Capítulo 14

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Unos días después de su encuentro con los hechiceros, Mahito en compañía de Kenjaku fue a uno de los onsens más prestigiosos de la ciudad para aliviar la tensión acumulada en su cuerpo y de paso reunirse con Jogo.

— ¡Vaya, ahí estabas! ¡JOGOO! — Exclamó Mahito, topándose a Jogo fumando una pipa a la orilla del onsen, como de costumbre cada vez que se relajaba en esos sitios. El de piel grisácea se dió un chapuzón que logró mojar de más a la maldición volcánica — Parece que recuperaste tu cuerpo.

— Sí, este sitio es de lo más relajante. Ninguna molestia se acerca — Dijo Jogo con sarcasmo, arrojando su ya infumable pipa a un lado.

— La falta de cuerpo da mucho en qué pensar y la autoregeneración se vuelve ineficiente...

— Mahito, tú también pareces bastante agotado.

— ¿Lo notaste? Sukuna y su recipiente tienen demasiada ventaja en mi contra. Inicié este juego porque había conseguido un nuevo juguete... y aunque empezó genial no terminó nada bien. ¿Seguro que no debí usar a un rehén para obligarla a hacer un pacto, Geto?

— Pues no, confío más en los pactos impuestos voluntariamente. Si se forman con la intervención de otros no son iguales de viables — Le respondió el pelinegro.

— Quizá lo mejor era herirlo de gravedad en vez de hacerlo mutar, así Sukuna lo hubiera sanado..... o a lo mejor no, con esa personalidad tan horrible sería impensable para él — Se retractó al recordar el repudio que Sukuna le mostró con tan solo verlo. Posteriormente, salió del agua — Lo comprendí después de tocar a Sukuna, pero deberíamos seguir el plan de Geto a partir de ahora, Sukuna lo vale.

— ¿Reunir todos los dedos y dárselos a Sukuna aún si nos aniquilan en el proceso?... está bien, de todos modos de nada me servirá desenvolverme en un planeta demacrado durante los próximos cien años. Solo importa que las maldiciones ocupen el lugar de la gente — Afirmó Jogo.

— Vaya, veo que lo entendiste.

— Bueno, entonces vayamos a buscar los seis dedos que tiene la preparatoria de hechicería — Propuso Kenjaku.

— ¿Seguro? En ese sitio mantienen bajo suma vigilancia a Yūji Itadori para que se coma todos los dedos ¿O no?. Ella se los comerá en algún momento — Infirió Jogo con inseguridad.

— Los peces gordos no tienen claro el potencial de esa chica como recipiente, no saben qué tanto tolerará sin perder el control, así que no le darán ningún dedo hasta que los reunan todos. Pero claro, Satoru Gojo es una excepción a eso — Recalcó Kenjaku con seguridad — No podemos esperar tanto, en el peor de los casos ejecutarán a Yūji Itadori y todo fracasará para nosotros.

— ¿Con que nos meteremos a la boca del lobo, eh? ¿Qué haremos entonces?

— Ya hice mi jugada, por eso dejé que esa escuela se quedara con los dedos que ya habíamos encontrado...

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— Nanami... ¿Quieres contarme algo interesante? — Preguntó Gojo completamente aburrido, desparramándose en el sofá más amplio de la sala en la que estaban. Eran unas 9:00 AM muy poco intrigantes antes del evento de intercambio.

La Hechicera Que Brilla Como Una Estrella - AllxFemYūjiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora