Capítulo | 34

326 12 0
                                    

P.O.V: Nebraska Grey

Luego de la decisión, la informé de inmediato a mi jefe que no hacía más que pedirme que lo piense mejor, pero a veces, uno sabe lo que tiene que hacer y sólo debe atreverse a dar el paso correcto, el mejor camino siempre es el iluminado. Me miro al espejo y espero que el maquillaje cubra la hinchazón de mi rostro por todo lo que he llorado y que disimule las terribles ojeras porque no he dormido nada.

Respecto a mi decisión, hoy a quién debo visitar es a Justin en casa de su padre, con la asistente social declarada por el juzgado y obviamente el padre del menor. La conversación que tuve ayer con mi familia no hizo más que afirmarme que era la mejor decisión y me dió la fuerza para ir con Edward aunque no le pude decir en el momento porque es que necesitaba un tiempo en nuestra relación, puede que hoy recién se vaya a enterar de lo que pasa y espero me entienda.

Me visto y termino de maquillarme antes de tomar un poco de café antes de partir de casa, hoy no pienso conducir porque no estoy en las mejores condiciones y tomar transporte público sirve para aclarar y conocer el entorno en el que se vive socialmente. Carmen me saluda apenas va llegando a su horario de trabajo y yo me despido saliendo del edificio.

Ir a mi lugar de trabajo nunca se me hizo tan pesado cómo hoy, es decir, ya no tengo horario de almuerzo porque tengo que correr horas y cuanta cosa, mi problema es que no me gusta fallarle a ninguna de las personas que confían en mí para tratar su salud mental. La asistente social me ha contactado ayer a última hora de la tarde para dar cuenta de su agenda y poder coordinar una buena visita.

Me encuentro con mi jefe en el ascensor que sólo suspira y saca a colación cualquier tema de trabajo que no tenga ni mayor ni menor conexión con el caso que ahora tengo entre manos.

—Hay un caso que te puede interesar, no tiene mayor urgencia.

—¿Cúal es? —cuestiono tratando de prestarle atención

—Una hija denunciando que su madre sufre violencia doméstica a manos de su hermano con síndrome autista —y la ha captado por completo—. Ha dicho que ha reportado el hecho con distintos centros de ayuda pero no le dan solución.

—Es difícil, se vela por la orientación del joven con el síndrome y su bienestar, pero la madre queda desprotegida. ¿Ha denunciado los golpes? —inquiero, a veces, una madre por querer tener bien cuidado a su hijo se desprotege ella misma y creo que este es el caso porque es la hija quien hace la denuncia.

—Ahora sí, trajo de todo para generar un buen caso —asiento pensando en qué hacer, cómo resolver algo donde no se tiene certeza.

—Creo que Troy no tiene caso y estoy segura de que él podría hacer algo, se especializa en eso de los síndromes —señalo pensando en cómo hacer, porque es muy cierto que uno trata de proteger al minusvalido pero nunca se sabe quien resulta ser quien.

—Gracias, Aska. Ten un buen día.

—Gracias, jefe. Buen día chicas ¿Mi agenda? —me afirmo en el barandal y llega una chica justo a preguntar por mi, ya la he visto antes—. Soy yo.

—Genial, soy hermana de la demandante.

—Está bien, dime.

—Creo que ya hablé contigo una vez.

—Creo que sí —admito tratando de recordar, pero no lo sé, si se parece a Haysel—. ¿Por qué vienes?

—Quiero tener una entrevista contigo y el abogado de Edward Lewis, es que y aunque me duela, necesito que mi hermana no se quede con Justin, pero como familia queremos seguir en contacto con él —asiento a sus palabras, pero me causa demasiada curiosidad que no quiera que su hermana se quede con su hijo.

DONDE COINCIDIMOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora