V E I N T I D O S

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Al día siguiente, el castaño comenzo levemente a abrir los ojos debido a un fuerte sonido, pudo deducir pronto que era su alarma para ir al colegio, tomo aquel aparato que estaba provocandole un fuerte dolor de cabeza y lo golpeó para que dejara de sonar. Se levanto con pesadez para pararse no podía ni siquiera abrir casi sus ojos, pues la claridad de la mañana le empezaba a lastimar los ojos, escucho ruidos en la cocina así que poco a poco salió de su habitación en dirección al comedor.

—¡Buenos días Kōjiro!—hablo entusiasmada la mujer francesa

—Podria por favor no hablar tan alto... Ouch mi cabeza está por explotar, ¿Que sucedió anoche?

—Yo te lo contaré— puso los platos en la mesa— Ayer tomaste y viviste tu primera borrachera, casi nos descubren porque soltaron tonterías al igual que porque el lunático de Hades sospecho de mi, admito que al preocuparme mucho por ti pude levantar sospechas pero en fin. ¿Cómo te sientes?

—Ya les dije que me quiere reventar mi cabeza, duele mucho... —se acercó suplicante a su hermano mayor— Por favor, Onee-sama deja que falte hoy a clases...

—Oh pero por supuesto que no, me gustaría que faltaras pero eso levantaría más sospechas o al menos eso aclararía las sospechas del idiota de Hades. Tendrás que ir, lo siento saki.

—Deberian apresurarse, llegarán tarde.

—¿Se irá el fin de semana señorita Alie?

—Pues... Hubo problemas, me iré en un par de horas, prometo que volveré.

—Lamento que no pudiera despedirte en el aeropuerto.

—Para nada, entiendo que es por el bien de la chica Olympus.

—Bueno, ve a cambiarte Saki.

—¡Voy!—dice terminando su caldito de pollo rápido y llendo casi como un rayo a su habitación.

El francés miro el reloj y termino su café para posteriormente quitarse el delantal de cocina.

—¿Estaras bien?, ¿Puedo confiar que tomarás tus pastillas?, mira no se que estás tramando que ni siquiera me quieres contar pero por favor, no te descuides, antes que mi jefe eres mi mejor amigo y me preocupa tu salud.

—Oye, estaré bien, si te hace sentir mejor no he dejado el tratamiento y si me muero será en mi tierra natal no en este asqueroso país que me trajo tantas desgracias.

—¡No hables de muerte!, me voy a poner a llorar si sigues con tus tonterías.

—Calma, de verdad estaré bien.

—te mantendré informado de todo.

—Gracias, cuida de Tesla, me preocupa su seguridad.

La francesa asintió tomaron silencio por unos minutos hasta que la alegre presencia del japonés que pronto se torno por una gesto de dolor,  aparentemente sigue crudo.

Tomaron sus cosas y salieron de la casa para emprender su caminata hasta la academia a excepción de la mujer que tomo un taxi directo al aeropuerto.

[. . . .]

Al ya estar frente a la puerta del colegio una pareja de estudiantes se acercó pronto al japonés para saludarlo, claramente siendo Hlokk y Zero.

—¡Sasaki!

—ah dolor...—se quejó en un susurro que solo el mayor escucho. Los abrazo y sonrió contento hasta encontrar la ausencia de cierta persona— ¿Jack no llega aún?

—No, estuvimos esperándolo pero aparentemente no va a venir, nos dijo el profesor poseidon que está expulsado...—hablo triste la rubia.

—¿Expulsado?—alzo una ceja confundido el francés.

Obsesión| Sasaki x Poseidón © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora