Capítulo 33

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Me levanté con un ruido que te podía reventar los tímpanos tranquilamente. ¿A quién se le ocurría poner la música tan alta a mientras yo dormía? Pues alguien iba a morir. Con el pijama y una coleta mal hecha, bajé con mis zapatillas de conejitos al lugar de provenía ese ruido estruendoso. Sin exagerar, parecía una gallina en medio de la matanza de Texas.

-¿A quien estais asesinando?-grité desesperada para que bajaran la musica.

- Buenos dias a ti tambien fea. ¿No te gusta la música o que?
- Es horrenda.
Me senté en la mesa suspiro tras suspiro. Tenía mucha hambre, pero me había levantado tarde y si comía mucho me iba doler la tripa, asique no..
Después de vestirme, marché hacia casa a un paso un tanto tranquilo, a nadie le apetece correr un sábado por la mañana y menos estando de vacaciones. Al llegar, metí la llave en la cerradura e hice que girara.
- HOOOLAA!-grité.
Escuchaba risas de gente que hablaba en el salón. Asomé la cabeza por la puerta y vi a toda mi familia reunida. "Mierda" pensé. Apenas tenía relación con ellos. Sólo nos juntábamos en navidad, en semana santa y en alguna u otra boda o comunión, a las que tampoco me hacía ningún tipo de gracia ir.
Saludé a todos con un beso y como no, ya tuvieron que sacar el tema estrella.
- Que Nai, tienes novio ya?
Se me subieron los colores en cuestión de segundos.
- Ay si, tiene un novio guapísimo, Daniel se llama-dijo mi madre-además es uno de los que forma Auryn.
Fulminé a mi madre con la mirada y ella me sonrió. Como le gustaba quedar bien con todos... En cambio, a mi prima Anne, una caprichosa de 12 años, se le iluminó la cara y parecía que se le iban a salir los ojos de las órbitas.
- Pues yo no me lo creo, dile que venga y nos lo demuestras-reprochó mi prima.
- Y de paso nos lo presentas a todos.-añadió mi tía.
Quería salir de mi casa cuanto antes, eso era insoportable. Llamé a Dani por teléfono.
**********
- Daniel, ven a mi casa que vas a conocer a la adorable familia Gonzalez.
- Estas loca? Conozco a tu madre y contenta.
- Te quiero aquí en veinte minutos o la vamos a tener gorda.
- Y Judith que?-me preguntó.
- Que se venga también, luego nos vamos de compras para compensar esta tortura.
- Vaaaaale.
- Graaaciaas nene, veinte minutos.
**********
Volví al salón y miré a Anne.
- En veinte minutos viene.-le dije con una mirada desprecio y ella no dijo nada, sólo sonrío victoriosa.
Mi familia seguía hablando de gilipolleces y yo cada vez tenía más ganas de irme. Subí a mi habitación dejando a todos abajo. No me dio tiempo a nada porque sonó el timbre y el más fuerte de los gritos retumbó mis tímpanos. Ya habían llegado.


Solo tu, Blue.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora