Be❥Yours

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Ruben no podía esperar más. En su furor había dejado una marca evidente a un lado del pezón rosado de su pareja. Pasó al otro, dándole un trato más delicado al tiempo que sus manos abrían sus pantalones para liberar su gran miembro erecto y pulsante.
Alzó por los muslos a su omega. Las faldas éste último cubrían todo y Samuel gimió en su oído al primer contacto del miembro con su húmeda entrada. Ruben comenzo a penetrarlo.
Las manos del omega apretaron los hombros de su alfa y se irguió para empalarse aún más en el duro miembro. Empezó a subir y bajar, con los movimientos del carruaje que empezaba a andar y le ayudaban en su misión.
Las manos de Ruben dejaron de sostener sus muslos para dejar el refugio de sus faldas y sostener su cintura. El omega se movía a placer, pero con cuidado debido a su vientre, mientras las manos del alfa lo acariciaban atraves de la tela.

-Alfa! Alfa!... Dame tu nudo! Por... Favor...-le pidió sin dejar de moverse.

Los grandes pechos del omega saltaban con cada movimiento y Ruben observaba encantado sus hombros y pechos descubiertos. El cabello alborotado con cada salto. Las pantorrillas flexionadas sosteniendo el peso de su cachorro y el propio. Samuel se veía sumamente bello.
El alfa sintió como su nudo crecía y empezaba a golpear contra la entrada sensible de su omega. Lo sostuvo por la espalda baja, guiándolo para poder introducirlo en él.
Los sonidos que salían de los labios de Samuel eran desesperados e insesantes. Sus pechos saltaban aún más con la impaciencia de ser anudado. Ruben alzó las caderas en sincronía con los movimientos de su pareja y el nudo se deslizó dentro, uniéndolos finalmente. Samuel se detuvo y empezó a temblar, terminando en los brazos de su alfa. Ruben lo llenaba con su semen, mientras su nudo se expandía dentro de el.
El Lord depositaba besos dispersos sobre su pecho y cuello. El omega acercó su rostro para besarlo lánguidamente al tiempo que sentia otro pulso de semen llenarlo. Ruben nunca dejo de besarlo delicadamente. Solo los sonidos de sus respiraciones normalizandose se oían en el interior del carruaje.

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El alfa volvió a vestir a su omega, mientras sus manos acariciaban su panzita prominente. Samuel sonrió y empezó a ronronear ante esto. Tomó las manos del alfa entre las suyas para llevarlas a una parte en específico de su estómago y Ruben sonrió al sentir una patadita.

-Alfa... Creo que lo despertamos-le susurró y la sonrisa de su pareja le dió escalosfrios de placer al omega azabache.

-Bueno, ya que está despierto, podemos continuar. No?-le comento el Lord juguetonamente a su pareja.

Samuel soltó una risita y abrió los ojos sorprendido, cuando Ruben lo depositó sobre el cómodo asiento lleno de almohadones y levantaba sus faldas ya arruinadas para continuar haciendole el amor.
El nudo aún los unía. Los movimientos del alfa eran suaves y rápidos. Las faldas interiores del omega estaban húmedas con las huellas de su clímax previo, mientras las manos de Ruben recorrían sus muslos con fervor. Samuel solo cerró los ojos, dejándose llevar ante tanto placer.

❥❥❥


Samuel leía en el estudio, horas después del almuerzo, cuando Iván lo interrumpió con su suave voz.

-Mamá-le llamo el cachorro-No encuentro a Brayan. Estábamos jugando a las escondidas y ya busqué por todos lados.

Samuel depositó el libro sobre una mesa y le miró plácidamente.

-Debe estar con papá. Sabes que su aroma lo calma-le contesto-Tal vez solo sintió sueño. Ven, vamos a buscarlo.

Ambos caminaron juntos hacia la habitación principal y abrieron la puerta despacio. Sobre la cama estaba el alfa, leyendo un libro apoyado en el espaldar y a su lado el pequeño Brayan de 3 años dormía abrazado a él. Una mano del alfa sostenía el libro y la otra acariciaba los rizos azabache del cachorro menor.
Samuel sonrió y entró a la habitación con Iván detrás de él y Ruben les sonrió.
El cachorro mayor se quitó los zapatos y se deslizó al otro lado de su hermano para acurrucarse. Ruben dejó el libro sobre una almohada y lo rodeó con su brazo.

Samuel levantó a Brayan en sus brazos. Los ojos heterocromaticos del niño parpadearon un momento y luego volvió a dormir.
El omega se sento al otro lado de su alfa e intercambiaron un beso al tiempo que Iván tomaba el libro para empezaba a leer con su voz calmada.

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La familia dormía sobre una manta de picnic, pues se habían detenido un momento en el camino para descansar y comer algo. Todos habían hecho un largo viaje en carruaje al pueblo originario de Samuel. Meses antes, luego de buscar mediante los contactos de Lord Doblas, descubrieron donde estaba el primer cachorro de Samuel. Aquel que le habían arrebatado.
Al enterarse el omega donde estaba, inmediatamente fueron en su búsqueda. La niña había sido vendida por su progenitor a una familia pudiente que no tenía la facultad de concebir. Grande fue la sorpresa de Samuel al descubrir que estaba tan cerca.
Al verla de lejos, Ruben le había reconocido de inmediato, ya que su aroma poseía leves brotes del de su omega. Sin embargo, también detectó el leve aroma de aquel alfa ajeno a ellos y fue ahí cuando la alegría que debía sentir, menguo.
Desde que desposo a Samuel, creyó que sería feliz el día que encontraran a su cachorra, que la querría de igual manera como quería al suyo propio y a su hermanito. Pero muy por el contrario, terminó mostrandole los dientes a la cachorra y gruñendole amenazante al punto que Mangel tuvo que intervenir alejándolo. Nadie podía culparle, su instinto la rechazaba al no reconocerla como suya, mostrándose receloso con ella al verla como la hija de su omega con otro alfa. No era su cachorra. No le pertenecía.

Aunque luego de meses y gracias a Samuel, la situación mejoro bastante. Leo aun continuaba mirándole temerosa, siempre abrazada a su madre omega o escondiéndose tras él. Pero Ruben respiraba hondo, mostrándose lo más manso frente a la cachorra. Forzándose a hacerlo, pues era un ser humano antes que un animal. Controlaba sus instintos por amor a Samuel y procuraba tener pequeños acercamientos con la menor, que ya no huía al verle, sino que permanecía, cerca de su ahora padre y hermanos.

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Samuel por fin tenia reunida a su familia y ese pensamiento le había echo derramar lágrimas más de una vez. Ahora Ruben lo abrazaba junto a sus hijos.
Despues de una buena comida seguida de una siesta necesaria, todos descansaban juntos a la sombra de un árbol.
Samuel estaba profundamente dormido. De su boca entreabierta brotaban ronquidos suaves, mientras Brayan succionaba feliz de uno de sus pechos y su hermano mayor hacía lo mismo en el otro. El alfa los miraba divertido, mientras trataba sin exito de dormir a la pequeña Leo en sus brazos.
La escena era enternecedora.
Ruben no podía ser más feliz y sabía que por fin Samuel lo era aún más.

FIN❥

Bueno ya hemos llegado al final de esta pequeña historia. Espero que la hayan disfrutado. Les agradezco el tiempo que se han tomado para darle una oportunidad y leerla. Si te gusto, te invito a leer mis otras historias en mi perfil.
Nos vemos en la próxima y que viva el Rubegetta!! \(✧ヮ✧*)/

Be Yours ❥Rubegetta Omegaverse❥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora