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Agarro el primer suéter de lana que vio, pellizco sus mejillas para hacerlas pasar por un tomate, frotó sus ojos para reventar una que otra vena y así lucir como el buen llorón que sería, al terminar su trabajo salió de su casa para meterse al auto de su prima.

Era una noche fría, muchas nubes se posaban en el cielo oscuro para predecir la lluvia estruendosa que caería en unas pocas horas. Le hacía frío, siempre era así, sus manos se volvían rojas por no conseguir darse el calor debido, gracias al cielo la calefacción funcionaba en el auto de Seohyun, por lo menos lograría mantener un color normal en sus palmas.

"¿Y tus lágrimas de cocodrilo?" Preguntó Seohyun metiendo las llaves. "Ya se secaron, ¿no?"

Se creía el mejor genio al pensar haber engañado a su prima, ella más que nadie le conocía perfectamente y no se tragaba el falso dolor que sentía en el momento, sabía que Jimin saltaba de una pierna ante la noticia de su bebé.

"Déjame." Rodó los ojos colocándose el cinturón de seguridad.

"No puedo creer que hayas creído que me trague tu actuación." Rió. "Lo que menos te importa ahora es Kim Yerim, tal vez estás preocupado por como vaya a reaccionar Jeon, pero entre tu angustia no está el que Jeon tenga de novia a Yerim."

"En realidad tengo algo de angustia por eso, no sé si el va a querer hacerse cargo porque puede lastimar y perder a su novia."

"Pues ahí tiene que entrar tu papá ¿no?"

Jimin sonrío de lado. "¿Vamos?"

"Un momento." Se acercó a Jimin para olfatearlo, el aroma de embarazo ya se esparcía por sus poros pero era algo ligero por ser las primeras semanas. Urgo su cartera y tomo un pequeño spray para rociarlo en el cuello y muñecas de Jimin.

"¿Qué haces?" Preguntó con el ceño fruncido.

"Tu aroma es ligero, si quieres amarrar a Jeon tienes que apestar a cinta. Pero eso sí, tienes que bañarte en cuanto llegues a tu casa porque ¿no creo que quieras que tus papás lo descubran?"

"Aún no." Olio su muñeca, no percebia aroma alguno pero posiblemente era porque la esencia era potente para el olfato de un alfa. "No sabía que hacían esas cosas." Dijo refiriéndose al spray.

"Incrementa tu aroma de embarazado, tiene cierta pizca de feromonas de omega en cinta pero no es magia. Te lo regalo." Le paso la botellita para así prender el auto y ponerse en marcha.

Jimin observo la botellita y sonrío de lado, cada invento que aparece, era increíble, Seohyun le facilitaba la vida misma al darle semejante regalo. Metió el spray en su bolsillo y suspirando recostó su cabeza en la ventana, miraba los árboles pasar, recordaba la calle que conocía de memoria, mariposas aleteaban en su estómago mientras se acercaban más. Sería pronto el nacimiento de su familia, de su vida al lado de Jungkook el hombre que más había amado en su corta vida.

Sonrío feliz, los sueños de amor se le iban a cumplir uno por uno, sus manos se juntarían en una promesa y sus frentes se recostarian en una ilusión, juntos, siempre juntos y siempre tomados del brazo.

"Ya llegamos." Anuncio Seohyun. "Ahora ve a darle la noticia."

Jimin asintió sonriendo, al salir de la camioneta oculto sus manos en las mangas de su suéter por el frío, con pasos seguros entro al edificio en donde Jungkook vivía y de memoria tomo el ascensor que le llevaría al piso. La espera se hacía eterna, pero la eternidad se desvaneció con el tintineo de las puertas abriéndose. Una vez más sonrío, pero se detuvo antes de seguir, exhaló e inhaló muchas veces, se obligó a llorar y limpio esas lágrimas, necesitaba sus ojos lo más hinchados posibles y sus mejillas tan mojadas como si hubiera llovido.

Cariño, ¿qué nos has hecho? | km omegaverse auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora