-¿Qué harán el fin de semana? –les pregunta Coco.
-No lo sé –responde Luis –Además de la tarea.
-Depende las circunstancias –dice Anina –Nos vemos.
Salen por la puerta de la institución. Coco cree que hay más en ellos. Algo que ocultan.
***
-Sí, señor Ed. Nos llamó.
Marco y Luis llegan al rincón de reposo de él. Un sillón con una mesa en el centro y altas estanterías rodeando la habitación.
-Claro, mis jóvenes. Sé que acaban de terminar las clases pero quería hablar con ustedes.
-¿Qué pasa?
-Ambos han estado apoyando mucho a mi nieta y a Daisy. Incluso en esta intolerable situación que entiendo no es fácil. Por eso, debo agradecerles a los dos. Como siempre su familia ha demostrado una lealtad y valor extraordinarios. Gracias.
-No hay de que.
-Por eso, he decidido darles esto.
De una cajita de la mesa saca un par de tarjetas.
-Gracias. ¿Qué son? –pregunta Luis.
-Una tarjetas con cierta cantidad con dinero.
-No podemos aceptarlo, señor Ed –Marco extiende la mano intentando devolvérsela.
-No. Son para ustedes. No es una cantidad exorbitante pero suficiente para que lo usen en lo que necesiten. E, insisto.
Sin más lo aceptan.
Regresan a su casa para prepararse antes de partir de nuevo a otro reino.
-Hola, tía.
-¿Qué tal les fue en la escuela?
-Todo bien –responde Luis.
-Fuimos a ver al señor Ed y nos dió esto –muestra la tarjeta.
Tía Cherry la toma analizandola por unos segundos.
-¿Cuánto dinero les dió? –pregunta firme.
-No sabemos.
-Bien, bien –se la devuelve –Vamos a comer.
En sus adentros se molesta con Ed. ¿Cómo es posible que les diera esa clase de tarjetas con la capacidad de tener millones dentro? Tenía que hablar con él. No iba a dejar que se tomará libertades con ellos.
***
Están en el reino de la playa. Se encuentran con Félix y Marina.
-Hola de nuevo –saluda Marina con su cabellera rojiza atada en una gran coleta.
-Hola.
-Les pedimos que vinieran para darle esto –dice Félix mientras le entregan ambos diamantes.
-Los cuidaré...
De repente, un impacto cercano a ellos hace que salgan volando en diferentes direcciones.
Despiertan aturdidos.-¿Estás bien? –le pregunta Marco ayudándola a levantarse.
-Sí, ¿y los demás?
-Aquí estamos –Luis sostiene a Daisy que seguía aturdida.
-¿Dónde están Marina y Félix? Y, ¿los diamantes?
Félix despierta. No ve a nadie cerca.
-¡El diamante!
ESTÁS LEYENDO
Starlight II
Adventure'Poco después de que el gran diamante surgió, otros nacieron los cuales otorgaban poderes. Un nuevo reino nacía un nuevo diamante surgía. Se les confío en la familia gobernante pasándolos de generación tras generación. Al ver el peligro fueron ocult...