Capítulo 12

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Efectivamente, ahí estaba, de brazos cruzados apoyado en una de las escaleras. De verdad, cómo le gusta llamar la atención. Sonrió al notar mi presencia.

- Me agrada verla señorita Gonzalez.

- No puedo decir lo mismo de usted señor Fernandez.- dije bromeando.

- Ouuch, golpe bajo Danielo.- dijo David bajando las escaleras.

- Ya ves, es mala conmigo ahaha.- dijo poniendo pucheros.

- Mira el pasteloso este, que mono.- dije mirándolo mientras bajaba.

- Gracias enana, que te has echo en la boca niña?

- David mi amor, crees que sería tan estúpida de hacerme esto yo solita por gusto?.- me señalé la herida.

- No pero no lo sé.- se empezaba a poner nervioso, me encantaba.

- Una pequeña pelea antes del concierto.- dije sonriente.

En un par de minutos aparecieron todos los demás y cómo no, empezaron a preguntar por lo de mi labio y tuve que explicarles todo desde el principio, no sabeís lo harta que estaba del temita.

Estaba bastante cansada cuando dejamos a todos en sus casas, íbamos Dani y yo solos en su coche hasta que paró en frente del parque que tanto me gustaba, el parque en el que conocí a este idiota. Salimos del coche y me tendió su mano, no dudé en cogerla. Caminamos hasta sentarnos en el mismo banco de siempre, ya nos habíamos adueñado de él, por decirlo de alguna manera.

Apoyé mi cabeza sobre el hombro de Dani, tenía mucho sueño. Me quitó la gorra y le dí un pequeño codazo en la tripa para que me la devolviese, gesto que no funcionó.

- Me queda mejor ami que a ti rubia.

- Já! Todas tus ganas Danielo.

- Ya ya.. Estas celosa porque todas me devoraban con la mirada ee.- dijo sonriendo victorioso.

- Como si vas y te comen entero, no estoy celosa.

Se acercó a mí. Su cara estaba a escasos centímetros de la mía, eso me ponía bastante nerviosa, me tocó el labio con delicadeza.

- Te duele?

- Un poco, pero ya se curará- dije sonriente- lo que tengo es mucho sueño.

- Vamos te llevo a casa.

- Puedo ir andando, mi casa esta a cinco escasos minutos de aquí.

- Sube al coche, no me obligues a hacer una cosa que no quiero.

- Hacer que?- le miré levantando una ceja.

- Esto.

Me cogió de las piernas y me subió a su espalda. Estaba colgando como un saco de patatas mientras Dani se reía a carcajadas. Yo sólo me limitaba a gritar y a suplicarle que me soltara pero era inútil, me llevó al coche en hombros. Alguna que otra señora gritaba por la ventana "no son horas!".Esa señora sería capaz de echarnos un cubo de agua fria si no nos callabamos inmediatamente.

Me metió al coche y no podía parar de reirme hasta que llegamos hasta la puerta de mi casa. Dani, como la última vez, insistió en acompañarme a la puerta. Como si me hubieran a secuestrar en diez míseros metros.

Salimos de su preciado audi, y volvió a ofrecerme la mano. La cogí después de sonreirle. Otra vez, nuestras caras estaban a escasos centímetros pero esta vez no me tocó la herida ni le besé la mejilla, nos fundimos en un tierno beso en el cual no pude evitar sonreir.

- Buenas noches Blue.

- Buenas noches enana.

Me besó la frente y se fue mientras yo me quedaba con una estúpida sonrisa en la cara. Saqué las llaves y abrí la puerta torpemente, tenía que reaccionar después de ese beso.

Procurando no despertar a mi madre, subí las escaleras y después de ponerme el pijama me metí a la cama. Tenía que refelxionar sobre ese día, asimilar todo lo que había pasado, pero todo con una sonrisa.

Solo tu, Blue.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora