Megumi, Inumaki y Kamo huían entre los templos de aquella maldición poseedora de rituales cloroquinéticos. El chico del discurso maldito quiso hacerla retroceder con su habilidad, pero poco y nada logró contrarrestarla. Noritoshi por otro lado, si consiguió lastimarla con su ritual.
— ¿Todo este tiempo Kamo se estuvo conteniendo conmigo? — Se preguntó Fushiguro con impresión, deteniéndose en la mitad de las escaleras.
— ¡Rápido, no tardará en sanarse! — Ordenó el mayor, y los tres continuaron con su escape.
Debido al desgaste que le suponía usar su ritual, Inumaki sentía la garganta rasposa. Pero no era tiempo de mostrarse cansado.
— Inumaki las distraerá hasta que escapemos y vayamos con el director — Noritoshi evaluó muy bien el cómo podrían llevar a cabo un escape exitoso — Pero no sabemos hasta cuando podremos mantener este ritmo. Su discurso maldito no surte mucho efecto y tampoco podemos contactar a los profesores. Si esa cosa descubre cómo lidiar con el discurso maldito, se acabó para nosotros... ¡Deprisa!— Los tallos invocados por Hanami cada vez estaban más próximos a atraparlos — Es posible que el director y los demás hechiceros no hayan reaccionado. Quisiera poder reunirme con Todo, o al menos con Miwa.
Los tres hechiceros rompieron el muro que les obstruía el paso y brincaron hasta aterrizar en el tejado de otro templo. Allí, Megumi invocó a su halcón maldito.
— Inumaki lo detendrá, ve con confianza — Ordenó el pelinegro más joven a su invocación, la cuál, fue atravesada por la maldición justo después de intentar atacarla.
Inumaki también comenzó a escupir sangre en plena mitad de su discurso maldito; su garganta se le estaba desgarrando. Esto dejó a los otros dos chicos más impactados todavía.
Aprovechando su shok, Hanami atacó a Kamo, quien de puro milagro pudo esquivarla pero siendo arrojado con fuerza. Fushiguro lo retuvo.
— ¿Aún sigues vivo, Kamo?... Inumaki no usó palabras fuertes, pero su garganta ya no puede más — Evaluó Megumi, comenzando a inquietarse por lo lastimado que había terminado el otro azabache — Así de enorme es la diferencia de poder.
— Hoja de mostaza — Le dijo Inumaki con un hilo de voz, al impedirle llevar a cabo su conjuro. Él comenzó a avanzar hacia la maldición sin prestarle atención a su dolor corporal e ignorando las advertencias del azabache — ¡Sal volando! — Exclamó, logrando lanzar a Hanami hacia el siguente tejado que tenían en frente, pero a la vez, destrozando aún más su garganta y terminando de debilitarse. Sin más, cayó rendido al suelo.
Hanami se puso de pie de nuevo, como si nada hubiera pasado.
— No me cortarás con esa hoja sin filo — Declaró la maldición, justo antes de que Maki apareciera y la atacara por la espalda.
Seguidamente, Megumi la atacó por el frente, consiguiendo que se alejara de ellos. Usó una de las armas que le fueron proporcionadas por su tutora Zēnin.
— Sus ojos con forma de rama son más frágiles — Alegó el chico, tras haber inspeccionado muy bien a la maldición paliducha y ramificada.
— Esa espada si es más filosa — Aseguró Hanami levemente asombrada.
— Tenemos algo mejor para ti — Maki tomó el sosetsukon que Fushiguro le pasó tras invocar sus armas — Pero no será una experiencia agradable...
Aquellas armas, además de estar impregnadas de maldiciones, tenían un órden gerárquico según su fuerza y efecto, clasificándose en armas que iban desde la primera clase hasta cuarta, tal y como los hechiceros. Las armas mejores calificadas le proporcionan una firme ventaja al hechicero en cualquier contienda en la que participe.
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La Hechicera Que Brilla Como Una Estrella - AllxFemYūji
RomanceLa historia gira en torno a la estudiante Yūji Itadori, quien se une a una organización secreta de hechiceros para matar a una poderosa maldición llamada Ryōmen Sukuna tras convertirse en su anfitriona. No obstante, las cosas podrían complicársele n...