Capítulo | 36

356 12 0
                                    

P.O.V: Nebraska Grey

Me siento a revisar las entrevistas con los integrantes de la familia de Haysel, todos quisieron adelantar la entrevista, por lo tanto con ellos ya estoy lista y sólo me faltaría las visitas de Haysel con Justin.

—Tratamos —asiento sin sentir nada, ya estoy cansada y sólo quiero terminar.

—Aska, por favor, sonríe.

—Tranquilos, es sólo que el trabajo me tiene un tanto abrumada. No puedo creer todo lo que estas personas me han dicho —confieso a Montana y a Avery, quienes están en mi consulta cómo hacen cada que me quedo por más tiempo del que mi contrato indica.

—¿Cómo va?

—Ya saben que no puede revelar ni un solo detalle —susurro cansada de siempre decirles lo mismo cada que preguntan lo mismo.

Giro llevando conmigo algunos archivos de las grabaciones que se han hecho con los testimonios, no solía hacerlo, pero el fiscal me ha pedido que así lo haga porque ha sido petición de los abogados, sobretodo cuando ya me cuestionaron mi visita al gimnasio que es el sitio de trabajo de Edward, pero eso lo hice para dar la coartada de que yo fui ahí por mi mejor amiga y sin saber sobre el demandado y su trabajo. Toda una mente maestra, porque cómo eso fue fuera de mi horario laboral, entonces tenía que informarlo.

—Hola —doy un brinco a pesar de estar sentada, levanto la cabeza creyendo que estoy loca, pero no es así.

—¿Qué haces aquí?

—Buenas noches, Señorita Grey —dice el abogado empujando a Edward dentro de mi consulta, frunzo el ceño y veo venir a mi jefe totalmente relajado.

—Buenas noches, abogado, Señor Lewis —digo firme y quitando sentimentalismos.

—Señorita Grey disculpe la hora y nuestra abrupta llegada.

—Descuide, seguía trabajando en el caso, así que soy toda oídos.

—Les dije que Nebraska Grey es una de mis psicólogas más competentes con las que he trabajado. Si le dijeron que el caso lo necesitaban resuelto en el menor tiempo posible, incluso hace horas extras sin dejar a sus pacientes.

—No es necesaria la adulación, solamente hago mi trabajo —digo agrupando todo y señalando con un post-it, luego se lo entrego a mi jefe porque son los originales y las copias las tengo en otro lado—. ¿Cúal es el motivo de su visita?

—Haysel se ha llevado a mi hijo —dice Edward tan pronto cómo puede y sin dejar hablar a su abogado.

—¿Cómo que se lo llevó? Igual se supone que es semana y semana, mañana tengo la visita con ella.

—Entonces, Doctora, tendrá que ir tomar un avión y volar a Japón —gruñe Edward y miro al abogado que sólo niega con la cabeza y suspira con pesadez viendo cómo su cliente se vuelve a desesperar—. Doctora Grey, creo que usted ya tiene conocimiento suficiente de este caso, por favor, quiero a mi hijo en este país.

—Descuide —murmuro tomando mi celular y hago un marcado rápido—. Hola, tengo rapto de un menor.

—¿Nebraska? No tienes pruebas.

—Las tengo —de mi cajón saco el sobre que me llegó en la mañana y luego la confesión y firma de la madre de Haysel—. No podía recurrir a esto por mi cuenta, se iba a notar demasiado mi cercanía sentimental con el caso, tenía que esperar a que ustedes vinieran.

—¿Señorita Grey, sigue ahí?

Sí, dime.

Hemos confirmado el embarque, pero la Señorita Moore tenía documento con firma.

DONDE COINCIDIMOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora