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En los tiempos de Caín Vivian 2 personas, un hombre y una mujer, ambos seres llenos de amor, creados con un romance que muchos envidiaban, se dice que su amor era un milagro, pues ambos se amaban el uno al otro infinitamente, ambos fueron objeto de admiración en la aldea, pues ambos eran especiales a su modo.

Uno de ellos, el hombre de la relación tenía por nombre Zenitsu, fue un niño que conoció a su amada a muy temprana edad, un niño que fungía como carpintero de la civilización.

Por otro lado su amada, Daki, fue una mujer que amo a Zenitsu por mucho tiempo, los libros dicen que ella y Zenitsu tuvieron una decendencia numerosa, un total de 7 hijos, los cuales fueron importantes en el desarrollo de la sociedad.

Zenitsu: Cariño, ¿te encuentras bien?- Daki estaba acostada, no se veía bien, parecía estar enferma, como si algo le estuviera afectando.

Daki: No, me siento débil, siento que moriré pronto, siento que no podré seguir con vida- Daki acaricio la cara de Zenitsu, este la beso y sostuvo su mano con cariño.

Zenitsu: No te preocupes, estaré contigo, y encontrare el método de salvarte- Zenitsu se quedó con ella un tiempo, hasta que ella cayó dormida, Zenitsu dejó a uno de sus hijos cuidándola y partió al templo más cercano.

Zenitsu: Yahvé, por favor, salva a mi mujer, sé que estas enojado con la humanidad desde lo que hizo Caín, y sé que no tienes una razón para salvarnos, pero te pido esto de todo corazón, por favor sálvala y déjala vivir un poco más- De rodillas y con los brazos al aire Zenitsu pedía ayuda y una salvación a la mayor fuerza de todas.

Un potente fuego apareció cerca de él, de sus cenizas un hombre apareció, un hombre con alas negras y furia en sus ojos.

Lucifer: Veo que Yahvé abandono a uno de los suyos, pero no tienes que temer, estoy aquí para ayudarte, puedo salvar a tu amada y volverlos inmortales, solo necesito que me den su alma.

Zenitsu: No lo haré, confió en Yahvé, es mi señor, nada me pasara.

Lucifer: El abandono a Adán y Eva, ¿qué te hace creer que no los abandonara?

Zenitsu: Deja de tratar de engañarme, yo tengo fe, y solo eso necesito para poder vivir.

Lucifer: Siempre tendrás mi oferta, recuerda eso- Lucifer desapareció de repente.

Zenitsu: Daki, espero que te encuentres bien...

Lastimosamente Daki murió, Zenitsu vivió 10 años más antes de morir. 

Ambos se encontraron en las puertas de un paraíso cerrado, a su lado los otros santos y santísimos, Adán y Eva, incluso Abel se encontraban ahí, pero su destino era diferente, no era el de mantenerse esperando el paraíso. 

Yahvé tenia un paraíso diferente para ellos.

Ambos escucharon y entendieron, con una gran sonrisa ambos aceptaron el destino, un maravilloso destino, ambos se abrazaron y besaron, mientras que sus almas se reusaban para otros cuerpos, porque así seria para la eternidad, ambos rencarnando cada 100 años para amarse una vez más, para juntar sus labios, para amarse, en distintas épocas, en distintos lugares, en distintos momentos, con distintos nombres, con distintas personalidades, pero conservando sus apariencias, conservando su esencia y por sobre todo, conservando su amor, hasta el fin de los días, hasta que se juzguen a vivos y a muertos, ambos estarán juntos, amándose siempre y en todo lugar.

Ambos son almas destinadas a repetir el mismo ciclo, un ciclo que aman, un ciclo que añora, un ciclo que aceptaron y amaron, tanto como aman al otro.





Así es, en el canon de esta historia existe la santísima trinidad y ambos son destinados a amarse, un poco raro, pero siento que le da sentido a el tema de Ume y Daki, además de que siento que queda bien.

Zenidaki 2: Love, pain and passionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora