Three³

430 59 12
                                    

—Solo hablaremos en coreano* —Ordenó Minho cuando ambos tomaron asiento sobre las largas mesas, el mayor revisando sus apuntes.— Si tienes alguna duda puedes preguntarme primero en chino. —El chico se quedó confundido, con labios cerrados y ojos temerosos. Minho elevó la mirada cuando encontró el silencio demasiado largo y enfocó sus ojos en el menor, notando de inmediato su completa inexperiencia con el idioma. —¿Realmente no sabes nada?— Preguntó en chino.

Solo se lo básico.

Minho casi golpea su frente contra la mesa ¿Cómo iba a enseñarle a un niño que apenas y hablaba su idioma natal? Era mejor darle un profesor especializado que llamar a otro estudiante. De cualquier modo Minho dejó los papeles sobre la mesa, lanzándolos sin interés y casi recostándose sobre la silla, su rostro no tenía una buena expresión, no para el niño nuevo.

Se levantó sin aviso y buscó entre los estantes con la mirada del chico sobre él. Minho quería mantener sus ojos sobre esa linda cara, él realmente quería tocar su piel y descubrir el sabor de esta. Era tentador solo pensar en aquella vocecita timida gemir su nombre o cualquier palabra para él. Un pinchazo de lujuria subió por su espalda descendiendo con rapidez tan pronto como recorrió la parte superior. Maldijo en voz baja, incluso ese sentimiento era más fuerte que el que tuvo con Taehyung.

Cuando se dió cuenta de si tardanza tomó por fin el diccionario y regresó con el estudiante lanzándolo frente a él.

—Solo hablaremos en coreano. —Repitió.

Hablas demasiado rápido... no puedo entenderte.

—Solo. —Dijo lento.— Hablaremos. —Siguió. — En.— Incluso se detuvo ahí, en esa pequeña palabra. —Coreano.

El niño asintió durante toda la clase.

Pero yo no soy muy bueno con...

—Shh... —Minho lo interrumpió al escuchar el chino. Señaló el libro con el dedo indice y el niño observó el diccionario. —Solo...En...Coreano.

No puedo. No aun. —El burdo coreano casi hace reír a Minho.

—Preséntate— Decidió ignorar la negativa del chico. —Inténtalo.

Su estudiante se mordió el labio inferior abriendo el libro. Ese chico estaba perdido si nisiquiera sabía presentarse. Pasaron al rededor de cuarenta segundos, bastante tiempo si alguien los contaba realmente. Minho suspiró con fuerza, arrebatándole el diccionario de las manos y lanzándolo sobre la mesa. Cuando sus miradas se encontraron el mayor le hizo una seña para que continuara.

Me llamó... —Pronunció mal.— Lee...

—Está mal. —Dijo Minho.— Me llamo. — Enfatizó.

Me llamo... Lee Felix...— Pronunció demasiado lento, como si él mismo dudara de su nombre.

— Bien— Minho aprobó regresando el libro y sentándose un poco mejor sobre la silla, acercándose a Felix para que este pudiera escucharlo bien. —Lee Felix, tienes que cambiar el color de tu cabello porque está prohibido teñirlo de manera tan llamativa. —El chico buscó a toda prisa cada una de las palabras que Minho casi susurró.

Hubo un silencio largo entre ellos mientras que Felix buscaba entre las páginas del diccionario coreano-Chino. El chico estando distraído, apurado, tímido, con la piel blanca desentonando con la oscura biblioteca revolvió algo dentro de Minho quien no podía despegar su mirada. Se humedeció los labios y le dedicó toda su atención a las manos y piernas del niño.

—Quiero cogerte.— Pronunció sin mucho interés en medio del silencio. Felix levantó la mirada con una mueca extraña y Minho lo miró a los ojos.

—¿Eh? —Preguntó.— ¿Puedes...repetirlo? No...no escuché bien.

Minho solo rió un poco mientras regresaba a recostarse sobre la silla.

Minho solo rió un poco mientras regresaba a recostarse sobre la silla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

.Nota importante.

*Aquí se trata el coreano como si fuera español.

Uso las Negritas para enfatizar que Felix lo habla mal y uso el subrayado para remarcar que habla fluido y bien pronunciado (cuando habla en chino principalmente)

¡Gracias por leer, es una historia con bastantes capitulos^^!

𝐈𝐍𝐓𝐈𝐌𝐎 ✧ MinlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora