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Scarlett
Camino al hospital muy tranquila,ya no siento náuseas pero sigo asustada una presión en mi pecho no me dejo dormir en toda la noche.
De solo pensar que tengo a una personita me agrada pero ala vez me aterra porque Iker me asusta que le haga algo que le haga daño que me haga daño.
O que le haga daño al bebé o ala bebé.
Al llegar al hospital me acerco ala recepción.
—Hola buenos días, necesito mis exámenes —digo.
—Cuál es su nombre —responde el chico.
—Scarlett Hlom —el chico se levanta y busca entre unos papeles.
—No los encuentro, espéreme un momento —sale por el pasillo.
Me quedo hay un rato y lo vuelvo a ver.
—Puede pasar señorita? —asiento.
Lo sigo por el pasillo.
—Pase —indica una puerta.
Entro y es un pequeño consultorio una mujer aparece frente a mi con una sonrisa.
—Porfavor siéntese.
—Es muy malo lo que tengo? —preguntó.
—No, sólo está embarazada felicidades —una sonrisa se pinta en mi labios— Y como lo está —abre un cajon— Esto debe tomárselo. Son vitaminas.
—Pero como? Yo tomaba mis pastillas. No entiendo.
—Las pastillas no siempre son efectivas —explica— Tiene un mes ya va para dos haci que desde ahora debe de tomar sus vitaminas y comer saludablemente —asiento— El mes que viene usted viene y le haremos una ecografia.
—Esta bien muchas gracias encerio.
Tomo las vitaminas y salgo de allí, feliz pero con mucho miedo no puedo decirle a Iker no ahora primero debo saber que hacer. Iker no quiere hijos yo si.
Y no quiero que me valla hacer daño solo porque se lo oculte.
Al volver a casa Iker me espera con respuestas.
—¿Y bien? —pregunta.
—Te dije era por la comida —guardo los exámenes en mi bolso.
—Bueno ¿que te dijieron?
—Qué el fue el jugo que me hiso mal, tanta leche y azúcar me hiso mal —Iker asiente.
—Esta bien —se acerca a mi.
Me alejo porque su olor es muy fuerte y no me gusta, el que usa me encanta pero ala vez me dan ganas de vomitar.
