𝐈𝐍𝐓𝐈𝐌𝐎 ✧ Minlix

Fourteen¹⁴

—Acompáñame a casa hoy.

Minho observaba la clase, su cuaderno repleto de anotaciones y su libro de la misma manera, él ni siquiera prestaba atención a la charla que sus amigos mantenían detrás de él. Su mirada llegaba hasta el reloj y después regresaba a la profesora sin interés, esperaba con tranquilidad siempre consiente de cada segundo preguntándose si ese pequeño montón de momentos formarían por fin el terminar de la hora.

En un pestañeo la clase acabó y Minho pudo sonreír tranquilo cuando todos tomaban sus cosas y salían del aula. Yoongi fue el penúltimo en levantarse de su asiento girando hacia Minho con una pequeña esperanza en el rostro.

—¿Vienes con nosostros esta vez?— Preguntó Yoongi a lo que Minho negó. —Supongo que será para la próxima.

—Supongo.— Respondió Minho, levantando sus cosas una por una.

Cuando el aula estuvo abandonada, Minho siguió con aquella sonrisa con el pecho consumido por dentro al tamaño de su puño. Él en realidad no sabía lo que podría pasar o no pasar, pero tener unos momentos de alivio nunca le afectaría, no a él quien ya estaba acostumbrado a decepcionarse.

—Honnie...— La voz de su maestra lo hizo alzar la mirada, ella desabotonándose la parte superior de la camisa. Ella se acercaba lento hacía él. Hasta que tocaron la puerta.

—Min...— Era Felix. Tomó sus cosas sin mucha prisa, notando el nerviosismo y mala cara de su maestra, ahora tenía una excusa para solo irse.

—Le prometí ayudarlo después de clases.— Se excusó. —Perdón.

—¿No pueden hacerlo después?

—Tengo que trabajar el fin de semana, no puedo ayudarlo después.

—Conseguiré otro estudiante que pueda...

—El chico es realmente tímido, no creo que le ayude mucho poner a otro alumno, los primeros días no avanzamos mucho por ello.

La mujer torció los labios y después de un largo momento Minho regresó a caminar con los ojos encajados solo en Felix. Cuando estuvo en la puerta, volteó una última vez encontrándose con la espalda de su profesora, ese cabello lacio y oscuro que no le traía buenos recuerdos. Entrecerró los ojos y solo se fue con el chico.

—¿Cómo se dice esta hora del día? Cundo el sol se comienza a ocultar.— Preguntó Felix cuando caminaban de regreso a casa. Minho alzó la mirada hasta el cielo, notando los matices anaranjados en él.

—Crepúsculo.

—¿Y cuando amanece?

—Génesis.