❥Recover

2.3K 267 5
                                    

Samuel tragó saliva, pero asintió. El alfa estaba muy cerca, pero aun no lo habia tocado contra su voluntad.
Ruben retiró la bata y esta se deslizó cayendo a la cama. Procedió a examinar su propiedad con una expresión neutral en su rostro. Su ceño solo se frunció cuando vió una marca fresca de arañazo cerca de la axila del joven azabache.

-Que provocó esto omega?-le preguntó.

Samuel aclaró su garganta y lo miró a los ojos desafiantes.

-Uno de los ayudantes del vendedor... Estaba borracho y quiso extraer leche. El vendedor le dió una paliza justo después de que nos separó.

Ruben sonrió de lado.

-Vi que tus uñas tenían sangre bajo ellas cuando te compré? Dime omega. Dónde lo arañaste?

Samuel alzó la barbilla para verlo fijamente a los ojos.

-Digamos que nunca nadie podrá llamarlo atractivo de nuevo....-le contestó.

Ruben sonrió aún más. Este era un omega fiero y eso lo intrigaba y gustaba más de el. Aplicó ungüento a la marca rojiza y continuó examinando su cuerpo. Cuando Ruben llego a su sexo y entrada, lo miro como cuestionando. Samuel contestó secamente, apartando la mirada.

-No me tocaron. Me guardaron exclusivamente para usted, mi Lord.

Ruben asintió y soltó un suspiro que a Samuel le parecio de alivio. El alfa aplicó crema a las heridas en sus tobillos y a las ampollas en sus pies. Después tomó la bata y cubrió sus hombros.
Un rato después Ruben se acercó al comedor principal y le hizo un gesto al omega para que lo acompañase a la gran mesa. Samuel apretó el cinturón que ataba su bata y caminó tras él para sentarse en una silla a su lado. En ese momento alguien toco a la puerta.
Akira entro con una bandeja grande en sus manos. Esta tenia sopa de verduras, carne asada y crema de vainilla para el omega. Acompañado de té para ambos.
La mujer le sonrió alegremente al azabache. Era como si todos en la casa lo miraran con adoración. O como si esperasen un milagro de él.

Ruben no habló más hasta que Samuel hubo devorado la sopa y empezaba a comer el dulce postre entrecerrando los ojos y conteniendo gemidos de placer. El alfa se limitó a observarlo y sorber su té. Este era de manzanilla, para que el omega pudiese dormir y recuperar fuerzas.
Cuando Samuel iba por la mitad del postre casi se sorprendió al escuchar la voz del hombre. Tan absorto estaba en el dulce platillo y el cansancio que ya empezaba a embobar su mente. Casi no había dormido por estar alerta desde su cautiverio.

-No quisiera ahondar en lo que seguramente son recuerdos tristes... Pero como tu amo debo saber.

El omega soltó la cuchara despacio. Bajó las manos a su regazo y desvío la mirada a la ventana. Mirando el cielo nocturno a traves del cristal, sus ojos color morado, se llenaron de lágrimas que el se reusaba a dejar caer.

-Me quitaron a mi cachorro. Solo tenía dos meses. Luego de eso, mi alfa me vendió. Al inicio creí que por amargura hacía mi. Creí que me culpaba de algo. Pero, solo fue por deudas de juego. Luego de eso me trajeron a la ciudad junto a otro grupo de esclavos e infelices como yo-le contestó amargamente al otro sin mirarle aún.

-Siento escuchar eso. Si las cosas fuesen diferentes te dejaría descansar y familiarizarte con la vida aquí y con mi pequeño hermano, pero me temo que en el estado en el que se encuentra, debo pedirte que le veas lo más pronto posible... Sé que eso puede traer memorias pasadas y entristecerte.

Samuel lo miró con curiosidad. En qué estado estaba el niño que al alfa le le urgía que se alimentara pronto. En ese momento bostezó y se sonrojó. Pidió disculpas, pues no quería parecer insensible, mientras hablaban del pequeño. Ruben solo sonrió y se excusó para retirarse.

-Descansa, omega. Mañana lo conocerás.

❥❥❥

Ruben miraba el fuego de la chimenea en su oficina. De pie frente a las flamas, sus pensamientos iban y volvian al omega que había adquirido esa tarde. Unos golpes a la puerta lo sacaron de su trance.

-Adelante.

Su sirviente Mangel entró en silenvio, colocando dos cuadernos de notas muy usados y el mismo cofre que hubiese entregado antes al vendedor de esclavos.

-Todo listo mi Lord. Los esclavos están en las barracas. Y el traficante y sus dos secuaces bajo tierra. Estos son los libros de registros que pude encontrar.

-Gracias Mangel. Puedes retirarte a descansar.

El de lentes se quedó parado frente a el, con una petición que hacerle.

-Mi Lord.. Quisiera pedirle la mañana libre-le dijo y Ruben sonrió afable.

-Por supuesto. Saluda a Lolito de mi parte y dile a Akira que prepare una canasta para ustedes mañana. Asumo que iran al lago a uno de sus encuentros románticos?

Mangel, un hombre que acababa de matar hacia unas horas a tres tipos sin piedad, se sonrojó como todo un jovenzuelo.

-Si, mi Lord. Muchas gracias-agradeció-Buenas noches.

Ruben siguió sonriendo luego que el otro alfa había cerrado la puerta. Lolito había sido traído junto a otro grupo meses atrás y Mangel había tomado especial cariño al omega pelirrojo, comenzando una relación con el de lentes. Una que Ruben no iba a impedir.

Be Yours ❥Rubegetta Omegaverse❥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora