Heridas Del Pasado: Dolor (2)

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¿Cómo explicas algo que simplemente sucedió?

¿Cómo te sentirías si la única persona que llegaste a amar como a nadie, es encontrada sin vida y para colmo de la manera más inhumana posible?

Es un sentimiento desgarrador, que remueve todo el interior de una manera dolorosa e hiriente, el saber que no pudiste hacer nada para salvarla. Incluso pensar en que pudiste si quiera despedirte.

Sin ni siquiera poder darle un digno sepulcro.

Pues no hay nadie que conozca perfectamente ese dolor que Poseidón Olympus, pero para centrarnos más en ello debemos comenzar por el inicio.

—El apellido Olympus, es sinónimo de gracia, elegancia y sobre todo grandeza. Es al que le deben proteger, su integridad jamás deberá ser manchada. —sentenció el gran patriarca de los Olympus a sus hijos quienes estaban en columna escuchando atentos a su padre.— Aquí, en mi apellido, no caben decepciones... Espero lo tenga presente siempre

Fue su última palabra antes de encerrarse de lleno en su despacho.

El rubio de aquel entonces, a sus solo 6 años, no comprendía muy bien la necesidad de ser los mejores. El solo quería jugar como un niño normal pero en vez de eso se la paso libro tras libro, estudio tras estudio, prueba tras prueba. Tal vez solo se preocupada por su futuro exitoso digno de uno de sus hijos, pero con el pasar del tiempo fue entendiendo... Estaba equivocado.

—¡Eres una maldita decepción!

Era un latigazo tras otro, incluso había parado de contar los gritos de su hermana Hera quien recientemente había tenido un percance con el hijo de un socio de su padre, en pocas palabras lo había rechazado de una manera vulgar cosa que no le gusto para nada a su estricto padre.

—¡No sirves para nada!

La rubia continuaba llorando descontroladamente aún siendo azotada por su padre. El rubio con miedo volteo la mirada hacia su hermano mayor quien parecía contenerse, vio los puños de su hermano cerrarse y abrirse desesperadamente.

Cuando los azotes pararon, dirigió su vista hacia donde estaba su hermana quien se hallaba desfallecida en el suelo del dolor y su padre volvió a acomodarse el cinturon en su lugar.

—Que esto les sirva de lección, ustedes me obedeceran y el que quiera retarme ya sabe lo que le pasará. —se inclino hasta donde la rubia recién se había acomodado aún con unos sollozos— mañana asistiras a la cena con el hijo de el señor Orus y  aceptarás salir con el. ¿Entendido mocosa inútil?

La rubia asintió lentamente.

—regresen con sus tareas.

Fue lo último que dijo antes de retirarse hacia su despacho.

El rubio miro con preocupación a su hermanita que no paraba de llorar, la pelirroja se acercó sin saber muy bien que hacer o decir, el albino luego de estabilizarse en su lugar se acercó hasta agacharse a la altura de su hermana rubia, Poseidón se acercó también.

—Esta bien, todo estará bien.—dijo el albino dándole un besito en la frente a su hermana.

—¡Abrazo grupal!—dijo Zeus corriendo a unirse al abrazo al igual que todos.

El rubio no sabía que pensar, está forma de quererlos que tenía su padre no la entendía pero lo que si podía entender era que no estaba bien

Luego las cosas continuaron con la misma frecuencia, algunas veces compartían momentos hermosos, pero siempre llegaba algún conflicto en el que su padre era participe.

—¡Adamás por favor, no te vayas! —lloraba desconsolado mientras Deméter trataba de darle reanimación a el pelirrojo que había tenido una shock por culpa de una droga que consumía con frecuencia.

Obsesión| Sasaki x Poseidón © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora