Be Yours ❥Rubegetta Omegaverse❥

❥Property

El sirviente de nombre Mangel, sostuvo en sus manos un cofre pequeño y camino junto a su señor, Lord Doblas que pagó al tratante de esclavos. Al hombre casi se le salieron los ojos cuando se abrió el cofre. Había aproximadamente el triple de lo acordado en monedas de oro.
Guillermo se acercó y sonrió cinicamente.

-Vaya, vaya, Señor Ruben. Es una cara adquisición la que acabas de hacer. No crees que ese esclavo vale un cuarto de lo que acabas de pagar? Debió tomarme también a mí en cuenta, señor...

Guillermo dijo lo último visiblemente molesto, mirando al traficante de esclavos y continuó quejándose. El otro hombre solo sonrió incómodo sin saber que responderle. Pero Ruben interrumpió dirigiéndose a el.

-En el cofre encontrará el triple de lo acordado. Tengan buenas noches, señores. Me retiro.

-Gracias, Lord Doblas... Fue un placer hacer negocios con usted. Sabía que sería de su agrado-respondió el inescrupuloso vendedor.

Guillermo tomó por el brazo a Ruben deteniendolo y Ruben tuvo que suprimir su molestia al ser tocado por aquel despreciable alfa. Solo se giró levantando una ceja.

-Querido amigo... No quiero ofender tu elección en esclavos-le dijo el albino-Al contrario, el omega es por decir menos... Delicioso. Estoy seguro que podríamos llegar a un acuerdo monetario generoso de mi parte y compartir los servicios del esclavo. Que piensas?

Ruben sonrió burlonamente.

-Por qué lo haría? Sabes bien que no comparto mi propiedad. Ahora si me disculpa Lord Díaz, debo partir. Ya anochece.

Guillermo asintió, viendo al hombre que se retiraba y subía a su carruaje. Empuñó ambas manos. No era de los que se rendía fácilmente. El tendría una buena probada de ese omega, aunque tuviese que ser a escondidas del alfa y se aseguraría de amenazar al omega para hacerlo permanecer en silencio.
Así sonrió maliciosamente y subió a su propio coche.

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Samuel fue llevado en los brazos del alfa desde el carruaje, hasta una habitación lujosa. Todo lucía tan cómodo y lleno de almohadones perfumados que Samuel estaba seguro que debió pertener a un omega antes.
El alfa lo depositó sobre una cama con un ejército de mucamas y el sirviente de lentes entrando tras ellos. Lord Doblas se puso de rodillas frente al azabache y procedió a examinar sus tobillos y pies. Luego se levantó para ver sus manos y sus dientes. Samuel se sonrojó nuevamente. Sentía que era tratado como un animal valioso. El alfa se arrodilló nuevamente tras soltar su mandíbula y constatar que tenia buena dentadura.

-Soy Lord Ruben Doblas. Te examinaré después de tu baño y limpieza. Te pido seas considerado y amable con mi servidumbre. Después te permitire comer y podrás descansar aquí. Esta será tu habitación desde hoy.

El Lord se levantó, quitándose su gabardina y chaqueta. Una sirvienta tomó las prendas y se retiró.

-Escucha, te compré con un trabajo en mente. Uno especialmente para tí. Me encuentro en necesidad de una nodriza de leche para mi hermano pequeño de cinco años. Espero que lo trates con sumo cuidado y respeto y serás tratado de igual manera. Akira te asistirá en todo lo que necesites por hoy. Mañana conocerás a Iván.

Samuel parpadeó y asintió. Susurró un debil gracias y bajo la mirada a sus manos, antes de escuchar el sonido de las botas del alfa, quien se retiraba dejándolo a solas con cuatro mujeres, una de ellas era la hermosa y alta ama de llaves llamada Akira.

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Las mujeres lo bañaron varias veces. Humectaron su piel. Cortaron sus uñas y desenrredaron sus cabellos. Limpiaron cada orificio de su cuerpo y Vegetta no podía soportar la mortificación. Estaba avergonzado y aliviado de tener esos simples placeres, de agua caliente y cremas perfumadas que aliviaban levemente el ardor en sus tobillos y pies.
Cuando terminaron de limpiarlo de pies a cabeza hasta los dientes y oídos, un toque a la puerta hizo a las sirvientas detenerse de su metódica limpieza. El Lord de la casa se asomó por la puerta momentáneamente.
Al ver que Samuel estaba siendo vestido con una bata de baño, entró y alzó la mano para detener a las mujeres.

-Denme un momento para examinarlo-ordeno amablemente y todas se inclinaron comenzando a salir, excepto Akira, a quien el alfa detuvo con una mano en su codo-Akira, por favor manda a preparar una sopa ligera y un postre cremoso y tráelos. Tambien un té para mí. Gracias.

El alfa volvió su mirada al omega. La bata de baño abierta dejaba al descubierto su cuerpo. Caminó hacia él despacio.

-Omega voy a examinarte. Revisaré si tienes heridas de alguna clase y aplicare ungüentos. De acuerdo?