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"Victoria"

—¡Victoria!

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—¡Victoria!

Río con fuerza debido a la adrenalina.

—¡No, Harry! —exclamo, mientras intento apresurarme, corriendo hacia Ny, quien conversa con Niji. Ambos ríen al verme tropezar casi con mis propios pies.

—¿Cómo logras correr con esos zapatos? —pregunta Ny—. ¿Acaso has tomado algún curso, como en El Diario de la Princesa?

Me oculto detrás de ellos en un intento por frenar a Harry.

—Podrías terminar en prisión —le advierto, alzando el dedo índice en su dirección mientras retrocedo.

—No permitirías que me arrestaran —responde con una risa maliciosa.

—Era solo una broma —digo, haciendo un gesto de tristeza fingida.

Me sorprendo cuando mi espalda impacta contra la pared, mientras los demás ríen.

—No lo creo.

—Por favor, no tengo otra prenda que ponerme.

—Eso no es un inconveniente.

Sin dudarlo, Harry aplasta la botella, rociando todo su contenido sobre mí. Siento cómo mi blusa se adhiere a mi cuerpo y noto que mi maquillaje comienza a desvanecerse.

—Estás muerto —le digo, mientras arrojo el agua de mi botella directamente hacia su pecho, aún con el envase. Río a carcajadas al ver su expresión de asombro, y los demás ríen también—. Como si no estuvieras lo suficientemente mojado ya —añado, levanta una ceja con coquetería—. Desagradable.

—Corre, Sarah Elizabeth —grita, sin darme tiempo para reír, lo que me obliga a retomar mi huida.

Mientras corro, unas carcajadas se escapan de mis labios, pero pronto ahogo un grito cuando su brazo rodea mi cintura, atrayéndome hacia su pecho.

Cierro los ojos al sentir el líquido deslizarse desde mi cabeza hasta mi pecho, un escalofrío me recorre el cuerpo.

—Está helada —murmuro.

Karma is my boyfriend —me río ante su pésima broma.

—¡Todos a las camionetas! Se terminó el espectáculo, y el concierto también —bromea Jeff, provocando que ruede los ojos. El resto ríe con él—. Lo siento, no quiero acabar en prisión.

—Deberías haberlo pensado antes de permitir que Harry vaciara la botella de agua sobre mí —le reprocho con una mirada severa.

—Vayan a cambiarse, esto está más desierto que África —dice Jeff, y ambos reímos.

Coloco mi mano sobre la de Harry, que aún rodea mi cintura, indicándole que me libere, y él lo hace. Nos encaminamos hacia su camerino.

—Puedes usar esto —me dice, extendiéndome una camiseta negra—. Me daré una ducha rápida.

Unexpected Royal Love - HSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora