CAPITULO XI

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En una mañana tranquila se vería alguien alegre dirigiéndose a su academia, se caracterizaba por su sonrisa siempre presente y por su pelo color rosado, se llamaba Chika Fujiwara, iría tranquilamente a la academia pero le llegaría el recuerdo de lo que pasó con vegeta esa vez, cosa que la hizo pensar, pero no le daría vueltas y no se preocuparía al suponer que no le pasó nada, cuando estaba en las puertas de su academia vería a lo lejos que estaba llegando Vegeta, solamente esperaría a Vegeta para saludarlo, cuando Vegeta estaba pasando al lado de Chika la ignoraría haciendo que ella se quede sorprendida que se quedo como piedra.

Chika recapacitaría después y buscaría a Vegeta, al inicio no lo encontraba pero cuando se iba a rendir escucharía que alguien hacia gruñidos cosa que supo quién era, encontraría a Vegeta con una vena en su frente al no entender como era abrir su casillero, por el enojo uso su fuerza para abrir el casillero en frente de Chika aunque no notó su presencia, que hizo que la peli rosa se sorprendiera tanto que no pudo decir nada, mientras para Vegeta fue un alivio abrir ese casillero, luego notaria la presencia de Chika.

Vegeta: ¿Y que estás haciendo acá?, ¿No debes hacer cosa de lo que hagas?.

Chika: ¿Cómo lo has hecho?. (Aún estando sorprendida).

Vegeta: no viniste por algo, eso explica del porque estás acá.

Chika: ¿Por qué estoy aquí?, (Queriendo recuperar la compostura), ohh si cierto, te vine a saludar y también a recordarte de lo que querían hablar contigo, pero creo solo te lo digo nomás para que no vallas. (Recuperándose un poco).

Vegeta: ese sería bueno, librarme de más estupideces. (Pero sería ignorado y Chika estaría dónde Vegeta para ver el casillero roto de más cerca).

Chika: ¿Cómo lo hiciste?, (Mirando el casillero), ¿Qué tanta fuerza tienes? (Observaría a Vegeta de pies a cabeza, haciendo que se alejé).

Vegeta: No es que sea algo difícil de romper eso, y ¡deja de mirarme que pareces tonta así!.

Chika: es que me sorprende como lo
rompiste, lo hiciste ver fácil. (Sosteniendo la puerta del casillero).

Vegeta: de hecho lo es.

Chika: ohh… ¿Y como lo repararas? Si te encuentran con el casillero.

Mientras que Chika se hacía su novela, Vegeta le arrebato la puerta del casillero y para la vista de Chika solo puso la puerta con fuerza donde estaba, la sorpresa era que se veía que se había arreglado cosa la dejo con los ojos abiertos y sin palabras.

Vegeta: aquí está tu problema, ahora no molestes. (Luego de decir eso, Vegeta se estaba por irse pero antes de hacer un paso). Oye insecta, ¿No vas a pasar clases?, Es hora de irse.

Chika: pero falta aún. (No pudo decir nada ya que le dio miedo por un momento al ver cómo lo miraba Vegeta, que expresaba poca paciencia).

Vegeta: y es mejor que no digas nada,
esto no a ocurrido, entendido, (Chika solo asintió la cabeza como respuesta), Vamos ya, que va ser hora. (Con voz autoritaria asiendo que le haga caso inmediatamente).

Después de lo ocurrido pasarían clases ambos, pasando el tiempo Vegeta estaría solo en el receso, estaría caminando sin rumbo para distraerse aunque para sorpresa para él le habían llamado en su reloj inteligente, se alejaría de todos los que lo rodeaban para que pueda responder sin molestia y que nadie pueda escuchar su conversación.

Vegeta: Cuando te di este número no era para que me llames dentro de este lugar, solo para cosas importantes. (Reclamando).

Futaro: lo siento Vegeta, pero es importante que vengas un momento a hacerme un pequeño favor cuando salgas de tus clases.

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