Capítulo 22

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Dani... me armé de valor y descolgué el teléfono.

- Si?

- Hola derramacafés ahaha

- Te lo he dicho, ha sido sin querer, lo siento. Dani, puedo pedirte una cosa?

- Lo que sea.

- Puedes venir a buscarnos a mí y a las demás para el campamento?

- Claro, os recogeré mañana a las diez, ser puntuales que nos conocemos eh, ahaha

- Gracias.

Dicho eso colgué. Al hablar con él millones de mariposas revoloteaban en mi estómago. Pero de las buenas que no atacan a la gente. Porque aún recuerdo cuando iba a la academia con Alba, mi compañera de clase y una mariposa intentó atacarnos. La unica arma que tenía mi amiga en la mano era una mochila asi que, creyendonos que era la guerra de las galaxias, ella le dio con la mochila y no volvimos a verla más.

Dejé el móvil en la mesita y me levanté para meter las últimas cosas en la maleta para el campamento.

Recibí unas cuantas llamadas durante el dia, la mayoria de Judith, pero la cabeza me dolía demasiado como para escuchar gritos o quejas sobre que meter en la maleta. No podia dejar de pensar en Dani. Sabía que habían pasado mas de dos meses desde que vinimos de la acampada. Llamé a Álvaro para que viniera a casa a cenar conmigo y contarle todo lo ocurrido. Después de pasar un tiempo en la cocina, el timbre sonó, aqui venía el señor Gango. Le invité a pasar y despues de besarme la mejilla se sentó en la mesa.

- Pues dígame señorita Gonzalez el motivo de su llamada-empezó él bromeando.

- Dani-respondí rapidamente.

- Dani que?

- Nada, solo que le he tirado un café encima y siento...

- Amor-me interrumpió.

- Me piensas dejar terminar? He sentido cosas al hablar con él, lo echo de menos, en cuanto lo he visto el mundo se me ha caido encima y no he querido hablar con nadie. Luego me ha llamado y... puuf.. ya te imaginas.

- Te echa de menos. Anoche estube hablando con él y me contó que no ha sentido por nadie lo que por tí. Que nunca jamás iba a olvidar los momentos que ha vivido a tu lado y que te quiere, que te quiere mucho.

Mantuve la mirada fija en Álvaro hasta que una lágrima delatadora resbaló por mi mejilla hasta llegar a la comisura de mis labios. No podía creer que Dani hubiese dicho eso. Siempre he tenido en él una imagen de creido, orgulloso y egocéntrico, me equivocaba de lleno. Dejando a Álvaro solo en la mesa, subí a mi habitación por las escaleras que me volvieron a traicionar, me tropecé y caí de rodillas, pero no sentía dolor.

Después de tirarme boca abajo en la cama abracé a Fluppy, el conejito de peluche que mi abuela me había regalado cuando solamente tenía cuatro años. Abuela te echo de menos. Sentí a alguien apoyado en el marco de la puerta, Álvaro lógicamente. No creo que a mi vecino le entren ganas de venir a mi casa a estar apoyado mirándome, pensaría que está loco o símplemente que es un psicópata violador. El allí presente, se sentó en mi cama y mientras me acariciaba el pelo, me susurraba al oido " no estes mal pequeña, todo pasará, ya lo verás"

Las llaves abrían la cerradura, supuse que era mi madre, y no el psicópata del vecino.

- Hola cariño!

- Estamos arriba!- le dije de un grito.

- Hola señora Gonzalez- dijo Álvaro muy educado.

- Pelootaaa- le burlé yo.

- Nai, no seas boba- dijo mi madre,levantando una ceja- he visto que habeís cenado, no os preocupeís ya friego yo. Porcierto...

- Mamá coje aire que te me ahogas.

Me tiró uno de los cojines que estaban perfectamente ordenados en una torre haciendo que los demás se derrumbasen.

- Hala como yo!

- Gango, tú te la estas ganando hoy eh, estas avisado.

- Bueno a lo que iba- continuó mi madre dirigiéndose a él- es muy tarde y no voy a dejar que vayas solo hasta casa, y no aceptaré un no por respuesta, aparte de que la puerta está cerrada con llave.

Dicho eso se fue. No pude aguantar más la risa después de ver la cara que tenía Álvaro mientras mi madre daba sus argumentos.

- Ya has oido a la jefa..

- Me da miedo enserio.

Nos preparamos para dormir. Me puse el pijama y me cepillé el pelo y los dientes. Salí del baño y ví al idiota ligerito de ropa, en boxers.

- Fiu Fiu Gango, buenorroo hahaha!

- Señorita Gonzalez, callate la boca y entra dentro- me obligó él.

- Ah, que encima dormimos juntos? No intentes nada Gango que entre Fluppy y yo te matamos- le avisé alzando una ceja.

- Eres poca cosa para mí.

- Si claro, que mas te gustaría a ti.

Estuvimos hablando un rato, hasta que ví que estaba cojiendo el sueño y me dí la vuelta quedando de espaldas hacia él.

- Gango.

- Qué?- respondió adormilado.

- Abrázame.

Solo tu, Blue.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora