(Música ambiental)
6 días antes del tiempo presente.
El ambiente en la capital del imperio Saderiano no podría ser mas conflictiva, pues, a pesar de todo los acontecimientos recientes habían sido fortuitos para el emperador Molt, aquel hombre de ambición desmedida cegaba su cuadriculada visión, embelesado en la turbia aspiración de su ser, plenamente consciente de la destrucción de buena parte de su imperio, tanto las que él mismo causó en su estrategia de tierra quemada, igualmente como las que habían causado sus pérfidos enemigos provenientes del otro lado de la puerta, los bandidos junto a los soldados desertores y los engendros demoniacos que ahora más que perjudicarlo lo ayudaban, pues eran los mismos que justamente para él no eran sino enviados de sus Dioses para detener al ejercito del otro lado de la puerta, quienes en sus sueños parecían haberle inferido que ellos le darían el poder para ganar, el ya había maquinado junto con sus aliados pro-guerra la estrategia a seguir, causando descontento en mucha gente opositora, pero, furor ciego e inigualable en muchos mas individuos, lo único que debía hacer ahora era oficializar su meta, pues a este punto su enajenamiento no podría ser detenido por nadie, al menos no por nadie que se le oponía dentro del imperio Saderian, el emperador Molt se acercó al balcón principal de su fortaleza, teniendo frente a si una turba gigantesca, al frente los nobles, arrogantes y burlones en su contra o expectantes y ansiosos por maravillarse, mas atrás las renovadas legiones de cientos de miles de soldados guarecidos en disciplina y fe ciega y por último las millones de almas atrapadas en la incertidumbre de su accionar como gobernante casi absoluto del continente Falmart, los "plebeyos ignorantes" el pueblo de innumerables millones, todos hijos de la nación, quienes son meras marionetas en su juego y que lo vitoreaban en un cantico progresivo y fervoroso, ciegos de la cruda y horrible verdad, ante ese panorama el monarca aclaró su garganta, listo para proyectar su voz con tanta fuerza como le fuera posible:
-Pueblo Saderiano, hoy los he reunido aquí a todos para celebrar la gloria del imperio, para agradecer a nuestros 12 Dioses por enviar a sus huestes en contra de nuestros enemigos, por darnos la oportunidad de mostrar nuestro verdadero poder y por darnos los saberes para llegar a ello.
-¡Viva el Emperador Molt!
-¡Viva el imperio!
-¡Salve a los Dioses!
-¡Larga vida al imperio!
-¡Vamos por la victoria!
El pueblo unido proclamaba esas y muchas otros canticos, embelesados por el poder que los Dioses mandaron
-¡Hemos juntado una hueste con todos los reclutas que hemos podido, la mas grande alguna vez vista por nadie en este mundo! Ochocientos mil de los bendecidos hijos del imperio, provenientes de todas partes de nuestros dominios y de todos nuestros vasallos, ¡Un ejercito divino e invencible!- Vociferó el emperador desde su palco, apuntando hacia los cientos de miles de guerreros en armaduras de acero y bronce, acompañados por grandes bestias y monstruos que rodeaban el palacio deshaciéndose en vítores hacia el emperador y los Dioses -Ahora nuestra misión es continuar el contraataque que nuestros Dioses ya iniciaron, hay que destruir a todos los que se oponen a nuestra justa misión, derrotar a todos nuestros enemigos internos y externos es nuestra vía de acción, pues ellos no son mas que monstruos, inhumanos, sin corazón, sin voluntad, seguidores de señores oscuros, adoradores de la podredumbre y la depravación más ruin, son menos que animales, no debemos dejarlos vivir, les hacemos un favor si los eliminamos, por ello ¡Vamos a ganar! ¡Nuestro imperio jamás ha perdido y esta no será la primera vez! ¡Los Dioses nos dieron su ayuda, es hora de devolverles el magno gesto!
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Y ASÍ EL IMPERIO FUE A LUCHAR ALLí
Science FictionAsía los finales de la cruzada indomitus, cuando las fuerzas del imperio no podrían estar en peor momento, lidiando con las flotas tiranidas, el surgir de los necrones bajo el estandarte del rey silente, las invasiones del caos y el waaagh de Gaskul...