Cariño, ¿qué nos has hecho? | km omegaverse au

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Todos los besos que Jungkook le plantó en su cuerpo eran la clara y viva prueba de su pertenencia al alfa, su cuerpo era suyo, su corazón era suyo, su existir le pertenecía y él estaba bien con eso.

Porque se sentía seguro en sus brazos, sentía paz cuando lo miraba a los ojos y besaba sus labios. Era suyo.

Paso por el hecho de no saber si Jungkook le pertenecía, porque tenía la respuesta desde la primera noche.

Era suyo.

Se pertenecían el uno al otro, sobre todo en aquellas noches que la luna los arrullaba entre su luz y las estrellas los cubrían.

"Kookie." Susurró sobre sus labios, acariciando sus cabellos y viéndole con amor profundo en sus ojos cafés.

"Ángel." Le sonrío de lado como siempre hacia, beso su cuello mientras seguía con sus movimientos, sosteniendo el muslo del omega aún más fuerte, dejando sus dedos marcados sobre la piel lechosa.

Pero serían marcas que se desvanecerian en unas cuantas horas, no importaría cuando las viera en el espejo. Jungkook había marcado su cuerpo de distintas formas, con mordidas, besos y con esperma, había dejado huellas en su cuerpo pero Jimin aún no lo había hecho.

Se puso a pensar en eso, ¿cómo es que Jungkook no lleva alguna marca suya cuando la misma luna sabía que era suyo? No tenía sentido.

Un beso podría ser una marca, pero esos siempre sucedían.

Una mordida podría ser una marca pero dejaría un feo moretón.

Un chupeton podría ser muy corriente. Aunque todos podrían ver la marca en su cuello, todos susurrarian y se preguntarian que quien habrá sido el autor, pero no era su estilo.

Por una extraña razón recordó los mensajes que había visto con aquella mujer, recordó como es que ella le respondía tan confianzuda, recordó como siguió sus bromas y como le hablaba, le dio rabia, ella no tenía porque hablarle así cuando Jungkook le pertenecía a él.

Así que, llevo su mano al cuello de Jungkook y coloco una de sus uñas en su cuello, la presionó lo suficiente como para acerle un rasguño fino, la piel se enrojeció y unas cuantas gotas de sangre se asomaron, ya había dejado una marca suya y visible en su Jungkook. Cualquiera que viera su cuello vería su rasgadura.

El alfa se quejó, el fino corte le dolió y ardió un poco más. "Sin arañar."

"¿Por que?" Hizo un puchero, como si fuera un cachorro regañado.

"Porque me lastimas." Dijo retirándose de encima de Jimin, cayendo a su lado. "Ahora me va a picar cuando esté cicatrizando."

"Así te acuerdas de mí." Sonrío mientras abrazaba a Jungkook de la cintura, recostó su cabeza en el pecho del alfa mientras cerraba sus ojos.

"Claro, claro." Rió, devolviéndole el abrazo a Jimin, solo que más vacío, solo lo hacía porque el cuerpo del omega era cálido.

"Quería preguntarte algo..."

"¿Qué pasa?"

"Mi celo será en unas dos semanas, o algo así, siempre lo pasó solo y es muy doloroso, así que quería saber si tú..." No pudo terminar la oración porque Jungkook le interrumpió.

Los ojos le brillaban como si fuera un niño pequeño a punto de recibir un regalo.

Un juguete.

"¿Si quiero pasar contigo tú celo?" Preguntó con una sonrisa.

"Sí."

"Claro, yo encantado." Aunque haya intentado, no pudo ocultar la emoción en su voz y en su mirada.

Pasar el celo de un omega juntos significaba mucho, sobre todo en parejas, porque demostraba el vínculo y la confianza que se había formado entre las dos personas. Pero Jungkook no lo veía así ahora, solo era un deseo, fantasía y calentura, un omega en celo es distinto a un omega en un día normal y él quería experimentar como era sentirlo.

Aunque la mirada lo delató, se encubrió en el beso que le dio a Jimin.

Con un abrazo aún estando desnudos Jungkook le prometió a Jimin cuidar de él, complacerlo y ser completamente suyo por ese tiempo.

Jungkook, pero ya eres mío. Pensó mientras hundía su rostro en la curvatura del cuello del alfa.