Four⁴

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Su asesoramiento terminó justo cuando comenzaba una de sus clases con el profesor Choi, sabía que tenía el permiso para faltar pero eso significaba retrasarse con sus estudios o pasar horas extras con el profesor que siempre se entonado más de lo debido. Le dijo a Felix un par de cosas en chino y se propuso solor ir a clases olvidando por completo el tema de su siguiente clase.

—¿Puedo ir contigo?— Preguntó Felix en chino. Minho giró por un momento después de levantarse  de la silla, con sus cosas en la mano. Ni siquiera tuvo que preguntar un "para qué" ya que Felix se apresuró a continuar: —Tengo una hora libre y no sé a donde ir, estoy cansado de estar en la biblioteca.

Los preciosos ojos de Felix brillaron de una extraña manera llamando a Minho, incitandolo a decir que sí. Lo pensó por un par de segundos descubriendo que darle una respuesta significaba mucho más que un sí o un no. Algo extraño se removió en su estómago haciéndolo dar la vuelta hasta encarar al chico observando su bonito rostro nervioso.

—Supongo...—Habló lento. —Que puedes hacerlo si lo pides en coreano.

Felix abrió los ojos desviando la mirada de inmediato al diccionario buscando las palabras para rejuntar la oración. Minho esperó durante un minuto entero con el rostro calmado sin la prisa que antes había demostrado tener. Suspiró con fuerza y regresó a sentarse tomando el diccionario de las manos de Felix y dejándolo sobre la mesa.

Quiero...— El niño comenzó mal. O quizás no, tal vez Felix estaba por darle una orden. —Ir contigo.

—Bien... —Murmuró poniéndose de pie nuevamente, regresándole el diccionario. —¿Qué esperas? No voy a tomarte la mano como si fueras un niño pequeño.

El menor miró hacia la izquierda con nerviosismo, claro, Minho habia hablado demasiado rápido para él. Entrecerró sin poder descubrir aun lo que él ganaba con toda la situación, sí, el chico era bonito, pero no habia nada más allá para él aparte de gozar de una linda vista que cambiaría una vez que el niño se tiñera el pelo de un solo color.

Felix se movió fuera de la vista de Minho, colocándose casi a un lado y tomando su mano derecha con completa inocencia, como si él se lo hubiera pedido. Su corazón brincó dentro de su pecho, tan fuerte que incluso dolió, siendo incapaz de cerrar sus ojos o controlar ese ardor en las mejillas su cabeza se volvió un completo caos.

Dijiste... —Dijo el chico con su pésimo coreano. —Que tomara tu mano... ¿verdad?

Minho no pudo responder.

Minho no pudo responder

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Í N T I M O

𝐈𝐍𝐓𝐈𝐌𝐎 ✧ MinlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora