Capítulo 19

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Megumi, Inumaki y Kamo huían entre los templos de aquella maldición poseedora de rituales cloroquinéticos. El chico del discurso maldito quiso hacerla retroceder con su habilidad, pero poco y nada logró contrarrestarla. Noritoshi por otro lado, si consiguió lastimarla con su ritual.

¿Todo este tiempo Kamo se estuvo conteniendo conmigo? — Se preguntó Fushiguro con impresión, deteniéndose en la mitad de las escaleras.

— ¡Rápido, no tardará en sanarse! — Ordenó el mayor, y los tres continuaron con su escape.

Debido al desgaste que le suponía usar su ritual, Inumaki sentía la garganta rasposa. Pero no era tiempo de mostrarse cansado.

Inumaki las distraerá hasta que escapemos y vayamos con el director — Noritoshi evaluó muy bien el cómo podrían llevar a cabo un escape exitoso — Pero no sabemos hasta cuando podremos mantener este ritmo. Su discurso maldito no surte mucho efecto y tampoco podemos contactar a los profesores. Si esa cosa descubre cómo lidiar con el discurso maldito, se acabó para nosotros... ¡Deprisa!Los tallos invocados por Hanami cada vez estaban más próximos a atraparlos — Es posible que el director y los demás hechiceros no hayan reaccionado. Quisiera poder reunirme con Todo, o al menos con Miwa.

Los tres hechiceros rompieron el muro que les obstruía el paso y brincaron hasta aterrizar en el tejado de otro templo. Allí, Megumi invocó a su halcón maldito.

— Inumaki lo detendrá, ve con confianza — Ordenó el pelinegro más joven a su invocación, la cuál, fue atravesada por la maldición justo después de intentar atacarla.

Inumaki también comenzó a escupir sangre en plena mitad de su discurso maldito; su garganta se le estaba desgarrando. Esto dejó a los otros dos chicos más impactados todavía.

Aprovechando su shok, Hanami atacó a Kamo, quien de puro milagro pudo esquivarla pero siendo arrojado con fuerza. Fushiguro lo retuvo.

— ¿Aún sigues vivo, Kamo?... Inumaki no usó palabras fuertes, pero su garganta ya no puede más — Evaluó Megumi, comenzando a inquietarse por lo lastimado que había terminado el otro azabache — Así de enorme es la diferencia de poder.

— Hoja de mostaza — Le dijo Inumaki con un hilo de voz, al impedirle llevar a cabo su conjuro. Él comenzó a avanzar hacia la maldición sin prestarle atención a su dolor corporal e ignorando las advertencias del azabache — ¡Sal volando! — Exclamó, logrando lanzar a Hanami hacia el siguente tejado que tenían en frente, pero a la vez, destrozando aún más su garganta y terminando de debilitarse. Sin más, cayó rendido al suelo.

Hanami se puso de pie de nuevo, como si nada hubiera pasado.

— No me cortarás con esa hoja sin filo — Declaró la maldición, justo antes de que Maki apareciera y la atacara por la espalda.

Seguidamente, Megumi la atacó por el frente, consiguiendo que se alejara de ellos. Usó una de las armas que le fueron proporcionadas por su tutora Zēnin.

— Sus ojos con forma de rama son más frágiles — Alegó el chico, tras haber inspeccionado muy bien a la maldición paliducha y ramificada.

— Esa espada si es más filosa — Aseguró Hanami levemente asombrada.

— Tenemos algo mejor para ti — Maki tomó el sosetsukon que Fushiguro le pasó tras invocar sus armas — Pero no será una experiencia agradable...

Aquellas armas, además de estar impregnadas de maldiciones, tenían un órden gerárquico según su fuerza y efecto, clasificándose en armas que iban desde la primera clase hasta cuarta, tal y como los hechiceros. Las armas mejores calificadas le proporcionan una firme ventaja al hechicero en cualquier contienda en la que participe.

La Hechicera Que Brilla Como Una Estrella - AllxFemYūjiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora