El oscuro futuro del 42° milenio mantiene a la humanidad en el borde de la extinción, ni siquiera la fé y las vidas de los miles de millones de servidores del emperador alejan al imperio de su inenarrable destino, mientras que el punzante veneno de los herejes y las retorcidas aberraciones que parasitan a la humanidad derruyen los cimientos desde adentro, por fuera, las fuerzas de los cuatro dioses inundan la galaxia con sus fuerzas retorcidas e inexplicables, pudriendo la propia realidad, hasta que la bilis ácida y vomitiva en la que se convierte se retuerce y se hincha matando incluso a los repugnantes gusanos que trataban de alimentarse de ella, mientras las impredecibles razas xenos luchan con uñas y dientes en una encarnizada batalla por la supervivencia, desgarrando y manipulando al imperio en pos de su ruin misión, desangrando las viejas heridas del cadáver podrido del imperio y abriendo nuevas constantemente, ni siquiera la luz de los hijos del emperador es suficiente para que la asfixiante oscuridad no retuerza tu cuello hasta matarte, en estos tiempos ya no existe la paz, la sola idea de detenerse significa la extinción, las retorcidas aberraciones del lejano futuro no se olvidan, se incrustan en tu mente y la corrompen hasta destruirla, en el despiadado universo del lejano futuro solo existe la guerra.
(Música ambiental)
En estos tiempos ser un hombre es ser solo uno entre miles de millones, tu vida no vale nada, tu entrega al emperador es lo único que importa, mientras las aberrantes fuerzas del caos constantemente están tratando de corromper tu mente, en estos tiempos las personas excepcionales se ganan ese sobrenombre a pulso, pues la dura e inclemente vida en el imperio garantiza que los que llegan lejos son los que realmente lo merecían, de lo contrario el imperio se vendría abajo, pues un idiota en el poder no puede significar más que la muerte de millones, una de esas personas excepcionales se hallaba en su cuartel, revisando con gran rapidez y minuciosidad los reportes de toda la actividad en el sector de ultramar, aquel hombre de mas de dos metros y medio de alto, quien tenía una figura de musculatura envidiable y un rostro serio e inquisidor, pequeñas arrugas que caracterizaban el rostro y su pelo canoso en tonos ya grisáceos claros denotaban que este ya era un hombre viejo, pero no por ello menos efectivo, algunas cicatrices le cubrían pequeñas pero numerosas secciones en el cuerpo, portaba una armadura de brillante azul con las heráldicas de su capitulo y su planeta, ademas de la brillante águila imperial en sus hombros, resaltados por detalles dorados de precioso acabado, uno de sus ojos tenía un implante biónico, con el que analizaba exhaustivamente los informes de las miles de batallas contra los herejes, los xenos y las demenciales fuerzas del caos que luchaban por obtener control sobre los planetas del imperio de su preciado maestro Guilliman, cientos de miles de horas seguidas trabajando sin descanso, sin un solo segundo de tranquilidad tenían al hombre exhausto, no había podido dormir tan siquiera una hora completa en años, pero, a pesar de todo el gran Marneus Calgar, era un hombre orgulloso, que no se dejaría mancillar por algo tan tonto como el cansancio, él era uno de los ángeles de la muerte del maestro de la humanidad y sobre todo era el hijo más poderoso de su Primarca Gulliman y no le importaba incluso llegar a dañar su cuerpo con tal de mantener en pie lo que construyó su padre.
ESTÁS LEYENDO
Y ASÍ EL IMPERIO FUE A LUCHAR ALLí
Science FictionAsía los finales de la cruzada indomitus, cuando las fuerzas del imperio no podrían estar en peor momento, lidiando con las flotas tiranidas, el surgir de los necrones bajo el estandarte del rey silente, las invasiones del caos y el waaagh de Gaskul...