A todos los locos elocuentes, que, sin miedo a que sus palabras indiquen y marquen un colapso, construyen su propio reloj de arena. A todas las personas que sin miedo a lo desconocido, a lo melifluo, a lo incesante, de pie se encuentran y extienden su mano a otro ser desconocido para que el presente sea quien marque los más eternos pasos de baile.
El callar es una acción tan simple, tan nefasta, que cuando llega esa persona que se convierte y te regresa el habla; te das cuenta de que el silencio no es la ruta de escape más alternativa para nosotros. Y, en ese momento, vas a desear rellenar hasta los espacios y las casillas ocupadas.
Barlon. Gibran

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Limerencia
Lãng mạnLos sueños pueden hacerse realidad. Las esperanzas pueden convertirse en un acto derrochante de verdad. La realidad puede convertirse en lo que llamamos el acto ensimismante. La mentira la podemos reflejar como la verdad de las personas que buscan n...