❥Trust

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Samuel despertó con la calidez del cuerpo de Ruben alrededor del suyo y la frescura de las sábanas le convenció de no moverse a riesgo de despertar al alfa, que roncaba suavemente en su nuca.
Se mordió los labios, debatiendose fuertemente si fingir estar aun en celo, ser osado y provocar al alfa para que volviesen a tener sexo una vez más. No recordaba mucho de lo que hicieron, pero lo que recordaba era maravilloso.
Su aroma se volvío más denso y dulce con su deseo. Entonces sintió el brazo de Ruben enroscarse ejerciendo un poco de presión en su cintura y su sonrisa en su nuca. El alfa estaba despierto.
Samuel se tensó y cerró los ojos al tibio aliento en su cuello. La voz de Ruben, un poco ronca a causa del sueño, le hacia cosquillas.

-Buen día, omega... Hueles delicioso-murmuro en su oído.

Samuel gimió y decidió no fingir. Solo movió sus caderas hacia atrás, buscando el roce contra la evidente erección matutina del alfa.
Ruben aspiró de sorpresa. Sus manos apretaban las caderas del omega. Luego lo colocó de espaldas sobre la cama, mirándolo a los ojos. Ya no olía el celo en el contrario. Samuel no dijo nada. Solo mantuvo la mirada y se mordió los labios.
Ruben capturó sus labios en un beso apasionado. El azabache solo se dejó llevar por el deseo del alfa y el suyo propio, que revoloteaba en su interior. Sus piernas rodearon las caderas del contrario y sus brazos rodearon los hombros desnudos. Lubricante comenzó a humedecer sus nalgas nuevamente.
El corazón del omega latía rapidamente. Sus labios buscaban con desesperación los del alfa. Devolvía el beso con pasión apenas contenida, pues quería volver a sentir a su alfa dentro de él.

-Omega... Puedo?-pregunto el Lord y el azabache asintió entre besos.

Ruben se posicionó y lo penetró en un solo y lento movimiento de sus caderas. Samuel  inclinó la cabeza hacia atrás. Se sentía tan bien, que se arrepentia de no recordar bien como era tener aquel gran miembro pulsante penetrándolo una y otra vez. Abrazó con fuerza al alfa, mientras éste mantenía un ritmo estable y rápido de sus embestidas.
Samuel jadeaba y en un delicioso frenesí mordió el hombro de Ruben, haciendo que este apresurara aún más la velocidad de sus movimientos. El azabache podía sentir el nudo golpear contra su entrada al tiempo que este crecía.

-Alfa... Por favor!-suplico el omega.

Ruben le sonrió y gruñendo introdujo su nudo de una vez en el cálido cuerpo del omega. Samuel aspiró de sorpresa solo para gemir largamente al sentir el flujo caliente del semen del alfa llenarlo.
Una marca muy evidente y rojiza de sus dientes adornaba el hombro del Lord.
Ruben sintió una descarga de semen entre sus estomagos y gruño mostrando los dientes. Luego continuó penetrando al otro sin detenerse.

❥❥❥

Horas después ambos hombres yacían sobre las sábanas. Samuel tenía su rostro escondido en el pecho del alfa, mientras Ruben acariciaba sus cabellos.
Samuel preguntó algo en voz baja lleno de curiosidad, algo que le preocupaba desde hacía un buen tiempo.

-Por que Iván no habla?

Ruben suspiró en su cabello y aclaró la garganta. Lo que iba a compartir era muy reciente y doloroso para el.

-Fue hace unos meses... Nuestros padres y el vivían en una mansión. Yo los visitaba de vez en cuando, pero no muy seguido a causa de mis negocios. Una noche, mientras todos dormían, comenzó un incendio que se extendió a desde el piso superior al resto de la casa. Iván sobrevivió casi ileso por que fue sacado por los sirvientes, pero nuestros padres... No tuvieron la misma suerte. Mi hermano fue testigo de como el fuego consumió todo. Desde entonces no habla. Cuando lo encontré, tenia el abrecartas de mi madre en sus pequeñas manos. Fue todo lo que sobrevivió al fuego.

Samuel recordó el abrecartas en la cómoda de la habitación de Iván, el mismo que empuñó como arma la noche de la visita de Guillermo un mes atrás. En realidad había pasado tan rápido el tiempo.
Ruben continuó.

-De hecho era el mismo que tenías en tus manos la noche que Guillermo intentó llegar a tí por la fuerza-dijo acariciando dulcemente el rostro del omega-Por suerte logre impedir que llegara hasta ustedes a tiempo.

Samuel levantó la vista y aspiro de sorpresa ante esa información. Eso significaba que Ruben había luchado contra Guillermo para protegerlos.
Samuel abrazó con fuerza por la cintura a Ruben, teniendo los ojos cerrados y empezando a temblar. El alfa acarició su espalda para tranquilizarlo. Aclaró su garganta después de unos momentos y tomó por los hombros al omega azabache para alejarlo un poco. Samuel estaba confundido ante esto, pero Ruben habló haciendo una pausa, lo que confundió aún más al omega.

-Samuel.... Hay algo que quiero que tengas...

Be Yours ❥Rubegetta Omegaverse❥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora