Capítulo 11: Llegamos a las nubes

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-¡Hora de levantarse! –entra tía Cherry a la habitación.

-No, tía. No me siento bien –Luis se envuelve con la manta.

-Yo igual –tose.

-Muchachos. Basta de juegos. ¿Por qué apagaron sus celulares? Anina me llamó para decirme que no irán a la escuela y quería que se los dijera. Nada de excusas –abre la cortina dejando al sol iluminar la habitación.

-¡No! –Marco se para cerrandola.

-No que estabas enfermó. Díganme que pasa.

-Apagamos nuestros celulares y dispositivos porque no paran de llegar mensajes.

-¿Y?

-¿No lo ha visto, tía?

-Saben que salí hasta tarde ayer.

-Tenemos un problema –Luis observa por la ventana.

-¿Qué está pasando? –ella no puede creer que la casa estuviera rodeada de gente.

Toma el celular reproduciendo las noticias en vivo.

-Estamos aquí en la casa de los novios de las princesas. Nadie ha salido y hay silencio. Según investigaciones se llaman Marco y Luis Shine. Sí, dos jóvenes de la preparatoria del reino Love.

Observa las fotos que se muestran en la pantalla al lado del reportero.

-Muchachos... ¿Qué...? ¿Qué es esto?

-Es solo un malentendido –ya estaba por darle un ataque a Luis.

-Tía, en el festival... Solo nos divertíamos. En está –apunta a su foto –Core atacó y Anina lo logró pero estaba tan cansada que se quedó dormida.

-Y, aquí, yo solo estaba bailando. Pero... –pasa su mano por el rostro –Las personas lo malinterpretaron.

-Ok. Solucionaremos esto. Primero, vamos al castillo.

-¿Cómo?

-Siganme.

Bajan hasta el sótano. Remueve unos aparatos viejos y empuja una estantería. Notan que es más fuerte de lo que pensaron.

-Por aquí. Este pasadizo nos llevará hasta los jardines.

Avanzan por el túnel húmedo y oscuro. Se detienen en una escalera oxidada y mohosa. Ella sube y quita la tapa agujerada. Al salir, la vuelve a poner.

Llegan a la puerta de servicio. Un guardia alto y robusto con un traje azul rey y botas negras vigilaba.

-Hola Bernardo, buenos días.

-Buenos días, Cherry –les abre la puerta –¿Qué tal chicos?

Ellos sonríen sacudiendo la mano.

-¿Qué no es el ex novio de tía Cherry? –susurra Luis a su primo.

-Sí, es él.

Entran a una habitación iluminada por los rayos matinales entrando por los ventanales.

-Siéntense y esperen.

Toman asiento en uno de los dos sofas blancos en L tan largos como para cinco personas en lo que ella sale. Ambos no dicen ni una palabra debido a los nervios de la situación. Luis sacude ambas piernas sin saber que pensar y Marco pierde la vista en el jarrón de estampado dorado sobre la mesa de cristal.
En breve regresa con Ed y detrás sus amigas. Daisy tenía las mejillas rojas lo cual nadie presta importancia.

-No es una buena situación, eso es verdad, muchachos –toma la palabra Ed –pero encontraremos una solución.

-Tal vez escondernos por un tiempo... –comenta Luis con débil voz.

Starlight IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora