Capítulo 3: Ojos rubís

99 3 0
                                    

Narrador: (T/N)

Había despertado como de costumbre, un poco adormilada por lo poco que dormí la noche anterior, estaba entusiasmada por ver a aquel lobo o ese animal, la verdad estuve dando vueltas al asunto, y supuse que era un lobo, por como gruñía, aunque su tamaño no era el adecuado para dicho animal, este era más grande, mas imponente, tanto que nos hizo temblar a Mina y a mí con un simple gruñido, me aliste lo más rápido que pude y salí de mi alcoba para desayunar algo rápido, algo en esta mañana había cambiado, no estaba mi madre, solo Zuzu, lo cual me preocupo

Fui directo hacia él, vi que estaba cocinando unos huevos con un poco de carne, la verdad no diferenciaba la carne, pero se veía muy buena

- Hola Zuzu – Te pusiste un poco de puntitas, él no era tan alto, pero tampoco tan bajo, así que tenías que ponerte de puntillas para poder darle ese beso de buenos días en la mejilla que tanto les había repite y repite su madre todo lo que llevaban en su corta vida

-Buenos días bonita – Dijo mientras depositaba un beso en tu frente y seguía preparando el delicioso platillo, mamá nos había enseñado a cocinar excelente, aunque yo no era tan buena como Zuzu. Lo miraste un segundo y soltaste una risa débil

- Es bueno ser los hijos de la alfa, ¿no? Podemos comer lo que queramos, y además nos respetan – Dijiste poniendo una pose tipo de orgullo, e Izuko de inmediato comenzó a reír

- (T/N) Aunque no fuéramos hijos de ella, nos respetarían, sabes que esta manada es muy respetuosa, y además en que derecho dices tú que podemos comer lo que queramos cuando te acabas casi toda la comida en un día – Dijo esto mientras dejaba de lado la cazuela donde estaba preparando el desayuno y comenzó a hacerte cariñitos en el pelo – Ayúdame a poner la mesa ¿si linda? A y solo pon 2 platos, mama dejo una nota donde decía que ya había desayunado y que iba a llegar tarde, que tenía una reunión con los jefes de las manadas vecinas o algo así – Al instante que dijo Manadas vecinas te pusiste inquieta, nerviosa, habías olvidado que hoy tenías que ir al rio, pero con un propósito diferente, hoy no ibas a ir a ver el atardecer, esta vez ibas a ver a ese animal gigante que tanto te había llamado la atención

- A-Aaa ¡Sí! Voy a ir a poner la mesa, pero estoy un poco apurada tengo que ir con Mina al rio – Dijiste agarrando los platos y cubiertos poniéndolos sobre la mesa como tu madre te había enseñado, en forma "elegante" según ella. En un momento Izuku se volteó y pregunto sirviendo en los platos ese desayuno tan rico

- ¿Con Mina? ¿A el rio a estas horas? Supongo que ella debe de estar dormida ¿No crees? – Dijo esto mientras los 2 se sentaban en la mesa, te sentiste más nerviosa de lo normal, solo comenzaste a comer mientras pensabas una excusa

- Si, ella y yo quedamos ayer con todo esto, es que ayer vimos unos... Conejos, y queríamos ver si los podemos ver otra vez – Te miro un poco incrédulo, sabes que no te estaba creyendo, pero al final solo soltó un suspiro y te dio una sonrisa ladeada

- Esta bien, pero quiero que llegues temprano antes que Mamá, ¿Ok (T/N)? – Tus ojos brillaron de alegría, asentiste con tu cabeza de arriba abajo, pensando que tenías que terminar lo antes posible

Narrador

Al acabar tu platillo, dejaste los cubiertos y plato tuyos en el lavadero, le diste un beso a tu hermano en la frente y te despediste, tenías tu tiempo contado, no sabías como le ibas a hacer para quedarte ahí hasta el atardecer sin aburrirte, esperabas que aquel animal tan peculiar apareciera lo más rápido posible

Llegaste entusiasmada quitándote los zapatos que tenías puestos, y sumergiste los pies en el rio, aparte de ir a buscar querías relajarte, desde que desapareció tu padre, ese se convirtió en el lugar seguro, él te lo mostro, así que te recordaba un poco a el

Temtation [BakugoXLectora] «+18»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora