S I E T E

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Se sentía extraño, a pesar de todo aún debía aclarar lo que sentía pero aquel sentimiento de culpa y remordimiento estaban colmando su paciencia.

—Maldición, ¿Por qué carajos tiene que ser tan difícil?

—¿Qué es tan difícil?

—Hades, ¿¡Qué haces tú aquí!?

—Hermano, es mi casa.

—Oh... Cierto.

—Dime ¿Qué te preocupa?

—Es un asunto algo... Vergonzoso.

—Tiene que ver con Sasaki Kojirō De Nostredame, ¿Verdad?

—Si.

—Oh si, esa familia es algo... Problemática.

—¿Por qué lo dices?

—Eh, mejor dime primero lo que te sucede.

—Tch... He estado... Teniendo esos sueños inapropiados con el japonés.

—Jajajaja

—No te rías!

—No puedo evitarlo, admito que no me gusta verte así pero no es como que sea fácil ayudarte.

—¿Tu por qué dijiste lo de antes?

—Mmh... Digamos que... Bueno pues-

—Hades, tu... No me digas que-

—No!-nego rápidamente - Yo no podría volver a dejarme caer en sus manipulaciones, se que todo de él tiene un interés.

—¿Entonces?

—Digamos que... De vez en cuando es bueno experimentar.

—Que no te quejabas de que yo le tenía ganas a un hombre.

—Hermano, es diferente.-recostó su cabeza - Si quiera mi interés físico es alguien de más o menos mi edad, el tuyo Pareciese que lo fueras a adoptar.

—Le llevas 5 años!

—Sigue sin ser lo mismo.

—Tch... Para que me molestó si se que saldrás con eso.

—No te diré que te alejes de el pero al menos ten cuidado, su hermano está ahora presente y... Si se siente acosado creo que podría decirle de inmediato a la rubia narcisista.

—¿“Rubia Narcisista”?-lo miro- Necesito... Tenerlo en mis brazos, aunque sea una noche... Saber que realmente es una obsesión o de verdad me gusta.

—Yo ya no opinare en eso.-Lo miro de reojo- Que tiene de malo el apodo.

—Por favor, no vayas a caer en los jueguitos de ese trapo.

—No voy a caer... Ya no soy el mismo hades de antes.

—Lo se, pero te conozco hermano, aveces puedes ser patético.

—Eso fue cruel.

—Idiota-le lanzo el cojín de decoración.

































El sonido de el teléfono repica constantemente, esperando a que la llamada entrara se asomo desde la puerta de aquella habitación dándole un vistazo a su dormido hermano.

Al fin la llamada fue atendida y de inmediato escucho la voz de su amiga

—Nost, que bueno que te comunicas.

—Eh si.

Se encerró en su habitación para hablar con más comodidad.

Obsesión| Sasaki x Poseidón © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora