Van apenas un par de meses y si alguien me hubiera dicho que estaría visitando lego ciudades con mi mejor amiga, con mi novio le diría que dejará de ver tanto teen drama y regresara al mundo real, pero en verdad está pasando. Salgo con el chico más inteligente de instituto, mi amiga y yo de nuevo comenzamos hacer planes para mudarnos juntas, rentar una habitación cerca del campus de la universidad. Ser lo más parecido a hermanas, como lo hemos hecho hasta ahora.
La falsa alarma de Rob y su paternidad terminó con el rompimiento de su relación, pero pronto tuvo una nueva cita para salir, con una chica compañera de su anterior las novia. Descarado. Al parecer está dotado de mucha confianza. También ha dejado de intentar atraer la atención de Ariel, por fin.
Me sorprende esta faceta mía, con una vida amorosa activa, buenas notas y sin peleas. Mamá hora asiste a un grupo de lectura, lo cual es nuevo en ella, pero ha sido constante me siento….¿feliz?
—¿Mar?—dijo Ari
—perdón, ¿si te dieron los boletos?— pregunté volviendo a la realidad.
—sí ¿porqué tan sonriente?—dijo guardando las los boletos con pulcritud.
—Nada, sólo que no me la creo, estoy haciendo planes para la universidad y ya los había descartado y estoy saliendo con un chico ¿qué más podría pedir?— dije.
—Y tienes a una amiga que te trae dos boletos de la expo—añadió con tono de broma.
—y es la mejor—le recordé tomando mi boleto.
—Gracias, me siento importante —dijo pasandome mi botella de agua.
—¿Ya elegiste carrera? creo que serias una buena investigadora, eres muy perspicaz y muy perseverante harias el siguiente descubrimiento, lo opuesto—Afirmó Ari mientras caminabamos al estacionamiento.—ay amiga, estás tan pero tan equivocada, yo causaría el siguiente desastre nuclear—dije dándole un pequeño sape.
—Es cierto, aún recuerdo cuando casi quemamos las cochera de papá, un día cuando te enseñé la hierba jaja, no parabamos de reir ese día—dijo Ari entre risas y vimos a Eli alcanzarnos.
—¿Qué es tan gracioso?—preguntó dándome un beso frente Ari, provocando mi ponerme cual tómate fresco.
—Ho-hola—dije escondiendo mi rostro en su hombro.
—Paren por favor, dan más asco de lo que te creen—se quejó Ari ante nuestra actitud romántica.
—Lo siento, pero la haré las veces que sea, tu amiga no se queja en absoluto—dijo Elliot tomándome del brazo.
—basta, basta sólo reíamos de un viejo recuerdo, casi quemo la casa Ariel una vez—respondí.
—¿Quemar? ¿cómo?—preguntó mientras caminabamos a su auto.
—Fue algo tonto, ¿verdad Ari?—dije y mi amiga asintió.
—Estábamos tonteando con la pipa nueva de Ari y la cochera de sus padres parece ser el centro de activos del hospital, mucho papel—dije explicando el contexto.
—Demasiado, deberías pensarte mejor lo de estudiar medicina—comentó Ariel.
—¿Desde cuándo fumas esa porquería? Dime que tú no lo hiciste Mar, tengo fe en ti—dijo Elliot poniendo una cara preocupada, Ariel intervino.
—¿y si lo hizo qué? no eres dueño, posesivo— protestó tratando de calmar la situación. Elliot me miró, incrédulo.
—Era una tontería—dije y él al fin relajó el rostro.
—Lo sabía, mi Mar es una buena chica—dijo dándome un beso en la frente.
—Manipulador, ¿vienes Mar?—dijo Ariel e inmediatamente reconocí la camioneta de la familia donde el señor Joe esperaba paciente.
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Heart Attack
Novela JuvenilA veces necesita sacudirse el avispero para conocerte en medio del caos, incluso el amor puede colarse entre los muros más altos de una fortaleza, o añadirse cómo materia en un salón de clases. No necesitas creer en el amor, solo mantén los ojos bie...