Cariño, ¿qué nos has hecho? | km omegaverse au

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⚠️ tw: marca sin consentimiento

Aunque todo haya salido bien en la fiesta de cumpleaños algo había logrado que el buen humor de Jimin se fuera por el caño, cuando el omega se enojaba todo el mundo podía sentirlo pues era alguien muy transparente con todo lo que sentía y era aún más transparente con su esposo que creía conocerlo como la palma de su mano.

Incluso cuando se preparaban para dormir el mal genio de Jimin no había desaparecido y si Jimin estaba mal Jungkook también lo estaba, su vínculo era así de fuerte. Unilateral pero fuerte.

"¿Pasó algo?" Pregunto Jungkook mientras rodeaba la cintura de Jimin con sus brazos, recostó su cabeza en el hombro de su omega mientras le miraba através del espejo.

"No." Negó con la cabeza.

No admitiría sus enfermizos celos, no podría sentarse a hablar con Jungkook el como le calaba en el cuerpo que hayan otros omegas mirándole, no quería admitir frente a su esposo lo inseguro que llegaba a ser.

Porque los celos eran inseguridad y es lo último que corre por las venas de Jimin.

"¿Seguro?"

"Seguro." Soltó un suspiro y cambio su humor, aunque se siguiera sintiendo cabreado tenía que aparentar estar bien.

Le gustaba ser la preocupación de Jungkook, pero no le agradaría que esa preocupación sea por la inseguridad que un compañero de su esposo causó en él. No era tan vulnerable, ni siquiera en la farsa que había pintado para su alfa.

Jimin se dio la vuelta y le sonrío a Jungkook, envolvió sus brazos en su cuello y le dio un corto beso en la nariz. Hace un tiempo atrás la escena solo pasaba en la imaginación del omega pero ahora todo se había materializado.

Su sueño se había hecho realidad, no tenía porque tambalear por nada ni nadie. Eran ellos dos y su familia, nada más, no existía un más allá de aquella muralla en la que se refugiaron.

Por eso dejo que Jungkook le envolviera en sus brazos y lo recostara en la cama, se dejó querer por su esposo mientras veían una película aleatoria, lo escuchaba hablar de lo mucho que le emocionó y conmovió la fiesta de hoy, admiro el brillo de sus ojos al ver las fotos que le tomo a él y a su hija; realmente era un sueño.

Pero las mariposas que le hipnotizaban se alejaron al ver el lugar tan solitario en el que sus ojos reposaron. El cuello de Jungkook no tenía su marca, su sello de propiedad y no era justo.

Jimin había movido montañas por él, por este momento, había recorrido el infierno mismo y había obligado a la luna a que le concediera el deseo. Y todo eso se desvanecía al ver la soledad del cuello de Jungkook.

La conversación unilateral se desvaneció de sus oídos, no veía o sentía nada más que la inmensa necesidad de marcar lo que era suyo desde un principio; así nadie miraría a Jungkook, así nadie tendría la idea estúpida de querer ser una piedra en su zapato, así todos sabrían que le pertenecía y era para siempre. Más allá de la muerte y traspasando a todas sus vidas.

Y en un momento hizo lo que quería, al estar recostado sobre el hombro de Jungkook tuvo acceso fácil al cuello de su esposo en donde sin pensarlo dos veces clavo sus colmillos; robando un quejido por la sorpresa y el dolor. Pero Jimin no retrocedió, ni cuando por reflejo Jungkook se quiso alejar por el dolor que le provocaba, peor aún, con su reflejo solo logro enojar a Jimin.

Cuando su trabajo estuvo hecho se retiró, se sentó en la cama y le dio la espalda a Jungkook.

"¿J-jimin, estás bien?" El dolor era intenso por parte de Jungkook, sentía como si alguien le hubiera golpeado en todo el cuerpo y eso era porque; Jimin no era el omega que la luna había predicho para él. Pero el dolor físico parecía importarle poco, estaba preocupado por la reacción de su omega y el silencio en el que le mantenía.

Jungkook podría estar muriendo en el piso pero lo que le importaría en el momento sería el bienestar de Jimin.

"No." Dijo en un tono bajo y duro.

"¿Q-qué pasó, amor?" Con una mano en el lugar de su mordida camino hasta llegar a Jimin, se arrodilló frente a él para tomar su mano y encontrarse con sus ojos.

"Cuando te estaba marcando te alejaste, ¿no querías mi marca?" Era un talento suyo, de fingir la mirada de alguien que había sido apaleado cuando dentro de él solo había risas.

"No es eso." Se apuro a decir, haciendo una mueca por el dolor. "Solo me tomo de sorpresa."

"No debería..."

"Lo sé, pero no estés así, corazón, me tomaste de sorpresa pero la marca ha sido algo que he querido desde hace mucho, claro, hubiera querido ser yo quien te la de a ti...pero me halaga mucho tener tu marca." Sonrío acariciando la mano fría de Jimin, buscando su redención.

"Quería ser yo quien primero de la marca, pero si tú quieres marcarme puedes hacerlo." Ladeó su cabeza exponiendo su cuello.

Siendo lo contrario a lo que Jungkook quería, porque había reservado una habitación de hotel, un tour y una cena para el día en el que marcaría a Jimin. Pero se dijo que cualquier momento era romántico, mucho más cuando estaban uniendo sus almas por la eternidad.

Y más allá de ella.

Así que siguiendo las instrucciones de Jimin se acercó a él y le dio su marca, al omega le dolió pero fue aplacado por la satisfacción del momento, la satisfacción de al fin pertenecerse en cuerpo, alma y legalmente.

Aunque el dolor sea físico la satisfacción le había sedado como una droga.

Y con dolor en sus cuerpos ambos se abrazaron, se besaron y se enredaron entre las sábanas que sus cuerpos ya conocían muy bien.

Estar entre sus brazos con la unión de sus almas era como estar paseándose en el paraíso y estar saltando entre las piedras filosas del infierno.

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y si gente!!!! jk y JM NO son destinados 🤓