Min YoonGi se dirigía a paso despreocupado por el extenso pasillo de la universidad, disfrutando de beber su leche de soja y jugo de manzana, agradecido de haber descubierto que su intolerancia a la lactosa podía ser controlada en una forma en que su cuerpo podía digerir los alimentos y él simplemente era feliz de poder de poder disfrutar de sus comidas sin que fuera una tortura para su psiquis.
Continuó con su andar, dirigiéndose hacia la biblioteca en donde había quedado en reunirse con el mocoso que Jin le había encargado, confiado de que no encontraría a nadie allí y que eso le daría pie suficiente para quejarse con el mayor así como por los siguientes seis meses, sin sentir culpa alguna.
Ya estaba ensayando en su mente el drama que le haría al Kim...
Seguro comenzaría con decirle que había estado durante horas esperando al rubio a que llegara, que incluso YoonGi había tenido que buscarle en sus prácticas y que el niño se había negado rotundamente.
“—Mira que yo lo intenté, hyung…—Se excusó— Pero los jóvenes de hoy en día solo piensan en sexo, drogas y”
Sus pensamientos se vieron frustrados cuando reconoció a cierto joven en una de las mesas de los espacios comunes.
YoonGi fue incapaz de procesar lo que sus ojos estaban mostrándole.
Park JiMin se encontraba con un equipo deportivo liviano y una gorra que ocultaba sus rubios cabellos y aun así se veía exquisitamente guapo.
Apretó sus puños y mordió la pajita de su leche antes de apretar el envase y tirarlo en un cesto.
“Bien”, pensó, entrecerrando sus ojos.
Si JiMin no quería irse por las buenas, él haría que se fuera por las malas.
No era nada personal contra el capitán del equipo, pero no podía perder su preciado tiempo en enseñar a un niño que le dedicaba más tiempo a los músculos de su bien proporcionado cuerpo, como había podido notar el día en que lo conoció en los vestidores, en vez de ejercitar su cerebro.
El pelinegro se cruzó de brazos al llegar en frente del joven, quien parecía enfrascado en un libro, y carraspeó suavemente para llamar su atención.
JiMin levantó su cabeza al notar la presencia del mayor, para luego levantarse rápidamente y dedicarle una leve reverencia que hizo que el contrario arqueara una ceja.
—¡Muchas gracias por tomarse el tiempo de ayudarme! — Habló con formalidad, mientras que YoonGi en todo lo que pudo pensar era en lo melodiosa que sonaba su voz— ¡Le traje esto en señal de agradecimiento! — El menor le extendió una pequeña caja perfectamente cuidada al levantar su mirada.
YoonGi admiró la ofrenda que el menor le estaba realizando y no pudo evitar que algo en su estómago comenzara a moverse, sin poder echarle la culpa a su alimentación, ya que desde que había iniciado su nueva dieta, no había vuelto a tener vómitos y mareos. Sin saber que decir, tomó el paquete que el rubio le estaba entregando, para luego asentir en su lugar.
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Maniac | KookV
Fanfic•·•·•·•·•·•·•·•·•·••·•·•·•·•·•·•·• - ¡¿QUÉ?! - TaeHyung sudó en frío al escuchar aquella voz. - ¿Así que eso es lo que soy, TaeHyung? - mencionó indignado - ¿Un loco? - tragó grueso - ¿Un acosador? - JungKook dió un paso más hacia adelante - ¿Un psi...