Capítulo 18

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Estaba sentado en la cama, tallando sus ojos con pereza, ya que recién se había levantado a las 6:37 de la mañana, por la razón de que escuchó como "alguien" estaba tosiendo y parecía que se estaba ahogando en el cuarto de al lado.

Él sabía que se iba a enfermar, pero nunca me hace caso, por eso le pasa lo que le pasa.—Pensó de mala gana, levantándose de la cama y saliendo de la habitación.

Apenas salir caminó un poco por el pequeño pasillo de aquella casa, llegando hasta el cuarto de su amado y tocar su puerta.

—¿Duxo?—Lo llamó con un tono de voz suave.—¿Puedo pasar?—Preguntó, agarrando la perilla de la puerta.

No hubo respuesta, lo único que escuchó un quejido del otro lado de la puerta, haciendo que se preocupara, entrando a la habitación.

Al entrar, se encontro con el peli negro acostado en su cama, con las mejillas sonrojadas y con la respiración agitada.

—A-aquino, creo que me enfermé.—Balbuceó, intentando que sonara un tono de sarcasmo en su voz.

—¿Cómo no te vas a enfermar imbecil?—Le respondió al chico de mala gana.—Yo te lo dije que te ibas a enfermar, pero tú siempre de terco. ¿Cómo se te va a ocurrir dormirte con la ropa mojada?—

—No me insultes, no es el momento...—Le reclamó en un murmullo, tapándose un poco el rostro con la sabana.

El castaño se dió cuenta de que estaba más pálido que siempre, y se acercó un poco a la cama, poniendo su mano en la frente del peli negro, para comprobar su temperatura.

—¡Estás ardiendo en fiebre!—Le mencionó, con tono sorprendido.—¿Te sientes muy mal?—Le preguntó preocupado.

Asintió con la cabeza.—Obviamente lo estoy, pero no tengo ganas de pelear ahora.—Volvió a murmurar, inconscientemente cerrando los ojos al sentir el frio de la mano del castaño.

—¿Quieres que compre algún medicamento?—Le cuestionó.—Voy a cuidarte todo lo que pueda.—Propuso, dispuesto a hacerlo sentir mejor.

—Has lo que quieras, solo no incendies mi casa.—Fue lo único que pidió, abriendo los ojos al dejar de sentir la mano del castaño.

El anterior mencionado solo lo miro mal y salió de la habitación, yendo a buscar algún recipiente que encontrara para llenarlo del agua y un pañuelo, y luego volver a la habitación del peli negro con un porta entre sus dos manos y el pañuelo en el hombro.

Dejo el porta en una mesita de noche que estaba al lado de la cama, mojó un poco el pañuelo y lo puso en la frente del oji violeta, el contrario abrió los ojos al escuchar el pequeño ruido que hizo.

—¿Por qué mierda trajiste un porta comida?—Fue lo primero  que le preguntó al abrir los ojos, confundido, al ver el recipiente cerca de su cama, soltando un suspiro al sentir el pañuelo mojado con agua fría en su frente.

—No encontré donde más poner agua...—Murmuró, y escuchó unas risitas de parte del azabache.—¡No te burles! Por lo menos lo intenté—Le reclamó.

—No me estoy burlando.—Le respondió, intentando calmar su risa.—Gracias por preocuparte por mi.—Dijo con una sonrisa.—Pero en dos días entro a la universidad, y no puedo faltar.—

—¿Estás en la universidad?—Pregunto sorprendido.

—¿Tú no?—

—Pues no.—

—¿Por qué?—

—Porque si weon, no quiero hablar de eso.—Le respondió, mirando a otro lado, Duxo lo entendió, y no siguió preguntando.

"Hacerte Sentir Estrellas" | DuxinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora