DEIDADES PROFANAS

1K 39 108
                                    

(Música atmosférica)

Una vez la batalla hubiese terminado los Astartes, los miembros del Mechanicus y las Adeptas Sororitas fueron quienes se encargaron de atender a los heridos y limpiar el campo de batalla, recogieron a los muertos, quemaron con fuego sagrado los restos blasfemos de los demonios y los traidores y específicamente los Astartes se dedicaron también a extraer la semilla genética de sus caídos, que contrario a todas las batallas anteriores habían sido muchos, Entre tanto los Custodes y las Hermanas Silentes se internaron en el bosque en busca del enemigo y su fuente.

Horas pasaron hasta que alguien se aproximara a la ciudad, siendo nadie menos que el Capitán Ventris y el Capitán Qarenio junto al resto de sus grupos a excepción de los Custodes y las Parias, aquellos ejércitos habían perdido cuanto menos un cuarto de sus fuerzas, el ejercito venía acompañado de unos pocos aldeanos, mismos que se hallaban casi todos heridos, una vez todos entraron en la ciudad los guerreros dorados no tardaron en volver, entonces los lideres de todos los grupos entraron al Castillo para discutir la precaria situación en la que se encontraban, todos se reunieron en el enorme comedor del palacio, rodeando la mesa en cuyo centro un extenuado Ventris revisaba algunos datos en pergaminos que le sostenían dos servocráneos:

-¿Ya se encuentran todos aquí?- Cuestiono de forma retorica el Ultramarine.

-[̲̲̅̅S̲̲̅̅i̲̲̅̅ ̲̲̅̅s̲̲̅̅e̲̲̅̅ñ̲̲̅̅o̲̲̅̅r̲̲̅̅ ̲̲̅̅V̲̲̅̅e̲̲̅̅n̲̲̅̅t̲̲̅̅r̲̲̅̅i̲̲̅̅s̲̲̅̅,̲̲̅̅ ̲̲̅̅n̲̲̅̅a̲̲̅̅d̲̲̅̅i̲̲̅̅e̲̲̅̅ ̲̲̅̅h̲̲̅̅a̲̲̅̅c̲̲̅̅e̲̲̅̅ ̲̲̅̅f̲̲̅̅a̲̲̅̅l̲̲̅̅t̲̲̅̅a̲̲̅̅ ̲̲̅̅e̲̲̅̅n̲̲̅̅ ̲̲̅̅e̲̲̅̅s̲̲̅̅t̲̲̅̅a̲̲̅̅ ̲̲̅̅s̲̲̅̅a̲̲̅̅l̲̲̅̅a̲̲̅̅]- Dijo frío el sacerdote Marciano primero en santo Binario, luego en Alto Gótico y finalmente en el idioma local.

-Gracias Vasil, ahora hay que ir en orden, primero quiero que me informen de los resultados de la batalla en esta ciudad- Ante la petición el primero en responder fue Kukulkan, el Custode se quitó el casco, dejando ver su rostro almendrado de finos rasgos, mismos que no dejaban de parecer amenazantes a pesar de todo, el Custodes entonces se expresó solemne, proyectando su voz con seguridad.

-La batalla de la ciudad de Itálica se libró en contra de los ejércitos del Dios Caótico Khorne, durante las dos horas y veinte minutos continuos de batalla se lograron abatir a un estimado de cinco millones de enemigos, de ello puedo destacar que se abatieron al menos mil Astartes traidores y al menos quinientos grandes Demonios de la Sangre fueron abatidos, mientras que nuestras fuerzas de apenas mil doscientos efectivos sufrieron cuatrocientas cuarenta bajas, entre ellos: ciento setenta Servidores de combate, ciento cinco soldados Skiitari, Noventa y cinco Adeptas Sororitas y Setenta Astartes, siendo el Capítulo que mas números perdió los Salamandras con veinticinco bajas confirmadas, seguido de los Ultramarines con veinte bajas, después los Ángeles de Redención con doce bajas, los lamentadores perdieron ocho miembros y la Compañía que menos perdió fueron los Serafines Rojos con solo cinco bajas confirmadas.

-Gracias por la información, me parecen unos resultados excelentes- Dijo Ventris con alivio -Diría incluso creo que el Emperador mismo estaría orgulloso de esos resultados, ahora me da curiosidad, ¿Quiénes fueron los mas destacados en esta batalla?- El primero en responder aquello fue el Technosacerdote, en cuyos implantes oculares una infinidad de datos en binario, pudieron verse reflejados mientras recitaba sus palabras.

-[̲̲̅̅P̲̲̅̅u̲̲̅̅e̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅s̲̲̅̅e̲̲̅̅ñ̲̲̅̅o̲̲̅̅r̲̲̅̅ ̲̲̅̅V̲̲̅̅e̲̲̅̅n̲̲̅̅t̲̲̅̅r̲̲̅̅i̲̲̅̅s̲̲̅̅,̲̲̅̅ ̲̲̅̅s̲̲̅̅e̲̲̅̅g̲̲̅̅ú̲̲̅̅n̲̲̅̅ ̲̲̅̅l̲̲̅̅o̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅r̲̲̅̅e̲̲̅̅g̲̲̅̅i̲̲̅̅s̲̲̅̅t̲̲̅̅r̲̲̅̅o̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅t̲̲̅̅o̲̲̅̅m̲̲̅̅a̲̲̅̅d̲̲̅̅o̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅p̲̲̅̅o̲̲̅̅r̲̲̅̅ ̲̲̅̅m̲̲̅̅i̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅s̲̲̅̅o̲̲̅̅l̲̲̅̅d̲̲̅̅a̲̲̅̅d̲̲̅̅o̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅y̲̲̅̅ ̲̲̅̅m̲̲̅̅i̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅s̲̲̅̅e̲̲̅̅r̲̲̅̅v̲̲̅̅o̲̲̅̅c̲̲̅̅r̲̲̅̅a̲̲̅̅n̲̲̅̅e̲̲̅̅o̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅p̲̲̅̅o̲̲̅̅r̲̲̅̅ ̲̲̅̅r̲̲̅̅a̲̲̅̅z̲̲̅̅o̲̲̅̅n̲̲̅̅e̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅o̲̲̅̅b̲̲̅̅v̲̲̅̅i̲̲̅̅a̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅l̲̲̅̅o̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅m̲̲̅̅a̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅e̲̲̅̅f̲̲̅̅e̲̲̅̅c̲̲̅̅t̲̲̅̅i̲̲̅̅v̲̲̅̅o̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅f̲̲̅̅u̲̲̅̅e̲̲̅̅r̲̲̅̅o̲̲̅̅n̲̲̅̅ ̲̲̅̅l̲̲̅̅o̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅A̲̲̅̅d̲̲̅̅e̲̲̅̅p̲̲̅̅t̲̲̅̅u̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅C̲̲̅̅u̲̲̅̅s̲̲̅̅t̲̲̅̅o̲̲̅̅d̲̲̅̅e̲̲̅̅s̲̲̅̅,̲̲̅̅ ̲̲̅̅e̲̲̅̅s̲̲̅̅o̲̲̅̅ ̲̲̅̅e̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅u̲̲̅̅n̲̲̅̅a̲̲̅̅ ̲̲̅̅o̲̲̅̅b̲̲̅̅v̲̲̅̅i̲̲̅̅e̲̲̅̅d̲̲̅̅a̲̲̅̅d̲̲̅̅,̲̲̅̅ ̲̲̅̅T̲̲̅̅o̲̲̅̅n̲̲̅̅a̲̲̅̅t̲̲̅̅i̲̲̅̅u̲̲̅̅h̲̲̅̅ ̲̲̅̅a̲̲̅̅c̲̲̅̅a̲̲̅̅b̲̲̅̅ó̲̲̅̅ ̲̲̅̅e̲̲̅̅l̲̲̅̅ ̲̲̅̅s̲̲̅̅o̲̲̅̅l̲̲̅̅o̲̲̅̅ ̲̲̅̅a̲̲̅̅ ̲̲̅̅n̲̲̅̅o̲̲̅̅v̲̲̅̅e̲̲̅̅n̲̲̅̅t̲̲̅̅a̲̲̅̅ ̲̲̅̅m̲̲̅̅i̲̲̅̅l̲̲̅̅ ̲̲̅̅e̲̲̅̅n̲̲̅̅e̲̲̅̅m̲̲̅̅i̲̲̅̅g̲̲̅̅o̲̲̅̅s̲̲̅̅,̲̲̅̅ ̲̲̅̅m̲̲̅̅i̲̲̅̅e̲̲̅̅n̲̲̅̅t̲̲̅̅r̲̲̅̅a̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅q̲̲̅̅u̲̲̅̅e̲̲̅̅ ̲̲̅̅K̲̲̅̅u̲̲̅̅k̲̲̅̅u̲̲̅̅l̲̲̅̅k̲̲̅̅a̲̲̅̅n̲̲̅̅ ̲̲̅̅a̲̲̅̅c̲̲̅̅a̲̲̅̅b̲̲̅̅ó̲̲̅̅ ̲̲̅̅a̲̲̅̅l̲̲̅̅ ̲̲̅̅m̲̲̅̅e̲̲̅̅n̲̲̅̅o̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅c̲̲̅̅o̲̲̅̅n̲̲̅̅ ̲̲̅̅c̲̲̅̅i̲̲̅̅e̲̲̅̅n̲̲̅̅t̲̲̅̅o̲̲̅̅ ̲̲̅̅v̲̲̅̅e̲̲̅̅i̲̲̅̅n̲̲̅̅t̲̲̅̅e̲̲̅̅ ̲̲̅̅m̲̲̅̅i̲̲̅̅l̲̲̅̅]- El sacerdote hizo una pausa unos segundos mientras otra corriente de datos pasaba a la velocidad del rayo -[̲̲̅̅A̲̲̅̅u̲̲̅̅n̲̲̅̅q̲̲̅̅u̲̲̅̅e̲̲̅̅,̲̲̅̅ ̲̲̅̅s̲̲̅̅i̲̲̅̅ ̲̲̅̅p̲̲̅̅u̲̲̅̅d̲̲̅̅i̲̲̅̅e̲̲̅̅s̲̲̅̅e̲̲̅̅ ̲̲̅̅d̲̲̅̅e̲̲̅̅s̲̲̅̅t̲̲̅̅a̲̲̅̅c̲̲̅̅a̲̲̅̅r̲̲̅̅ ̲̲̅̅a̲̲̅̅ ̲̲̅̅o̲̲̅̅t̲̲̅̅r̲̲̅̅o̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅g̲̲̅̅u̲̲̅̅e̲̲̅̅r̲̲̅̅r̲̲̅̅e̲̲̅̅r̲̲̅̅o̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅e̲̲̅̅s̲̲̅̅o̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅s̲̲̅̅e̲̲̅̅r̲̲̅̅í̲̲̅̅a̲̲̅̅n̲̲̅̅ ̲̲̅̅l̲̲̅̅o̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅C̲̲̅̅a̲̲̅̅p̲̲̅̅i̲̲̅̅t̲̲̅̅a̲̲̅̅n̲̲̅̅e̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅D̲̲̅̅r̲̲̅̅a̲̲̅̅k̲̲̅̅g̲̲̅̅a̲̲̅̅a̲̲̅̅r̲̲̅̅d̲̲̅̅ ̲̲̅̅y̲̲̅̅ ̲̲̅̅T̲̲̅̅u̲̲̅̅l̲̲̅̅i̲̲̅̅o̲̲̅̅,̲̲̅̅ ̲̲̅̅m̲̲̅̅i̲̲̅̅ ̲̲̅̅r̲̲̅̅a̲̲̅̅z̲̲̅̅o̲̲̅̅n̲̲̅̅a̲̲̅̅m̲̲̅̅i̲̲̅̅e̲̲̅̅n̲̲̅̅t̲̲̅̅o̲̲̅̅ ̲̲̅̅e̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅p̲̲̅̅o̲̲̅̅r̲̲̅̅ ̲̲̅̅l̲̲̅̅a̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅v̲̲̅̅e̲̲̅̅i̲̲̅̅n̲̲̅̅t̲̲̅̅e̲̲̅̅ ̲̲̅̅m̲̲̅̅i̲̲̅̅l̲̲̅̅ ̲̲̅̅b̲̲̅̅a̲̲̅̅j̲̲̅̅a̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅a̲̲̅̅c̲̲̅̅u̲̲̅̅m̲̲̅̅u̲̲̅̅l̲̲̅̅a̲̲̅̅d̲̲̅̅a̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅p̲̲̅̅o̲̲̅̅r̲̲̅̅ ̲̲̅̅T̲̲̅̅u̲̲̅̅l̲̲̅̅i̲̲̅̅o̲̲̅̅ ̲̲̅̅d̲̲̅̅u̲̲̅̅r̲̲̅̅a̲̲̅̅n̲̲̅̅t̲̲̅̅e̲̲̅̅ ̲̲̅̅l̲̲̅̅a̲̲̅̅ ̲̲̅̅b̲̲̅̅a̲̲̅̅t̲̲̅̅a̲̲̅̅l̲̲̅̅l̲̲̅̅a̲̲̅̅,̲̲̅̅ ̲̲̅̅n̲̲̅̅ú̲̲̅̅m̲̲̅̅e̲̲̅̅r̲̲̅̅o̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅s̲̲̅̅i̲̲̅̅m̲̲̅̅i̲̲̅̅l̲̲̅̅a̲̲̅̅r̲̲̅̅e̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅a̲̲̅̅ ̲̲̅̅l̲̲̅̅o̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅d̲̲̅̅e̲̲̅̅ ̲̲̅̅l̲̲̅̅a̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅H̲̲̅̅e̲̲̅̅r̲̲̅̅m̲̲̅̅a̲̲̅̅n̲̲̅̅a̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅S̲̲̅̅i̲̲̅̅l̲̲̅̅e̲̲̅̅n̲̲̅̅t̲̲̅̅e̲̲̅̅s̲̲̅̅,̲̲̅̅ ̲̲̅̅m̲̲̅̅i̲̲̅̅e̲̲̅̅n̲̲̅̅t̲̲̅̅r̲̲̅̅a̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅q̲̲̅̅u̲̲̅̅e̲̲̅̅ ̲̲̅̅D̲̲̅̅r̲̲̅̅a̲̲̅̅k̲̲̅̅g̲̲̅̅a̲̲̅̅a̲̲̅̅r̲̲̅̅d̲̲̅̅ ̲̲̅̅l̲̲̅̅o̲̲̅̅g̲̲̅̅r̲̲̅̅ó̲̲̅̅ ̲̲̅̅u̲̲̅̅n̲̲̅̅a̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅d̲̲̅̅o̲̲̅̅c̲̲̅̅e̲̲̅̅ ̲̲̅̅m̲̲̅̅i̲̲̅̅l̲̲̅̅ ̲̲̅̅b̲̲̅̅a̲̲̅̅j̲̲̅̅a̲̲̅̅s̲̲̅̅,̲̲̅̅ ̲̲̅̅u̲̲̅̅n̲̲̅̅ ̲̲̅̅n̲̲̅̅ú̲̲̅̅m̲̲̅̅e̲̲̅̅r̲̲̅̅o̲̲̅̅ ̲̲̅̅b̲̲̅̅a̲̲̅̅s̲̲̅̅t̲̲̅̅a̲̲̅̅n̲̲̅̅t̲̲̅̅e̲̲̅̅ ̲̲̅̅m̲̲̅̅e̲̲̅̅n̲̲̅̅o̲̲̅̅r̲̲̅̅ ̲̲̅̅a̲̲̅̅l̲̲̅̅ ̲̲̅̅d̲̲̅̅e̲̲̅̅ ̲̲̅̅T̲̲̅̅u̲̲̅̅l̲̲̅̅i̲̲̅̅o̲̲̅̅,̲̲̅̅ ̲̲̅̅p̲̲̅̅e̲̲̅̅r̲̲̅̅o̲̲̅̅,̲̲̅̅ ̲̲̅̅D̲̲̅̅r̲̲̅̅a̲̲̅̅k̲̲̅̅g̲̲̅̅a̲̲̅̅a̲̲̅̅r̲̲̅̅d̲̲̅̅ ̲̲̅̅e̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅d̲̲̅̅e̲̲̅̅s̲̲̅̅t̲̲̅̅a̲̲̅̅c̲̲̅̅a̲̲̅̅b̲̲̅̅l̲̲̅̅e̲̲̅̅ ̲̲̅̅p̲̲̅̅o̲̲̅̅r̲̲̅̅ ̲̲̅̅l̲̲̅̅a̲̲̅̅ ̲̲̅̅v̲̲̅̅e̲̲̅̅n̲̲̅̅t̲̲̅̅a̲̲̅̅j̲̲̅̅a̲̲̅̅ ̲̲̅̅t̲̲̅̅a̲̲̅̅c̲̲̅̅t̲̲̅̅i̲̲̅̅c̲̲̅̅a̲̲̅̅ ̲̲̅̅q̲̲̅̅u̲̲̅̅e̲̲̅̅ ̲̲̅̅l̲̲̅̅o̲̲̅̅g̲̲̅̅r̲̲̅̅ó̲̲̅̅ ̲̲̅̅a̲̲̅̅l̲̲̅̅ ̲̲̅̅f̲̲̅̅i̲̲̅̅n̲̲̅̅a̲̲̅̅l̲̲̅̅ ̲̲̅̅d̲̲̅̅e̲̲̅̅ ̲̲̅̅l̲̲̅̅a̲̲̅̅ ̲̲̅̅b̲̲̅̅a̲̲̅̅t̲̲̅̅a̲̲̅̅l̲̲̅̅l̲̲̅̅a̲̲̅̅ ̲̲̅̅a̲̲̅̅l̲̲̅̅ ̲̲̅̅e̲̲̅̅j̲̲̅̅e̲̲̅̅c̲̲̅̅u̲̲̅̅t̲̲̅̅a̲̲̅̅r̲̲̅̅ ̲̲̅̅a̲̲̅̅ ̲̲̅̅d̲̲̅̅o̲̲̅̅s̲̲̅̅c̲̲̅̅i̲̲̅̅e̲̲̅̅n̲̲̅̅t̲̲̅̅o̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅A̲̲̅̅s̲̲̅̅t̲̲̅̅a̲̲̅̅r̲̲̅̅t̲̲̅̅e̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅T̲̲̅̅r̲̲̅̅a̲̲̅̅i̲̲̅̅d̲̲̅̅o̲̲̅̅r̲̲̅̅e̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅s̲̲̅̅e̲̲̅̅g̲̲̅̅u̲̲̅̅i̲̲̅̅d̲̲̅̅o̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅s̲̲̅̅i̲̲̅̅n̲̲̅̅ ̲̲̅̅e̲̲̅̅r̲̲̅̅r̲̲̅̅a̲̲̅̅r̲̲̅̅ ̲̲̅̅u̲̲̅̅n̲̲̅̅ ̲̲̅̅s̲̲̅̅o̲̲̅̅l̲̲̅̅o̲̲̅̅ ̲̲̅̅d̲̲̅̅i̲̲̅̅s̲̲̅̅p̲̲̅̅a̲̲̅̅r̲̲̅̅o̲̲̅̅]- El sacerdote hizo una pausa y uno juraría que los sonidos mecánicos de sus Mecadendritas comenzaron a seguir alguna clase de ritmo -[̲̲̅̅S̲̲̅̅u̲̲̅̅ ̲̲̅̅e̲̲̅̅f̲̲̅̅e̲̲̅̅c̲̲̅̅t̲̲̅̅i̲̲̅̅v̲̲̅̅i̲̲̅̅d̲̲̅̅d̲̲̅̅a̲̲̅̅d̲̲̅̅ ̲̲̅̅s̲̲̅̅e̲̲̅̅ ̲̲̅̅v̲̲̅̅i̲̲̅̅o̲̲̅̅ ̲̲̅̅g̲̲̅̅a̲̲̅̅r̲̲̅̅a̲̲̅̅n̲̲̅̅t̲̲̅̅i̲̲̅̅z̲̲̅̅a̲̲̅̅d̲̲̅̅a̲̲̅̅ ̲̲̅̅g̲̲̅̅r̲̲̅̅a̲̲̅̅c̲̲̅̅i̲̲̅̅a̲̲̅̅s̲̲̅̅ ̲̲̅̅a̲̲̅̅ ̲̲̅̅l̲̲̅̅a̲̲̅̅ ̲̲̅̅m̲̲̅̅u̲̲̅̅n̲̲̅̅i̲̲̅̅c̲̲̅̅i̲̲̅̅ó̲̲̅̅n̲̲̅̅ ̲̲̅̅B̲̲̅̅o̲̲̅̅l̲̲̅̅t̲̲̅̅e̲̲̅̅r̲̲̅̅ ̲̲̅̅q̲̲̅̅u̲̲̅̅e̲̲̅̅ ̲̲̅̅d̲̲̅̅e̲̲̅̅s̲̲̅̅a̲̲̅̅r̲̲̅̅r̲̲̅̅o̲̲̅̅l̲̲̅̅l̲̲̅̅é̲̲̅̅]- Afirmo con cierto orgullo el Adepto del Dios Maquina.

Y ASÍ EL IMPERIO FUE A LUCHAR ALLíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora