"Diego Aquino, es un chico al que le encanta escribir poesía, pero llega un momento en el que pierde esa chispa que tiene para escribir...
...Duxo Rethey, alguien que se enamora fácilmente y desordenado, esta soñando con tener una pareja que lo haga...
Los rayos del sol chocaban contra la ventana en la habitación donde se encontraba un chico castaño descansando, la noche anterior, luego de conocer a "Locochon", el amigo del pelinegro, al llegar a su departamento paso la noche jugando juegos sin medir la hora.
Su pacífico sueño fue interrumpido por el sonido desesperante del despertador, a lo que el chico que anteriormente estaba durmiendo se despertó, se sentó en la cama y se froto los ojos, para posteriormente apagar la alarma y levantarse de la cama.
La razón por la alarma puesta a altas horas de la mañana, era porque ese día le entregarían el violín que rompió por sus manos de mantequilla, pero eso es otra historia.
El chico se baño y se arregló para salir de su departamento al igual que del edificio donde se encontraba, para dirigirse al famoso aeropuerto.
El día anterior se había gastado la plata que le quedaba mostrándole cosas a Duxo y comprándole lo que el anterior mencionado veía y quería, y lo que le había quedado lo usaría para pagar el arreglo del violín, así que tuvo que irse caminando al aeropuerto.
Mientras caminaba recordaba los sucesos del día anterior, y recordaba como el chico de ojos violetas le brillaban los ojos al hablar con su amigo, ¿Tal vez a Duxo le guste su amigo? No lo sabía, pero al pensar en la posiblidad sintió un dolor en el pecho.
¿Por qué se sentía así? Ni siquiera llevaba tanto tiempo conociendo al pelinegro, aunque no iba a negar que le parecía atractivo.
Paso tanto tiempo sumergido en sus pensamientos que no se dió cuenta que ya había llegado al aeropuerto.
Luego de reclamar su violín y pagar, decidió pasar por una tienda a comprar una libra de arroz y un paquete de jamón, ya que se había quedado sin mucha comida en su casa, aunque no le prestará mucha atención al asunto de la comida ya que mayormente solamente almuerza y ya, necesitaba tener un poco de comida en casa.
Cuando compró en la tienda lo que debía y ya había entrado al edificio para dirigirse a su apartamento, al llegar a su piso encontro a Duxo aparado al frente de la puerta tocándola.
—¡Hola duxo! ¿Qué haces por aquí tan temprano?—Preguntó el castaño con emoción.
El anterior mencionado volteó su cabeza para mirar al contrario. —Hola, Aquino, te estaba buscando, estoy aburrido en el hotel y hablé con locochon y me dijo que hoy estaba ocupado, entonces pense en pasar hoy día contigo.—Explicó el pelinegro con una sonrisa.— Ademas de que podríamos conocernos más.—
—Me parece bien, aunque no tengo mucha comida en mi apartamento, de hecho estaba pensando en comer Arroz con jamón, espero no te moleste—Mencionó Aquino apenado.
—¡Oh! Está bien, no te preocupes— Y luego de eso, el castaño abrió la puerta de su apartamento invitando a pasar al pelinegro.
Pasaron unas cuantas horas en las cuales los dos chicos conversaron y contaron anécdotas que les habían pasado.
Por la noche, empezó a lloviznar, y aunque el hotel estuviera literalmente al frente, Aquino invitó a Duxo a quedarse a dormir para seguir conversando, a lo que el anterior mencionado acepto gustoso.
—¿Necesitas algo más, Duxo? ¿Quedaste bien con la comida?—
—No, estoy bien, gracias por preguntar, ¿Te parece si vemos una película?—Propuso su contrario.
—Está bien, pero solamente tengo una televisión en mi habitación, aunque realmente no importa, vamos—El chico agarró la mano de su contrario y lo llevó a su habitación.
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Holaa, he vuelto luego de dos días, supuestamente iba a estudiar en esos dos días porque estaba muy concentrada en está historia, y no hice absolutamente nada.
Puede que esta semana no actualize capítulos muy largos porque tengo que hacer exposición y proyectos largos que dejé a última hora, así que no prometo subir capitulos esta semana, pero lo intentare.
