Los dos chicos se adentraron en la habitación del menor, y apenas entrar el pelinegro observó cada detalle de el lugar donde se encontraba.
La habitación era un poco pequeña pero comoda, tenía una cama pegada a la pared con sábanas naranjas, las paredes eran blancas, al lado de la cama había un pequeño escritorio con hojas y libretas afuera, al verlo obviamente se imaginó que serían poemas, pero no le prestó mucha atención a ésto.
Lo que él no sabía era que los poemas eran para él.
Luego de observar su entorno, giró su rostro hacía su contrario, y lo analizó, hasta que llegó a observar sus labios, él nunca había visto algo tan esponjoso, lo hizo sentir ganas de juntar sus labios contras los del chico, al pensar eso se sonrojó, haciendo que el castaño se preocupara.
—¿Duxo? ¿Estás bien?—Preguntó preocupado.
El anterior mencionado estaba sumido en sus pensamientos mientras veía los labios rosados del menor, hasta que sintió como lo sacudían.
—Duxooo, respondee—Dice el chico castaño sacudiendo al pelinegro de un lado al otro.
Luego de haberlo sacudido por unos segundos, dejó al pelinegro en paz para que tomara aire.
—¿¡Qué te pasa!? ¡Te iba a responder!—Reclamó Duxo molesto.
—¡No respondías, estaba preocupando!—Se defendió su contrario.
—¡Pero no era necesario que me sacudidas, pendejo!—Y así empezo una pelea entre los 2 chicos, a la cual termino ganando el pelinegro.
—Esta bien, si fue culpa mia...—Acepto los reclamos el castaño—... Ahora, veamos la película.—
Los dos chicos se sentaron en la pequeña cama, era una cama sencilla de todos modos, pero se sentían bien con la compañía del otro.
Pasaron varios minutos viendo que película podrían ver, se decidieron por una de romance.
Al chico castaño le aburría ese tipo de películas, pero por complacer a su amigo, decidió verla, aunque se estuviera re contra aburriendo.
En una parte de la película, Duxo sintió un peso en su hombro, volteó su cabeza y se encontró al menor dormido, lo cual le dió ternura.
Termino de ver la película el solo, para posteriormente apagar la televisión y acomodarlos a ambos en la cama del castaño, apenas se recostó sintió como unos brazos lo rodeaban, no le tomó importancia y se quedó dormido de igual manera.
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Se despertó muy cansado, analizándolo lo que estaba asu alrededor, intento levantarse de la cama, pero sintió como unos brazos lo apretaban, volteó su cabeza y encontró a Duxo, el chico que hacía latir rápido su corazón, abrazándolo como si de una almohada se tratase.
Sintió como su rostro se calentaba, así que intento salir de esos brazos que lo rodeaban pero no podía, asi que no tuvo más opción que quedarse acostado.
¿Por qué no intentó salir con cuidado? Fácil, sabe que hará cualquier cosa y hará que el pelinegro se despierte, y eso era lo que menos quería, porque a su vista ese chico se veía atractivo durmiendo, esos mechones azabaches cayendo por su rostro, y esas hermosas pestañas cerradas con delicadeza, y esos hermosos labios que se veían apetecibles para besar.
Al pensar eso, sintió como se calentaba más su cara, y sintió los rápidos latidos de su corazón.
Él nunca había experimentado ese tipo de sentimientos y pensamientos, aunque a el le gustara, solo podía pensar que llevaban muy poco tiempo siento amigos y que un sentimiento de corresponder sería casi nulo.
Al pensar eso sintió un dolor en el pecho, aunque sabía que era verdad, no podía negar que ese chico pelinegro le dió una chispa que no había tenido antes, desde ese momento, ha tenido más inspiración en los poemas que ha hecho, y por ess razón de siente culpable...
...Se siente culpable y que sabe que no es correspondido, y peor aún, no llevan ni un mes conociéndose, y lo hacía sentir mal.
El chico a su costado se levantó al sentir unas gotas húmedas cerca de su mano, al abrir un poco los ojos pudo visualizar al castaño con lágrimas en los ojos, intentando no hacer ruido.
—¡Dios mío Aquino! ¿Estás bien?—Habló un adormilado y preocupado chico.
—S-si, e-estoy bien, n-no te preocupes...—Habló el contrario con la voz quebrada.
El azabache se sentó en la cama, para posteriormente jalar al castaño del brazo obligándolo a levantarse, para darle un calido abrazo, demostrándole el cariño y aprecio que le tenía.
Omaigat, es el capítulo más largo que he escrito, y lo peor es que lo estoy escribiendo mientras termino una exposición, en fin, momentos de inspiración
Espero les guste, no voy a negar que me siento famosísima por los 51 votos, gracias por todo.
Próximo capítulo se viene poema, aunque ya lo haya dedicado, es buenísimo y siento que pegará con el fanfic.
Adiosss.
Malu 🤠
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"Hacerte Sentir Estrellas" | Duxino
Fanfic"Diego Aquino, es un chico al que le encanta escribir poesía, pero llega un momento en el que pierde esa chispa que tiene para escribir... ...Duxo Rethey, alguien que se enamora fácilmente y desordenado, esta soñando con tener una pareja que lo haga...