Capítulo 23

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Un dulce olor a tortitas hizo que de un salto saliera de la cama y bajara corriendo a la cocina. Mientras bajaba las escaleras del piso de arriba, pude ver a Álvaro ayudando a mi madre a hacer el desayuno.

A pesar de que es mi mejor amigo, actua como si fuese mi hermano y siempre me ha hecho gracia como se comporta mi madre con él.

Miré al reloj que teníamos colgado de la pared de la cocina en el cual marcaban las nueve y media de la mañana, Dani vendría en media hora, Dani.

Saludé a los dos y me senté en la mesa. El olor inundaba mis fosas nasales era, delicioso.

Coloqué todo lo que iba a comer en una bandeja y me senté en el sofá. Encendí la tele, no habia nada interesante que ver, por consiguiente, la apagué. El timbre no paró de sonar en unos minutos pero yo no iba a abrir, estaba claro.

- LA PUERTA!-grité

- Ve a abrir-me ordenó mi madre.

- Joder.

Ví como Álvaro se reía. Le saqué el dedo del medio y le sonreí falsamente, idiota. Me encaminé a la puerta, serian Judith, Lydia y Sara lo mas seguro. Abrí, y bingo.

- RUBIAAA NOS VAAMOOS A MY CAAMP!

Dios mis oidos. Tendría que visitar una clinica para que me los arreglaran.

- Ya lo se, os dejo con Álvaro que esta en la cocina con mi madre mientras yo me cambio.

La cara de Sara era un cuadro. Le cambió el color de la cara en cuestion de segundos. Subí a mi habitación a cambiarme de ropa, a ponerme algo cómodo para el viaje.

El timbre, mierda. Solo podía ser Dani y yo no le voy a abrir la puerta después de haberle tirado un café encima y después de no haberle hablado en mas de dos meses.

- Naai, abre estoy ocupada!

No por dios, no me hagas esto.

- No puede abrir alguien de abajo?

- He dicho que abras tu señorita!

Señorita? What? Desde cuando me llama asi mi madre? Esto es muy raro.

Tras bufar un rato, me encamine a la puerta otra vez. Hoy iba a trabajar de portera, o eso parecía. Primero a Álvaro, luego a las idiotas y ahora a Daniel. Giré la manilla, y abrí. Ahí estaba, con una sonrisa tras la puerta.

- Hola-dijo él.

- Hola-le respondí pero no pude evitar ponerme colorada.

- Holaa Daani!-le dijeron todos los demás.

- Pasa.

La oportuna de mi madre, apareció en el salón de la nada, y como no tenía que decir algo, para quedar bien con ellos.

- Naai! Este no era el chico guapo de Auryn que te gustaba a ti?

- Mamá!

Dani empezó a reirse.

- Si, es él, el que decias que era perfecto el que te encantaba y el que me dabas la lata el año pasado para poder verlo.

- MAMÁ CALLATE.

- Vale vale, ya me voy, pasarlo bien eh.

Tierra tragame, masticame y no me escupas jamás. Seguian riendose todos, menos Dani, que estaba rojo como una fresa. Me quería morir, que verguenza. Ahora, gracias a mi querida madre, me vacilarian a todas horas con eso, muchas gracias.

- Vamos?-preguntó Dani

- Siii- respondieron todas llenas de emoción.

Entramos al coche de Dani, éramos seis pero bueno, entrábamos bien un poco apretados. Álvaro se sentó al lado del conductor, en este caso, Dani.Yo me senté con mis amigas atrás, apretadas como un sandwich. Pusimos rumbo al Escorial Park Resort el sitio escogido para la ocasión y pasada media hora, llegamos.

Todo estaba rodeado de naturaleza. Árboles por todos lados y grandes prados que rodeaban el parque.

Nadie había llegado todavia, era pronto y la hora de llegada del autobús era a la una en punto, tocaba esperar.

Decidimos instalarnos en el bungalow que mas nos gustó, el que estaba enfrente de la piscina, somos listas y sabemos lo que es bueno. Al tener todo repartido y organizado, recorrimos el parque hasta la entrada a esperar a las demás campistas, esas auryners que pasaran tres días con sus ídolos, esas chicas con suerte.

Solo tu, Blue.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora