💜38: Pensamientos💜

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— ¡Espera, Moonbin! — gritó el omega, corriendo detrás del alfa para ver cómo este se detenía en la banca de un parque.

El peligris contenía el llanto, no podía hacerlo públicamente. Hace mucho que había dejado de llorar.

Eun Woo se puso delante de él acunando las mejillas adversas y queriendo que este hiciera contacto visual. Su corazón dolía, su alfa se veía demasiado frágil.

— Vamos a estar bien. ¿Si? — le habló bajito, acariciando la piel tersa de su rostro con ambos pulgares. — No importa que tan complicado sea, vamos a superarlo juntos.

Moonbin sintió sus ojos arder, sorbió por la nariz nuevamente y cubrió el cuerpo de su omega en un abrazo necesitado. Eun Woo le correspondió el toque, dándole suaves caricias en la nuca mientras dejaba que este escondiera parte de su rostro en la unión de su cuello y hombro.

— Todo estaba yendo bien. — susurró con la voz quebrada. — ¿Por qué ahora?

— Hay ciertas cosas que no podemos evitar, solo suceden. Aún así, no olvides que estaré siempre para tí. ¿De acuerdo?

El peligris apenas y asintió, su lobo siendo envuelto en un aura de calor reconfortante. — Solo te quiero a ti y a mi papá. Son mucho más que suficiente para mi vida.

Eun Woo sonrió enternecido. — Vamos, quizás quieras hablar sobre el tema con él.

— No, de ninguna manera. No pienso decirle que he visto a ese tipo, el pasado debe quedarse donde está.

El omega suspiró bajito, aunque no supiera sobre el tema con profundidad, podía inferir lo que presenció en aquella escena junto a las palabras de Sanha anteriormente.

"Un lazo roto" "Abandono"

— Hay mucho que analizar. ¿No creés? — rodeó con sus manos el cuello del alfa para sacarlo de su improvisado escondite y mirarlo fijamente. — No insistiré, solo quiero tu tranquilidad. Si gustas, puedo llamar a JinJin y decirle que no podremos ir a la fiesta, puedo quedarme en casa contigo.

El alfa pensó por un determinado tiempo y, aunque la idea de dormir abrazando a Eun Woo era algo maravilloso, no podía fallarle a su mejor amigo.

— Estoy bien, Wonnie. — acunó las esponjosas mejillas y le dio un corto beso en la frente. — Pasaré a tu casa a las siete de la noche y prometo llevarte temprano de vuelta.

El mencionado quiso conformarse con aquella respuesta, pero al notar que el asunto era delicado, terminó por desistir solo un poco.

Moonbin se prometió tan solo beber un vaso, pero aquel sabor quemando su garganta era mejor que detenerse a pensar sobre lo que pasó en la tarde. Él tenía muy bien sabido sobre su fijación con el alcohol, pero solo por esa vez quería darse el gran gusto de olvidar.

Eun Woo, quien por apenas un par de momentos se alejó de él, ahora estaba a su lado con la preocupación ascendiendo. — ¿No creés que ya es demasiado? — no recibió respuesta alguna y eso no ayudaba en nada a mantener la calma. Por lo que decidió buscar alguna botella con agua mineral, tenía que haber al menos una.

Procuró no tardarse demasiado, caminando rápidamente en medio de los tumultos de gente. Cuando fue a la nevera y encontró un par de estas, suspiró aliviado para volver hacia el alfa. Pero al llegar, nuevamente el sentimiento de inquietud torturó su pecho al no encontrarlo.

— ¡Hey Woo! — se acercó JinJin con una gran sonrisa. — Perdonen la demora, pero tuve que hacer yo mismo las botanas otra vez.

— ¿Viste a Binnie?

— ¿Qué? ¿No se supone que estaba contigo? — arqueó una ceja con duda, dejando la charola en la mesa.

— Lo dejé solo por un momento, estaba tomando mucho y quise traer algo para que se detuviera. Yo...

— Espera, tienes que tranquilizarte. Debe estar por aquí. — dijo tomándolo de los hombros. —Creó que fue mi culpa al exponer tanto licor — chasqueó la lengua. —, pero es que casi nunca abusaba de ello por más que le gustara.

— No es momento para lamentarse, Jinnie, ayúdame a encontrarlo.

— Por supuesto, mandaré a Hoseok a buscar en las afueras de mi casa y yo iré al segundo piso. No te preocupes, tú intenta dar con él por aquí.

Eun Woo asintió, viendo como sus amigos alfas se ponían de acuerdo para ir cada uno por su lado. No quería parecer alguien exagerado, pero su lobo aullaba preocupado, sintiendo la mezcla de dolor y tristeza por parte de Moonbin.

Caminó incesantemente por todas las partes de la casa y no habían algún rastro. Intentó preguntar a alguien, pero todos ahí parecían demasiado ebrios como hasta para mantenerse de pie.

Fue justamente cuando llegó al último cuarto de lavandería que notó que la pared de ventanal daba acceso al jardín de los Park. Una exhalación lenta salió de sus labios al ver la figura de su alfa sentado con la botella en una de sus manos. Abrió la puerta corrediza, se apresuró a llegar a él y se puso de rodillas para abrazarse a su cuello.

— Te estuve buscando, pensé que te fuiste, que te podías perder a estas horas de la noche. — habló con prisa. — No debiste hacer eso, sé que al fin y al cabo son tus decepciones pero tuve miedo. Espera. ¡Tengo que avisarle a JinJin! — exclamó, intentando levantarse. No contó con que Moonbin volviera a tomar su mano para apegarlo a él y hacer que se sentara en su regazo.

— Quedémonos unos momentos más así. — susurró suave y ronco. Permitiendo que Eun Woo apresara su torso con ambas piernas.

— ¿Qué es lo que pasa? — interrogó, viendo la falta de brillo en los ojos de su novio. — Sabes que puedes confiar en mí.

Antes de responder, el alfa le dio un profundo ósculo. Impregnándole el sabor fresco del licor y quitándole la respiración por unos segundos debido a la sorpresa, dejando que las frías y largas manos se posaran en su caliente rostro, percibiendo la diferencia de temperaturas. Al separarse, notó el rubor en las pálidas mejillas.

El omega jamás recibió un beso así, pero de todas formas había quedado encantado. Con algo de pena, escondió su rostro debajo de la mandíbula de Moonbin.

— Lamento haberte hecho preocupar, pero los pensamientos me carcomen la cabeza. El saber que después de tantos años he vuelto a verlo, me deja intranquilo. Quiero olvidar lo que pasó hoy.

— Sé que no puedo comprender por lo que estás pasando, pero quizás esto ocurrió por alguna razón. — entrelazó su mano con la más grande. — Tal vez deberías considerar la idea. No por él, sino por tí. Para que dejes que esos duros años que te mantuvieron con resentimiento y una ideología errada se vayan, para que al fín puedas ser libre de esas ataduras. Siempre podemos aprender a perdonar.

Moonbin sopesó lo escuchado.

— Sea cual sea tu decisión, voy a apoyarte. — alzó el rostro, sonriéndole dulcemente. — Solo intenta ver qué es lo que te mantendrá en paz contigo mismo. Y así podremos avanzar.

El frío era realmente gélido, pero ambos entre los brazos del otro, sentían más que suficiente la calidez envolverlos. Eun Woo lo calmó con una sonrisa y le dio varios besitos en los labios, haciéndole reír, tratando de dispersar las preocupaciones, al menos por lo que quedaba de esa noche.

— ¡Por la Diosa Luna, aquí estaban! — gritó un JinJin lleno de pasmo. — Vaya Bin, no sabía que eras todo un travieso. Mira que venir hasta aquí~

Hoseok estalló en carcajadas. Eun Woo todo abochornado, volvió a esconderse en el cuello del alfa.

— Cállate, idiota. — le contestó fingiendo enojo pero realmente en su rostro se dibujaba una sonrisa ladina.

Los pensamientos seguirán constantemente en su mente, por lo que tomará el tiempo de hacer las cosas con calma y madurez. Sin embargo, en esos momentos, se divertiría con las personas que están ahí para él.

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El príncipe y el plebeyo ☆ BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora