La Hechicera Que Brilla Como Una Estrella - AllxFemYūji

Capítulo 9

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— ¡Ese pervertido me miró los senos! — Exclamó una irritante voz femenina.

Solo aquella vil mentira bastaría para que los matones golpearan injustamente a Junpei Yoshino, como ya era su costumbre desde que entraron a la misma institución. Y no es que quisieran defender el honor de la chica "ofendida" con aquella paliza, eso solo era la fachada con la que tapaban sus sucias intenciones. De ser por ellos le dirian sin titubear unas cuantas vulgaridades referentes a su gran busto todo el tiempo.

— ¡Es cierto, son muy grandes! ¡Hasta rebotan cuando corre! — Dijo uno de los bravucones — ¡Francamente te entendemos, Yoshino!

— Si pudiera usar un botón para matarlos a todos probablemente no lo presionaría...— Pensó Junpei con el ceño fruncido y sobando su adolorida mejilla.

— ¡Que asco! ¡Se supone que me defienden de ese pervertido! ¡No actúen como tal! — Exclamó la mujer de cabello oscuro, cubriendo sus pechos con sus manos.

— Pero si dicho botón matara a todos los que me odian, lo pulsaría sin dudarlo...

Las risas de los demás cesaron y estos lo miraron con desprecio.

— Dinos ¿La miraste de forma descarada, idiota?

— Yo no lo hice.

De nuevo lo patearon.

— ¿Entonces dices que Tsubasa es una mentirosa?

— ¡Sé que me estaba mirando!

— Jejeje ¡Sin vergüenza!

El grupo de bullies se distrajo cuando a uno de ellos le llego la notificación de un descuento. Tsubasa les exigió que le dieran una dura lección a Junpei.

— ¡Maldita sea! ¡Me usa para asegurarse de su estatus y aún así lo disfruta! — Pensó Yoshino con repudio al contemplar la sonrísa altanera de la chica.

— ¡Así que sí la mirabas!

Otra vez lo patearon.

— ¡Maldición, diles la verdad ya! ¡Dícelos, dícelos, dícelos! — La fémina no parecía dar indicios de decir la verdad, al contrario, siguió con la misma expresión engreída. Aunque, esta vez, Junpei no lo dejaría pasar solo así — Tsubasa, tú no eres ni de cerca tan linda como crees. Siempre han habido chicas mucho más hermosas y extraordinarias que tú en esta y otras escuelas. Estos tres lo saben bien y solo te están siguiendo el juego... ¡Porque quieren acostarse contigo!

Todo se tornó oscuro para Junpei luego de decir tales verdades...

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— Disculpe, disculpe... ¡Disculpe! — Junpei llamó a la encargada de los boletos en el cine — Un boleto para la lombriz humana tres, por favor.

La mujer se los entregó y él pagó como era debido, sin fijarse en quién pasaba a su costado. Seguidamente, entró a la sala para ver la función.

Hubiera disfrutado de la película de no ser porque sus molestos compañeros y bullies de colegio que se sentaron unas cuantas filas por delante de él. Estos en vez de prestarle atención a la película, se reían sonoramente de cuanta idiotez mencionaban entre ellos. No lo dejaban oir nada y eso le enfadaba cada vez más.