El pequeño reloj que tenía en su habitación marcaba las 2 de la mañana, mientras el pobre chico miraba el techo, con muchas cosas, preguntas, y dudas pasando por su mente, llevaba unas cuantas horas tratando de dormir, pero no podía, su mente no lo dejaba descansar, estaba exhausto y fatigado, exhausto de pensar y fatigado ya que por la ansiedad que tenía no pudo comer nada.
Lo habían llamado del Hospital, preguntándole por algún familiar de la señora Cindy, la madre de su ex novio, no sabía que hacer, él mismo se había enterado que el azabache se había ido a chiclayo por los permisos que pidió en la Universidad, y esos días había estado más tranquilo, ya que no hubo necesidad de esquivarlo, pero ahora estaba seguro que volvería de a Lima, y él, sinceramente, no tenía ganas de verle la cara en esos momentos.
Él sabía que ese chico, Duxo, lo odiaba, y no quería lidiar con eso.
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Un chico castaño se encontraba en la salida del gran hotel donde se había hospedado su enamorado los días que estuvo en esa ciudad, esperando al antes mencionado, Duxo, el cuál se había quedado dormido, y se despertó ya que el oji miel había ido a buscarlo a la habitación, así que el chico se encontraba cambiándose para ir al aeropuerto, el castaño estaba un poco ansioso, no sabía como serían las cosas ahora que el azabache se iba de vuelta a su ciudad, según había escuchado, era Lima, no esta, pero no podía hacer nada.
Luego de unos cuantos minutos, el azabache por fin había llegado a la recepción del lugar donde se había hospedado los últimos días, un poco agitado por lo apurada que estaba.
—Hola duxo..—Saludó, en un susurro, sabiendo que era muy temprano para hablar más alto. —¿Necesitas ayuda con la maleta?—Volvió a susurrar, esta vez haciéndole una pregunta al contrario, que estaba apurado intentando sostener la maleta y unos cuantos bolsos en la mano, sinceramente no quería saber que había ahí.
—Si tanto insistes...—Respondió un poco más alto, pero no tanto como para que la chica que estaba en la recepción de el hotel donde se había quedado lo escuchara, estando consiente de que el castaño no le estaba insistiendo, pero estaba bastante apurado con ir rápido al aeropuerto.
El castaño no dijo nada, solo extendió sus manos al azabache, para que le diera la maleta, tales acciones no fueron inmediatas ya que el pelinegro lo estaba procesando, pero fue algo rápido.
Los dos chicos salieron del hotel, y caminaron un poco hasta llegar a una calle transitada y pedir un taxi.
En el trayecto al lugar, Duxo se recostó en el hombro de Aquino, a lo cual el contrario, solo se puso nervioso y sus mejillas se ruborizaron un poco.
Luego de media hora en el vehículo, Aquino pagó el taxi, porque claro, Duxo todavía no tenía dinero consigo, estaba esperando a que "Locochon" se la diera, bajaron del taxi y entraron al aeropuerto.
Y como el azabache había dicho, caminaron un poco por el aeropuerto y se encontraron con Locochon, Aquino lo único que podía hacer era sentirse celoso al ver como Duxo hablaba con cierta emoción (para no decir MUCHA) con su amigo, hablaron por un rato, cada segundo desesperaba más al castaño, el quería estar con el azabache antes de que se fuera, pero parece que estarían los 3 juntos...
Pero ese pensamiento no duró mucho, ya que vió como el amigo de Duxo, Locochon, se iba, dejando al al oji violeta con un pequeño rubor en las mejillas.
El chico azabache se acercó a donde estaba sentado el mencionado, ya que, se había cansado de esperar al chico y se sentó unas sillas que vió por ahí, mientras en sus manos tenía la maleta de Duxo, ya que él, se emocionó tanto al ver a su "amigo" que dejó al castaño solo con sus pertenencias, pero eso no es eso lo importante.
—Vamos, el weon me dió la plata, acompañame a comprar el boleto.—Dijo el azabache calmado, aunque seguía estando presente el color de sus mejillas, pero el contrario no dijo nada, solo asintió con la cabeza.
Los chicos se acercaron a la recepción para comprar el boleto, el castaño se quedó un poco más atrás para darle más espacio a Duxo y que las otras personas que estaban en la fila también, luego de unos cuantos minutos atendieron al oji violeta, cuando por fin pudo comprarlo y pagarlo salió de la fila y se dirigió al castaño de nuevo, obligándolo a ir a la otra sala para esperar cuando llamaran para su vuelo.
Cuando llegaron al lugar, se sentaron en las sillas que encontraron desocupadas, ninguno de los dos de dirigían palabras, el castaño porque estaba pensando en que su contrario se iría y probablemente no lo vería más, y Duxo por no querer hacer el momento más incómodo.
Se miraban por el rabillo del ojo, hasta que hubo un momento en el que sus miradas chocaron, ya no podían seguir esquivando miradas, ya se habían visto, y tenían el mismo pensamiento en común, "Sí no le hablo pensara que esta enojado conmigo".
Duxo iba a empezar a hablar, pero su contrario se le adelanto preguntando un simple "¿De verdad tienes que irte" a lo que el solo respondió con un asentimiento con su cabeza.
—La verdad, te voy a extrañar, me hiciste mucha compañía estos últimos días.—Aclaró, escondiendo un poco su rostro, con un pequeño sonrojo, esto le causó ternura al mayor.
—Yo también me sentí acompañado cuando estuve contigo, igual te voy a extrañar pero te juro que mantendremos contacto, te quiero.—
El contrario al escuchar "te quiero" su sonrojo se hizo más notorio, a lo que solo respondió "Yo igual, Duxo".
Los chicos se volvieron a quedar en un silencio, no uno incomodo, mientras se miraban a los ojos.
No se dieron cuenta cuando empezaron a acercarse, no se dieron cuenta cuando su respiración empezó a chocar mutuamente, y no se dieron cuenta cuando sus labios chocaron mutuamente, empezando un beso.
Un beso suave y tierno, donde demostraban lo que sentían, en ese momento se sintieron cálidos, se sintieron completos, fue un beso largo, pero uno donde demostraban ese cariño que habían mencionado antes.
Pudieron seguir el beso, pero el anunció de que el avión del azabache ya iba a partir, los obligó a separarse, quedaron cara a cara, sonrojados.
—B-bueno, parece que ya debes irte.—Dijo nervioso.
—S-si, ya me dí cuenta, ¡Adiós!—Se acercó de nuevo al contrario y le dió un pico en los labios, para luego voltear y caminar lo más rápido que pudo.
Aquino se quedó ahí, conmocionado, no podía creer lo que acaba de pasar, y su rostro se puso aún más rojo (si eso se podía) y se llevó una mano a sus labios, pasó unos cuántos segundos ahí, procesando lo que acababa de pasar, para luego darse la vuelta y dirigirse a la puerta del aeropuerto.
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Un azabache se encontraba nervioso sentado ya en el avión, preguntándose por qué mierda había besado a Aquino, estaba nervioso, no sabía cómo sería la relación con el ahora, tomaría la decisión se no tocar el tema, y si el castaño la tocaba, hablaría lo más tranquilo posible.
Sacó su celular y busco el contacto de su amigo locochon, para escribirle un simple "Lo besé" y apagó su celular, aprovecharía el viaje para dormir un poco antes de llegar a Lima.
Ojala les guste el capítulo, por fin hubo beso, mua mua mua.
¿Quien creen que es el ex de duxin? 🙀⭕👈👈👈👈👈
Espero les guste este capítulo, los quiero gente, mua mua mua.
Malu 🤠
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"Hacerte Sentir Estrellas" | Duxino
Fanfiction"Diego Aquino, es un chico al que le encanta escribir poesía, pero llega un momento en el que pierde esa chispa que tiene para escribir... ...Duxo Rethey, alguien que se enamora fácilmente y desordenado, esta soñando con tener una pareja que lo haga...