Abrumados por haber sido criados como primos.
SeongHwa y HongJoong se mudan a la ciudad para trabajar, estudiar y demostrarse a sí mismos que pueden ser alguien sin tener que utilizar la influencia de sus padres.
Mientras la tensión, el fracaso, la...
–Cumpleaños feliz, te deseamos a ti, feliz cumpleaños Pastor Boo, feliz cumpleaños a ti. ¡Un aplauso!
Los presentes aplaudieron mientras el pastor soplaba la vela de 80 años de su pastel.
–Feliz cumpleaños, papá. -SeungKwan abrazó al hombre mayor.
–No pareces de ochenta años, ¡luces como un hombre de veinte! -dice JeongHan.
El anciano rió y se sentó nuevamente en su sillón.
–Gracias, muchachos.
–Cortemos este pastel. El primer trozo será suyo, tienes que comértelo todo, MinGyu le puso mucho amor. -SeungKwan tomó el cuchillo y cortó un trozo grande y lo dejó en un plato.– Aquí tienes, papá querido.
–Gracias, hijo mío.
A pesar de su edad, el pastor estaba lúcido y tenía su memoria intacta.
Boo logró casar a HongJoong y SeongHwa, al final.
Con respecto a si lo lograría con JongSeong...
–Jugo de naranja, como a ti te gusta. -SeungKwan también le sirvió su caso y se lo dejó al alcance y con una pajilla para sorber.
–¿Le gusta nuestro regalo, pastor? -preguntó JongSeong de catorce años.
–Si, hijo, esta almohada es muy suave y cómoda, mi cuello descansa muy bien.
SeungKwan continuó cortando trozos y entregándolos a los invitados.
Muchos miembros de la manada pasaron y felicitaron al pastor.
Hicieron un evento en la capilla y trajeron muchos regalos.
El pastor estaba muy alegre.
–Ah, me gusta esto. Una gran familia. -Boo sonrió a todo su público.
Joshua preparó su teléfono sobre una superficie y pulsó el temporizador.
–Ok, familia, todos con el pastor.
El montón de gente se agrupó alrededor del anciano y sonrieron a la cámara.
Todos estaban ahí.
SeungCheol, JeongHan, Chan con JunHui y JongSeong, HongJoong y SeongHwa con su hijo de cuatro años; Joshua con SeokMin, Samuel y la pareja de Sam; HanSol y SeungKwan con sus mellizos; MinGyu y WonWoo con unos MinGi y SeulGi de dieciocho años; JiHoon, Bumzu y ChaeHyun; Hoshi, MingHao, YanAn, ByulYi, Xiwang y Nuwang; MingMing con su hija adoptiva; ChanYeol, BaekHyun y MinSeo; JongHo y YeoSang; DoWoon, YoungHyun y YunHo; y San, WooYoung, NaKyum y JeUp, su hijo más joven.
Ah, y estaban las hijas de Kkuma y Snow Junior.
Esa tarde la pasaron estupendo con el pastor, manteniéndolo alegre y entretenido.
Boo no pudo pedir algo mejor.
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Toda la manada estaba reunida en la hoguera.
SeungCheol abrió la tapa de la vasija y roció las cenizas del fiel y amado pastor en el aire.
Ese fue su último cumpleaños.
Meses después, se marchó con una sonrisa en el rostro y en paz.
SeungKwan seguía llorando incluso en ese momento mientras se despedía una última vez de su padre.
El hombre que sin ser su sangre, lo había adoptado y criado como su hijo y le dió tanto amor y atención.
En su forma humana, todos aullaron a la luna despidiendo a ese icónico personaje que los acompañó por muchas décadas.
(N/A: No estoy llorando, tú estás llorando.)
Estuvieron todos ahí presentes hasta que las cenizas se acabaron y se quedaron todos sin lágrimas.
Poco a poco, se fueron retirando y echando un último vistazo a la luna.
La familia se sentó alrededor del fuego.
–¿Saben? -comenzó HongJoong.– Todo este tiempo pensé que el pastor iba a ser eterno. Nada será igual sin él.
–Nada, hijo, tienes razón. -suspiró SeungCheol.– Pero él ahora está con su Dios. Se fué feliz, en paz. Cumplió su deber en este mundo y se merece el paraíso.
SeungKwan esnifó y se aferró al brazo de HanSol.
–Papá siempre fue feliz aquí. En medio de lobos encontró su hogar. Jamás se arrepintió ni deseó haber hecho algo más.
–Vuela alto, viejo amigo. -HanSol miró al cielo.
–Me siento pleno habiendo conocido y compartido con el pastor. Creo que me arrepentiría de no haberlo hecho, era una persona maravillosa. -dice JunHui.
–Y siempre nos cuidó cuando éramos niños, con nuestras travesuras. -aportó MinGyu.
–Lo voy a extrañar. -dice Samuel.
–Todos, sobrino. -responde WonWoo.
–Ya que estamos aquí, ¿una ronda de historias? ¿Cómo siempre? -propuso JeongHan.
–Si, a ver, ¿quién quiere iniciar hoy?
WooYoung levantó la mano.
–Muy bien, adelante.
–No sé si esta historia estará acorde a la situación, muy probablemente no. Seguramente el pastor se escandalizaría, pero, necesitamos reír un poco luego de tanto llanto. A esta historia la llamo: el secreto de San.
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