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2 días después
Scarlett
Ya llegue a Brighton, traje algunas cosas para Lulú y cosas para Iker. Pará Lulú una tasita para beber agua y un collar que le hiso mi padre con su nombre en dorado Lulú♡.
Llegó a mi departamento muy emocionada extraño mucho a Iker y a Lulú, llegó ala puerta y tocó la puerta.
Iker abre y salto para abrazarlo, el me abraza y me besa.
—Te extrañe mucho —me alejo un poco de él.
—Yo también —noto cierto nerviosismo pero lo ignoro.
—Y Lulú? Les traje cosas —dejo mi mochila en la mesa— Lulú gatita —la llamo pero ella no aparece—¿Y Lulú? Papá le hiso esto.
Saco de mi bolsillo el collar y se lo doy a Iker en sus manos. Espero respuesta pero no tengo ninguna respuesta.
—Iker —llamo su atención— ¿Dónde está Lulú?
—Scarlett yo —me empiezo asustar.
—Iker —advierto con mi voz— Lulú, gatita ¿donde estas? —ella no viene— Iker dime donde está mi gato —el no responde— Iker! Te estoy hablando ¿donde esta Lulú? —el no responde y me empiezo a asustar— Iker!
—La mate —mi corazón se detiene.
—Que? —se quiebra mi voz.
—Fue un accidente —se excusa— Estaba muy estresado y ella empezó a maullar mucho y aruñarme, me salí de mis casillas y...... Le clavé un cuchillo en el abdomen —mi corazón se rompe completamente.
—Que es lo que te pasa!? Eres un imbecil! Te dije que la cuidaras no que la matarás —sollozo— Haci será esto desde ahora?
—De qué hablas? —pregunta confundido.
—Debo tenerte miedo? No debo hablarte ni tocarte porque clavaras un cuchillo!?
—No, Scarlett yo jamás te haría daño —se acerca a mi.
—No te creo nada! Ni la mínima palabra pensé que querías a Lulú pero mira la estupideces que hisiste —suspiro— ¿donde esta? Donde la dejaste?
—En el parque, donde la lleve esa vez —las lágrimas siguen callendo con cada palabra— Pero yo te traeré otro gatito te lo prometo.
—Yo no quiero otro gato! Quería a mi gatita —me limpio las lágrimas— Vete si? Déjame en paz y no vuelvas.
Me doy media vuelta y me tiro en la cama a llorar estaba tan feliz, tan feliz por verlos a los dos por abrazar a mi gatita que me acompaño desde que llegué aquí.
Y el la mato, Iker entra a la habitación pero no quiero mirarlo.
—Perdóname porfavor —toma mis manos— No queria, fue por mi instinto.
