Capítulo 1 ¡¿Qui-Quien está ahí?!

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Narración: (T/N)

Estaba haciendo mi rutina matutina, como todos los días, me levanté de mi cama, y salí a correr a los pastizales, lo más rápido posible para ver el amanecer por el rio que dividía mi manada con las otras, ¿era un riesgo? Por supuesto, ya que podía ser secuestrada, pero era algo que me encantaba hacer, jugar con el agua mientras veo como el sol comienza a salir antes de llegar a casa y aguantar todos los regaños que hoy recibiría por parte de mi madre, se volvió así desde que mi padre no volvió a aparecer, ¿Qué fue lo que le paso? Ni yo misma lo sé, solo... desperté un día y mi mama se hallaba llorando en nuestra pequeña sala, con algunas de mis "tías" no son biológicas, pero se han comportado como tales

Regresé de mi trance, y me sumergí en el agua, era helada, pero así me gustaba, me encontraba relajándome, pero al instante que me iba a sumergir completamente, escuché como una rama trono, ¡alguien estaba conmigo!

Nadé lo más rápido que pude hasta la horilla, la blusa de mi pijama se había pegado mi cuerpo, lo cual no me favorecía, ¡¿Y si tenía que pelear?! Había olvidado todo lo que me había enseñado mi padre sobre defensa personal, tenía un poco de miedo, pero no lo iba a dejar notar, tenía que verme fuerte, desafiar a cualquiera, más sin embargo huiría si eso que se hallaba atrás de los matorrales era un humano con armas

Me posicioné en el pasto con una pose de pelea por cualquier cosa que era eso, comencé a ver como los arbustos comenzaban a moverse no sabía si estaba temblando de frio o de miedo, prefería que fuera de frio, no quería mostrar miedo, pero mis piernas y mi mandíbula no me ayudaban

- ¡Quien está ahí! – grite con la voz de "alfa" la cual no lo era, el miedo me estaba matando, pero seguía con mis oídos y ojos atentos

Al instante que dije eso, salió... ¡Una maldita camada de conejos! buscando las bayas que se encontraban al lado del rio, relajé mis músculos, sin embargo, me mantenía alerta, sentía una mirada, una persona, mas no olfatee nada, no podía diferenciar los olores con tantos pensamientos juntos

Decidí correr lo más rápido hasta mi aldea de vuelta, sabía que ahí estaba a salvo con mis amigos y claro mi mejor amiga, Mina Ashido

En cuanto llegue escuche el sermón de todas las mañanas desde que me decidí por salir a primera hora del día, sé que mi mamá, Inko Midoriya, o más conocida como la alfa de la manada desde que mi papá desapareció, por "ley" mi hermano debería ser el alfa, pero el problema es que es un corderito, así es, Izuku Midoriya o como yo le digo Zuzu, él no quería asumir el cargo, así que lo tomo mi madre

- ¡Te dije que dejaras de escaparte por las mañanas! (T/N)... Me preocupas, no quiero que pase lo que paso con tu padre – Decía tu madre mientras te acariciaba tu mejilla

- Mamá, entiende que no me va a pasar nada, solo eso sí, ocupo entrenar, soy la más rápida de la aldea, mas no la más fuerte, y ocupo saber cómo debo actuar en una situación de peligro – Dijiste tratando de calmarla, tu tenías que salir, tenías que conocer, o al menos eso pensabas

- Esta bien nena, tratare de encontrar a alguien que asuma el cargo de enseñarte defensa personal, solo debes de saber, que eres una omega, bonita, varias cosas no podrás conllevar – te ponías nerviosa por tu "raza" no te disgustaba ser omega, pero tampoco te encantaba por ciertos motivos

- Mamá, tu también eres omega, y mírate eres la jefa de la familia –

- Si bonita, pero entiende que esto yo no lo elegí, tu papa desapareció y tu hermano no quiere llevar el cargo, y sabes muy bien porque –

- Esta bien mamá, iré con Mina a los senderos a jugar con los animales, te quiero – Saliste de tu casa pensando en todo lo que habías hablado con tu mamá, sabias que tenía razón, pero no querías tenerle miedo al bosque, sabias que cualquier problema que presentaran tu podías afrontarlo

Narrador: (T/N)

Llegue corriendo a la casa de Mina, sé que ella es en la única en la que puedo confiar además de mi pequeñito hermano, aunque él es 2 años mayor que yo, siempre será mi pequeño Zuzu, Cuando llegue ya estaba Mina a fuera de su casa esperando la desastrosa, alegre o rara noticia que tenía preparada para ella, ella siempre sabia cuando venía corriendo hacia su choza, ya que ella, podía escuchar muy bien mis pisadas, dice que no podía confundirlas, según ella, son muy delicadas pero a la ves precisas, ella desarrollo el poder oír y olfatear muy preciso, gracias a la Abuela Chiyo, que así le llamaban, mas sin embargo era la curandera de la manada

- ¡Mina! – Llegaste muy deprisa a abrazarla y comenzaste a contarle todo lo que había pasado en esas pequeñas horas que habían pasado

- Wow (T/N)... ¿Y qué tal si son los de la manada vecina? – De inmediato pusiste una cara de confusión

- ¿Como...que manada vecina? -

Temtation [BakugoXLectora] «+18»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora