la puerta

- Mirabella – le conteste yo antes de que desapareciera por un pasillo

Aprovechando que estaba sola mire a mi alrededor y tenía razón este lugar es un verdadero castillo, tiene unas extensas escaleras que dan hacia el segundo piso y puedo notar que muchas hay habitaciones por distintos pasillos laterales, uno siendo por el que se fue Zoella

- Me dijeron que estaba buscando al señor Torres – escuche a mi espalda y me di vuelta rápidamente, encontrándome así con un hombre de no más de 40 años, alto con pelo rubio y ojos verdes

- Usted se llevó a mi hermanas – dije y el quedo notablemente sorprendido

- Creo que está equivocada, yo no me eh llevado a nadie – me respondió el con calma y aun confusión en su rostro

- Claro que si – dije en un tono más alto - En la escuela me dijeron que me esperaron y que como no llegue el señor Torres las había llevado a su casa – le dije rápidamente, perdiendo ya la paciencia, necesito saber dónde están mis hermanas – Dónde están? – pregunte casi perdiendo totalmente mis papeles

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