Hijo de la luna

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Felix se había quedado dormido durante el viaje en la nave. Cuando despertó ya había aterrizado en su destino. La atmósfera se sentía diferente, pero extrañamente su cuerpo se ajusto al aire y aunque le costó un poco acostumbrarse a la diferente gravedad no le tomo mucho tiempo. Pensó que era algo normal y que en realidad era porque la Tierra no era muy diferente a la luna.

Bajo de la nave y el sol de la tarde le molestó los ojos, haciendo que los serrara por la incomodidad de sentir el calor pegar contra su piel. Su mamá le había dicho que no dejara la nave a vista de las personas ya que podría ser peligroso, así que activo el botón de invisibilidad que ocultaba la nave de la vista Terrestre incluso la suya.

Cambio su ropa y arregló su cabello blanco para verse más presentable. Ahora que por fin estaba en la Tierra no pudo evitar preguntarse <<¿y ahora qué?>> No tenía a donde ir, no conocía a nadie de la Tierra, no tenía donde quedarse ni sabía a donde debería ir primero. Comenzó a alejarse del lugar de donde estaba para explorar un poco el lugar, hasta que quedó sorprendido por el intenso ruido y los chillanes colores que llenaban la ciudad de Seúl. Justo a esa hora los trabajadores y los estudiantes salían de sus jornadas para dirigirse a su hogar, tanta gente a su alrededor y él se sentía como un bicho raro. Las personas volteaban a verlo y susurraban cosas sobre él que no alcanzaba a oír con claridad.

Estaba perdido. De repente tuvo el impulso de querer volver a su hogar, con su mamá esperándolo y la noche que parecía ser eterna, pero se había alejado mucho de la nave, no recordaba donde la había dejado y ahora incluso quería llorar, sin la nave no podría volver a su hogar nunca.

Lo único que cargaba con el era una pequeña mochila, que a ojos de los demás no podría meter ni un libro, pero en realidad era muy espaciosa. Los objetos lunares eran bastante curiosos, como si contarán con magia.
En su mochila solo llevaba su diario, su proyector de holograma, sus snacks preferidos y alguna muda de ropa que no sería suficiente para cuando la temperatura comenzará a bajar.

Siguió caminando entre la multitud de gente, esquivando a chicas y chicos por igual cuando se acercaban a él para preguntarle cosas como su número de teléfono o redes sociales. Él no sabía que era eso, en la luna solo eran él y su proyector de holograma, hasta que un par de chicos fueron demasiado insistentes. Comenzaron a perseguirlo mientras trataban de obtener alguna información sobre el chico peliblanco. Felix solo siguió su camino tratando de ignorar al grupo de chicos que seguramente eran más grandes que él. Iba tan distraído qué no se dio cuenta de que había una especie de cajas con ruedas que pasaban entre las avenidas, casi fue arrollado por una de esas cajas, era color negro y de ésta bajaron cinco chicos con rostros bastante atractivos, pensó Felix. Lastima que en sus bellos rostros se reflejaban expresiones de preocupación al ver al chico peliblanco en el suelo. El otro grupo de chicos que lo venían persiguiendo también llegaron a su lado y sintió como la tensión comenzó a crecer entre ambos grupos de chicos.

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Estos probablemente no sean sus colores de cabello dentro del fanfic pero me gustó mucho la foto.